Tras la destitución de Álvarez del Manzano, Cifuentes planea cambiar la cúpula de Ifema

La presidenta de la Comunidad de Madrid quiere que Ifema sea el primer centro ferial de referencia de toda Europa. Para ello, Cristina Cifuentes estudia desde hace semanas proponer una reestructuración de la cúpula directiva en la institución con el objetivo de conseguir una mejora notable en la gestión de una de las instituciones con más posibilidades de negocio de toda la región. Además, la líder 'popular' pretende impulsar un cambio en los estatutos que rigen la actividad del centro de congresos para garantizar un funcionamiento más simple y supervisado.

La fecha elegida para plantear todas las iniciativas es el 18 de agosto. Cifuentes ha citado al resto de representantes en el consorcio: el Ayuntamiento –dirigido por Manuela Carmena– y la Cámara de Comercio (ambos poseen un 31% de la sociedad) y Bankia (dueño del 7% restante), cuyos máximos responsables conforman los órganos de gobierno de la Feria de Madrid. Los cambios que se puedan producir en el Comité de Dirección deberán elegirse por mayoría, lo que obliga a que exista cierto consenso. Actualmente, el presidente ejecutivo es Luis Eduardo Cortés y el director general, Fermín Lucas. Ambos pertenecen al club del 'retiro dorado' del Partido Popular, del que formó parte también Manuel Cobo, antigua mano derecha de Gallardón, que recaló como coordinador de Gestión del recinto ferial en 2011. El expresidente de la Comunidad Ignacio González ocupó un puesto de vicepresidente, igual que Carmen Cafranga, de la Fundación Caja Madrid y socia de la mujer de González, Lourdes Cavero.

A pesar de que Manuela Carmena ha designado como nuevo presidente de la Junta Rectora a su 'hombre fuerte', Luis Cueto, al integrar Ifema dentro de la coordinación general de la Alcaldía que él ocupa, la realidad es que este cargo no tiene un verdadero poder ejecutivo, sino más bien de tipo representativo. En todo caso, el nombramiento ha puesto fin a los 24 años que José María Álvarez del Manzano, exalcalde de la capital, ha estado al frente de la institución, con un sueldo que alcanzaba los 120.000 euros anuales, y a los que Cueto ha renunciado por desarrollar la misma labor.

Por eso, según explican fuentes de la Comunidad, el verdadero reto está ahora en colocar a grandes gestores, independientemente de si son políticos o no –a pesar de que Carmena sí ha pedido 'despolitizar' el centro–, al frente de la dirección de Ifema para conseguir profesionalizar y administrar como es debido la segunda feria del continente y buque insignia de los eventos y congresos madrileños. El próximo día 18, algunos nombres podrían salir a colación como futuros sustitutos del actual Comité, así como del equipo de Dirección. Cifuentes sí se refirió a al nombramiento de Cueto, para afirmar que la Comunidad preferiría que Ifema tuviese una "presidencia rotatoria" y así asegurar que las distintas instituciones que la gestionan puedan participar activamente en la supervisión del centro.

Hasta que el nuevo Ayuntamiento madrileño hizo públicos este jueves los datos sobre retribuciones de los altos cargos al frente de la Feria de Madrid, los salarios que salían del erario público eran toda una incógnita. Los últimos dos años, los miembros de la alta dirección tenían un coste para la sociedad de 617.253 euros, a pesar de que el beneficio neto fue de 186.518 euros en 2014 y 144.931 euros en 2013. En este último ejercicio por cierto, los sueldos fueron más de cuatro veces superiores a las ganancias.

Otro dato indiscutible que pone de manifiesto la cuenta de resultados de los últimos años de Ifema es que ha sido incapaz de rentabilizar su actividad ferial. Según las cifras que maneja el Consistorio, en 2008, el beneficio neto de la Feria de Madrid alcanzó los 26 millones y medio de euros, y un año después no alcanzaron los 800.000 euros. Aunque en 2010 volvió a obtener beneficios por más de tres millones, la realidad muestra que en los últimos dos años, el recinto no ha logrado embolsarse 200.000 euros por ejercicio. Ifema, que reitera la fortaleza financiera que tiene como empresa a pesar de los tiempos de crisis, ha sido durante mucho tiempo un quebradero de cabeza para los Gobiernos municipal y autonómico de Madrid. Como ya publicó el año pasado este diario, tanto el Ayuntamiento, entonces dirigido por Ana Botella, como la Comunidad de Ignacio González, abrieron la puerta a la privatización del recinto ante la evidente ineficiencia de la gestión.