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Pedro Sánchez: Rajoy es el "peligro" para la recuperación económica de España
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DEBATE PGE 2016

Pedro Sánchez: Rajoy es el "peligro" para la recuperación económica de España

El secretario general arremete contra el presidente en el debate de totalidad de los Presupuestos y le acusa de llevar a la Cámara su programa, de "romper" España y de ser el "hombre de la troika"

Foto: El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención este martes en el debate de totalidad de los Presupuestos de 2016. (EFE)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su intervención este martes en el debate de totalidad de los Presupuestos de 2016. (EFE)

No era sólo un debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. Era algo más. El último gran duelo dialéctico de la legislatura que concluirá en octubre, antes de la disolución de las Cortes y la convocatoria de las generales para diciembre. Pedro Sánchez quiso por eso enhebrar un discurso más político que económico, más de resumen de los cuatro años de mandato de Mariano Rajoy y con más aroma electoral, trufando su intervención en el Congreso con varias propuestas del PSOE a los ciudadanos, ya desgranadas en los últimos meses.

Más que defender la enmienda de totalidad que el Grupo Socialista ha presentado a los Presupuestos Generales del Estado de 2016, que también, el secretario general hilvanó una enmienda de totalidad a laera Rajoyy una advertencia de qué puede ocurrir si el PP vence de nuevo en los comicios de fin de año: el presidente es un "peligro" para la economía española por su "falta de visión" y un "peligro" para la recuperación, de modo que sólo un cambio de rumbo puede garantizar una salida justa del agujero. Como "ha roto España", y no sólo por la "amenaza de ruptura territorial", sino también por el galopante crecimiento de la desigualdad y la falta de cohesión social. En todo momento Sánchez se dirigió a él, a Rajoy, sentado en su escaño, y no al "interviniente de la mañana". O sea, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el encargado de defender el proyecto de ley.

Por ahí comenzó el secretario general. Por la cuestión de las formas, porque Rajoy no ha tenido la "gallardía" de subir a la tribuna del Congreso a dar la cara por sus últimos Presupuestos de la legislatura. Y porque no hay "emergencia nacional" que justifique la presentación de las Cuentas del Estado antes de tiempo, una "desfachatez" porque supone "intentar imponer" unos Presupuestos al próximo Gobierno. El líder socialista ironizó con las razones del Ejecutivo: quizá lo "extraordinario" sería que anunciara "la dimisión del ministro del Interior", Jorge Fernández Díaz, "por su infame reunión con Rodrigo Rato", en julio pasado, o que compareciese para explicar los casos de corrupción que atenazan al PP. No, alegó, lo "decente, lo coherente y lo democrático" habría sido adelantar los comicios para que el nuevo Gobierno elabore, "libremente", sus cuentas para 2016.

"Lo que usted hace es aferrarse, hasta el último segundo, al poder", atizó, y para ello convoca a la Cámara para dar cuenta de su "programa electoral".

El mérito no es del Gobierno

Sánchez pasó a desgranar las razones que, para el PSOE, explican por qué Rajoy es un "peligro" para España: por su reforma laboral, su desprecio por la ciencia y la formación, por sus recortes del Estado del bienestar y sus "subidas masivas de impuestos a la clase media y trabajadora mientras amnistiaba fiscalmente a Rato", por la mayor "ruptura y desigualdad social", por su "ataque" a los derechos conquistados en democracia. También por la "degradación institucional", al estar gobernada España por un presidente "acosado por la corrupción, con su partido roído por la corrupción, sin que nadie asuma ninguna responsabilidad política".

Los PGE de 2016 son además, según el secretario general, la demostración del "agotamiento" de Rajoy como gobernante, al no contener una "apuesta de futuro de país", ni un "cambio de modelo productivo", ni una corrección de la "cohesión social" perdida a causa de los recortes. Puso como "viva prueba" de esa carencia el "espectáculo" que estaba dando el PP con las idas y venidas sobre la reforma constitucional, que finalmente no irá incluida en el programa electoral.

El líder socialista rebatió a Rajoy que la mejora responda a su gestión. Se debe al viento favorable exterior, a la política del Banco Central Europeo

El líder socialista, igual que en otras ocasiones, rebatió al Ejecutivo que la mejora económica responda a su gestión. Se debe al viento favorable exterior, a la política del Banco Central Europeo y los avances de la unión bancaria. Tampoco le concedió la medalla de que se evitara el rescate, porque lo hubo (financiero, eso sí), igual que hubo imposiciones desde Bruselas. En resumen: "Con su ataque al Estado del bienestar, con sus subidas de impuestos masivas a los trabajadores, con su reforma laboral, usted ha sido el hombre de la troika en España". Esto es, el hombre que calló y otorgó y bendijo eldiktatdel BCE, la Comisión Europea y el FMI. Rajoy escuchaba desde su escaño, a veces visiblemente incómodo, pero rehusó contestarle.

Refutó asimismo las cifras y previsiones del Gobierno, desde la recaudación vía impuestos al "empobrecimiento" de los pensionistas o a la merma de la hucha de la Seguridad Social. Percha de la que colgó su anuncio de que si llega a ser presidente del Gobierno rehará el consenso existente en torno al Pacto de Toledo. Sánchez alertó de que las promesas del Ejecutivo no se cumplirán y que ocurrirá como en 2011. O sea, que si el PP vence en las generales, pronosticó, se volverán a aplicar recortes en el Estado del bienestar porque los populares no "creen" en él.

Siete ejes de "renovación"

"Su política ha roto España. Usted deja una España dividida y confrontada. Ese es su legado, señor Rajoy. Y por eso es tan urgente poner fin a su mandato y por eso se resiste usted a convocar las elecciones generales. Porque sabe que las va a perder", dijo a modo de epitafio. Sablazos que eran aplaudidos por la bancada socialista, que al final correspondió a su jefe poniéndose en pie.

Frente a ese retrato negro, Sánchez pintó los siete ejes sobre los que basculará la "renovación de España", en torno a los cuales buscará el consenso si se convierte en jefe del Ejecutivo. Su propósito es "unir" al país con su proyecto de cambio, el eslogan que abandera desde su proclamación como candidato. Los ejes, a saber:derogar la LOMCE y bajar el IVA cultural del 21% al 5%, aprobar una reforma tributaria progresiva y prohibir nuevas amnistías fiscales, dar vida a otro Estatuto de los Trabajadores, recuperar la universalidad de la sanidad pública y crear un ingreso mínimo vital que asegure la prestación a 740.000 hogares sin ingresos, devolver al centro del debate político la agenda por la igualdad de géneros, recuperar el Pacto de Toledo y proceder a la regeneración institucional. España, preconizó, puede ser un "país próspero, emprendedor, innovador, competitivo, cohesionado y solidario", con un Ejecutivo que gobierne "para todos y no para el 10% de la población más pudiente". Marchamo electoral.

Última andanada de Sánchez: a Rajoy, en definitiva, le falta "diseño de país", adolece de "proyecto de futuro y de liderazgo político". Taras que no se arreglan con el "remedo" de Presupuestos. Unas cuentas, las de 2016, que el PSOE cambiará, prometió. Si llega al poder, claro. Previo paso de las elecciones generales en la que ya todos piensan.

La repetición de las mismas "mandangas"

Rajoy era en todo el momento el centro de la diana de Sánchez. Una estrategia deliberada, y preparada con su equipo de confianza para este debate, integrado por los secretarios de Economía y Empleo, Manuel de la Rocha y Luz Rodríguez, junto con el portavoz de Presupuestos, Joan Rangel, y el responsable económico del programa, Jordi Sevilla. Todo el fuego para el presidente, como si fuera una continuación del debate del estado de la nación. Pero Rajoy, sin embargo,no se movió de su escaño. Sí habló en los pasillos del Congreso, al término del duelo con Montoro."Por historia, por trayectoria y porque es un partido de Gobierno, merecía un poquito más de nivel en su intervención en el debate de los Presupuestos", reprobó, y calificó de"notable" y "sorprendente" el papel deSánchez en la tribuna, informa Europa Press.

Esa crítica fue la que verbalizó el ministro durante la réplica. Afeó al secretario general sus pactos con Podemos tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, y le acusó de repetir siempre "las mismas mandangas" y de ser un "conjunto vacío", de no tener argumentos reales para rebatir las cuentas del Estado. Sánchez le reiteró que esos PGE ponen en riesgo la recuperación y remató que el proyecto de ley y Rajoy "forman ya parte del pasado".

La bancada socialista acogió con satisfacción la defensa de la enmienda de totalidad de Sánchez. A su término, en los pasillos, varios diputados alababan el estilo y el contenido de la intervención, lo "acertado" de su discurso dirigido al presidente, "obviando" a Montoro, a quien censuraban por su tono "faltón" y "fuera de tono".

Contento y a la vez pesar por la muerte del histórico dirigente Txiki Benegas, a quien el secretario general, por cierto, recordó nada más subir a la tribuna, "querido y respetado por todos" y hombre clave en la construcción de la España democrática.

No era sólo un debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado. Era algo más. El último gran duelo dialéctico de la legislatura que concluirá en octubre, antes de la disolución de las Cortes y la convocatoria de las generales para diciembre. Pedro Sánchez quiso por eso enhebrar un discurso más político que económico, más de resumen de los cuatro años de mandato de Mariano Rajoy y con más aroma electoral, trufando su intervención en el Congreso con varias propuestas del PSOE a los ciudadanos, ya desgranadas en los últimos meses.

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