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Las autonomías solo consiguen reducir su déficit gracias a los 'extraordinarios'
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Las autonomías solo consiguen reducir su déficit gracias a los 'extraordinarios'

De los 9.500 millones de euros de ajuste presupuestario de 2016, únicamente 1.300 millones se corresponden a una corrección estructural de las cuentas de las comunidades

Foto: El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (EFE)
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (EFE)

Las comunidades autónomas fueron las principales artífices de que España cumpliese en 2016 el objetivo de déficit fijado por Bruselas. Fue la primera vez que lo conseguía el Gobierno y lo hizo fue gracias a las regiones, que recortaron a la mitad su desfase presupuestario, desde el 1,74% al 0,82% del PIB, con lo que pudieron compensar el déficit de la Seguridad Social. Sin embargo, a pesar de estas cifras, el esfuerzo real que hicieron las comunidades autónomas para ajustar sus cuentas no fue tan abultado como parece. La mayor parte de la corrección del déficit se produjo gracias a factores extraordinarios que podrían volverse en contra en los próximos ejercicios.

Según los cálculos realizados por Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada), el esfuerzo real de las autonomías para reducir su déficit se limitó a 17 puntos básicos del PIB, muy lejos de los 92 puntos básicos publicados por el Ministerio de Hacienda. Esto significa que más del 80% de la reducción del déficit autonómico se produjo gracias a factores temporales que no se mantendrán en el tiempo.


El principal motivo fue la liquidación del Presupuesto de 2014, que fue especialmente positivo para las regiones. El cierre de las cuentas autonómicas se realiza con un desfase temporal de dos años y, en este caso, las regiones se beneficiaron de que las entregas a cuenta (anticipadas) de ese ejercicio fueron menores a las que les hubiesen correspondido. El resultado de la liquidación fue una transferencia millonaria a las regiones: de 7.600 millones de euros, 6.000 millones más que en el ejercicio anterior. Esta liquidación entre administraciones se contabiliza dentro del déficit de 2016, y fue el principal factor responsable de la reducción del déficit autonómico.

Estos fondos extra permitieron reducir en seis décimas el déficit autonómico, pero una liquidación tan positiva difícilmente se repita en los próximos ejercicios. De hecho, es más probable que en los dos próximos ejercicios sean negativas para las autonomías, esto es, que tengan que devolver dinero a la Administración Central. El secretario de Estado de Presupuestos y Gastos, Alberto Nadal, lo reconoció en el Congreso de los Diputados, ya que los ingresos de los Presupuestos Generales del Estado en 2015 y 2016 fueron superiores a lo estimado por el Gobierno. El cálculo de las entregas a cuenta se realiza a partir de estas estimaciones, por lo que si estuvieron infladas, puede que también lo estuviesen los anticipos a las regiones.

Pero este o ha sido el único factor que benefició a las comunidades autónomas en 2016. La ayuda financiera ofrecida por el Estado a través del Fondo de Financiación Autonómico (FLA) ha permitido a las regiones financiarse a tipos de interés muy favorables. De esta forma, las comunidades han conseguido un gran ahorro en la factura de los intereses que, de lo contrario, no hubiesen conseguido. Sin embargo, la etapa de los 'tipos cero' en el mercado está encarando su fase final, por lo que las condiciones financieras de las autonomías se irán endureciendo en los próximos años.

Si se excluyen los factores extraordinarios, la reducción del déficit autonómico hubiese sido de 1.300 millones y no de 9.500 millones

Para finalizar el cálculo de las cuentas autonómicas, de la Fuente ha retirado el desplome de la inversión de las autonomías hasta niveles que no son sostenibles en el tiempo. Por ejemplo, el nivel de las operaciones de capital por habitante (a precios constantes) se desplomó en 2016 hasta caer por debajo de la mitad de la que había en el año 2003.

Sin estos elementos temporales, el gasto neto entre administraciones hubiese crecido en 2016 en 1.300 millones de euros (descontados 3.500 millones de gastos no recurrentes), mientras que los ingresos hubiesen aumentado en 2.600 millones. De este modo, el alivio del déficit de las autonomías (lo que denomina de la Fuente 'déficit subyacente') se hubiese quedado en 1.300 millones de euros, muy lejos de los 9.500 millones que reflejan las cuentas del Ministerio.

Las cuentas de la crisis

A raíz de este estudio, de la Fuente concluye que “el fuerte descenso del déficit en relación al ejercicio anterior debe mucho a la desaparición de los atípicos en el gasto y a una liquidación muy favorable del sistema de financiación autonómica y al mantenimiento de la partida de intereses a un nivel artificialmente bajo como resultado de las muy favorables condiciones financieras”. Además, también es importante la “insostenible reducción de los gastos de capital (inversión) desde niveles ya muy bajos”.

La situación de las cuentas autonómicas no ha superado por completo los efectos de la crisis y sigue presentando algunos rasgos preocupantes

Una vez descontados estos factores, se observa que el esfuerzo autonómico para reducir el gasto corriente no ha sido tal, por lo que de la Fuente recomienda “un esfuerzo de contención del gasto”, aunque reconoce que “no resultará sencillo en las actuales circunstancias políticas”. Según sus cálculos, entre 2013 y 2016 el gasto corriente por habitante aumentó un 7% y está ya un 23% por encima de los niveles de 2003.

A medida que se normalicen las partidas de inversión e intereses, las autonomías necesitarán reducir su gasto corriente o elevar sus ingresos tributarios para cuadrar las cuentas y no acudir a nuevos incrementos del déficit público. “La situación de las cuentas autonómicas no ha superado por completo los efectos de la crisis y sigue presentando algunos rasgos preocupantes”, advierte de la Fuente.

Las comunidades autónomas fueron las principales artífices de que España cumpliese en 2016 el objetivo de déficit fijado por Bruselas. Fue la primera vez que lo conseguía el Gobierno y lo hizo fue gracias a las regiones, que recortaron a la mitad su desfase presupuestario, desde el 1,74% al 0,82% del PIB, con lo que pudieron compensar el déficit de la Seguridad Social. Sin embargo, a pesar de estas cifras, el esfuerzo real que hicieron las comunidades autónomas para ajustar sus cuentas no fue tan abultado como parece. La mayor parte de la corrección del déficit se produjo gracias a factores extraordinarios que podrían volverse en contra en los próximos ejercicios.

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