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Jove 'reconquista' por cuatro millones activos de Fadesa que vendió por 80 a Martinsa
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PRIMERAS SUBASTAS TRAS LA LIQUIDACIÓN

Jove 'reconquista' por cuatro millones activos de Fadesa que vendió por 80 a Martinsa

El empresario gallego ha sido uno de los beneficiarios en las primeras subastas de la promotora inmobiliaria, que entró en liquidación el pasado mes de marzo

Foto: Fotografía de archivo de los empresarios Fernando Martín (i) y Manuel Jove (d). (EFE)
Fotografía de archivo de los empresarios Fernando Martín (i) y Manuel Jove (d). (EFE)

El que fuera propietario deFadesa,Manuel Jove, se ha convertido en uno de los primeros beneficiarios de la liquidación deMartinsay la consiguiente subasta de activos que están llevando a cabo los actuales administradores judiciales de la inmobiliaria fusionada. Las primeras operaciones derivadas de la mayor quiebra empresarial en España están demostrando con especial crueldad el pinchado de la burbuja del ladrillo, que provoca el descuento a coste de boniato de lo que hace unos años se pagaba a precio de caviar. Eso sí, entre la venta por obligación y la pérdida por necesidad, los hay que también son capaces de sacar provecho asu capacidad de compra.

Es el caso de Jove y su corporación empresarial deInveravante, que ha pagado menos de cuatro millones de euros por laadquisición del 50% de las parcelas correspondientes al ámbito de Zapateiraen la localidad coruñesa deCulleredo. Estos terrenos, que comprenden en su totalidad365.000 metros cuadradosde suelo rústico, formaban parte del perímetro de gestión de la antigua Fadesa y fueron incluidos en el acuerdo de fusión con Martinsa formalizado a mediados de 2007. Un año después, la empresa resultante se vio obligada a presentar concurso de acreedores ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos requeridos para llevar a cabo la integración de ambas promotoras.

La paradoja de la historia que se deriva tras la subasta se entiende mejor si se observa que la valoración que asumió Martinsa para estos activos se sitúo inicialmente en165 millones de euros. Teniendo en cuenta que Jove ha comprado ahora solo la mitad de la propiedad, se puede concluir que el empresario gallego ha pagado en números redondos algo así como20 veces menos de los82,5 millonesen que fueron tasados los terrenoshace ocho años en la venta a Fernando Martín. El antiguo dueño de Fadesa se desprendió de la empresa cuando empezaba el momento bajo del ciclo, pero no por eso ha renunciado a hacer un buen negocio aprovechando los despojos de la que un día fue considerada como primera inmobiliaria de España.

La venta de activos a Jove ha servido para pagar el ERE de Martinsa con indemnizaciones de 36 días por año trabajado y 20 mensualidades de máximo

La aparición de Jove entre los compradores de los primeros activos que están siendo liquidados tras la quiebra de Martinsa ha permitido a los actuales responsables judiciales de la inmobiliaria resolver el conflicto latente sobre elERE de la compañía. Los administradores concursales han empleado buena parte de los fondos obtenidos -en concreto,3,2 millones de euros-para pagar los despidos de un total de36 trabajadoresque suponen prácticamente la mitad de la plantilla de empleados directos que tenía la compañía. Las indemnizaciones recibidas se han situado en36 días por año trabajado con un máximo de 20 mensualidades.

La liquidación de Martinsa fue acordada en marzo pasado por el juzgado de lo mercantil número 1 de La Coruña a petición expresa del propio consejo de administración de la compañía, que no pudo sacar adelante su plan de refinanciación.La deuda ordinaria alcanzaba una cifra superior a los 3.500 millones de eurosque tendrían que haber sido provisionados de manera inmediata por las entidades de crédito. La disolución de la inmobiliaria permite ahora un margen mucho más dilatado en el tiempo, probablemente más de 10 años, para que las entidades acreedoras, entre las que destacanLa Caixay elBanco Popular, puedan ir enjugando de manera callada y silenciosa el enorme agujero que la quiebra de Martinsa ha supuesto en sus balances.

El plan de liquidación no prevé esta vez la venta conjunta de la empresa que suele ser el método más favorable establecido en la Ley Concursal

La resolución definitiva de los activos de Martinsa se antoja muy larga de fiar, sobre todo si se tiene en cuenta el ritmo del actualplan de ventas establecido a finales de septiembrepor el citado juzgado de la capital gallega. El procedimiento adoptado se fundamenta en la existencia debienes libres de cargas en cantidad suficientepara atender créditos contra la masa de la deuda. De hecho, los informes que ha efectuado la administración concursal han llegado a superar el importe delvalor neto de 2.200 millonesque estableció a finales del pasado año Martinsa en su fallido plan de reflotamiento con los bancos.

Sobre estas bases de valoración, la condición judicial exige que las ventas se celebren a un precio mínimo del 70% del importe de inventario, lo que supone una montaña muy difícil de escalar en las actuales condiciones de mercado. De ahí la obligación de recurrir a subastas que están dando resultados realmente muy escasos. De hecho, laúltima oferta de bienes por un importe de 15 millones de eurosse ha saldado con unos ingresos escasos de 600.000 euros. A este paso, la liquidación puede eternizarse en el tiempo, a menos que surja en el horizonteun ‘mirlo blanco’ dispuesto a echar el restopor la compra íntegra de la compañía. Una operación que está prevista en la ley concursal pero que curiosamente no goza del favor de los administradores concursales.

El que fuera propietario deFadesa,Manuel Jove, se ha convertido en uno de los primeros beneficiarios de la liquidación deMartinsay la consiguiente subasta de activos que están llevando a cabo los actuales administradores judiciales de la inmobiliaria fusionada. Las primeras operaciones derivadas de la mayor quiebra empresarial en España están demostrando con especial crueldad el pinchado de la burbuja del ladrillo, que provoca el descuento a coste de boniato de lo que hace unos años se pagaba a precio de caviar. Eso sí, entre la venta por obligación y la pérdida por necesidad, los hay que también son capaces de sacar provecho asu capacidad de compra.

Fernando Martín Manuel Jove
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