La Seguridad Social ensancha su déficit hasta los 20.283 millones
Los datos de la Intervención del Estado reflejan que el sector público gastó el año pasado 48.187 millones de euros más de lo que pudo ingresar
Los estabilizadores automáticos vuelven a jugar en favor de la economía. Lo ha desvelado este jueves la Intervención General del Estado, que estima que el conjunto de las administraciones públicas ahorró el año pasado nada menos que 6.115 millones en cobertura del desempleo por la mejora del mercado laboral. Igualmente, se dejaron de gastar 1.419 millones de euros en gastos financieros debido a la caída de tipos de interés, toda vez que el volumen de deuda continuó creciendo en términos absolutos.
Esto significa un ahorro total —tan solo en esas dos partidas— equivalente a 7.534 millones de euros. Por el contrario, el déficit público descendió en 4.552 millones, lo que supone, ni más ni menos, que si los estabilizadores automáticos no hubieran jugado a favor de la economía (por la mejora del ciclo), el déficit no se hubiera reducido. Los estabilizadores automáticos, como se sabe, son las partidas más sensibles a la coyuntura. Por ejemplo, el gasto en desempleo o en otras prestaciones de carácter económico, que crece cuando la economía va mal y aumenta cuando se da la vuelta el ciclo.
Los datos de la Intervención del Estado reflejan que el sector público gastó el año pasado 48.187 millones de euros más de lo que pudo ingresar. A esa cifra hay que añadir otros 2.389 millones que se destinaron a la reestructuración del sistema financiero (básicamente para cubrir el déficit de la Sareb y para respaldar los esquemas de protección de activos de las cajas de ahorros quebradas).
Esto representa que el déficit primario del conjunto de las administraciones públicas —que excluye el gasto por los intereses de la deuda— se redujo hasta el 1,73% del PIB a finales de 2016, según Hacienda.
La deuda pública cerró, en concreto, en el 99,4% del PIB, cuatro décimas menos que el año anterior. Esto significa que el endeudamiento continúa anclado en torno al 100% del PIB desde 2014, pese a que la economía, desde entonces, ha crecido de media alrededor de un 3%. El servicio de la deuda representa el 2,8% del producto interior bruto, siete décimas menos que en 2013, pese a que desde entonces el volumen de deuda ha crecido en unos 50.000 millones de euros. Algo que pone de manifiesto la alta vulnerabilidad de la economía española a una subida de los tipos de interés.
El agujero de la Seguridad Social
La Seguridad Social ha sido, con diferencia, la Administración que ha generado mayor déficit. Cerró el año pasado con un desequilibrio equivalente al 1,62% del PIB, lo que supone un aumento de 4.946 millones respecto del año pasado. En este caso, la desviación entre lo presupuestado y la recaudación definitiva ha sido muy significativa. La Seguridad Social ha recaudado (derechos reconocidos) 100.568 millones, frente a lo estimado inicialmente: 117.242 millones. Es decir, casi 17.000 millones menos.
Por agentes, el sistema de Seguridad Social (sin tener en cuenta otras partidas que consolidan en su balance y que se financian con impuestos) registra un déficit de 20.283 millones, que en términos de PIB se sitúa en el 1,82%, lo que supone un aumento del 11,4% respecto del año anterior. El Servicio Público de Empleo Estatal, por su parte, presenta un saldo positivo de 2.294 millones de euros, pese al considerable descenso en 2016 de las transferencias del Estado al organismo. El Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) mejora su saldo negativo en comparación con el año anterior, al pasar de un déficit de 177 millones en 2015 a 107 millones en 2016.
En términos de derechos reconocidos, las cotizaciones sociales ascienden a 103.516 millones de euros, lo que representa un aumento del 2,9% respecto del mismo periodo del año anterior, que viene originado por el aumento de la cotización de ocupados en un 3,7%, mientras que la cotización de desempleados desciende un 7,4%.
En cuanto a los gastos, las pensiones (Incapacidad Permanente, Jubilación, Viudedad, Orfandad y a Favor de Familiares) representan 111.919 millones de euros, cifra superior en un 3,4% a la del año pasado. Sin embargo, las pensiones contributivas, incluidos los complementos a mínimos, crecen un 3,1% anual.
Entre los gastos del sistema de Seguridad Social, las prestaciones distintas de las transferencias en especie aumentaron un 3,4%, con un total de 132.640 millones. La mayor parte de este gasto corresponde a pensiones contributivas, con un número de perceptores que aumenta en tasa interanual el 1,2%, y una pensión media mensual de 910,24 euros en 2016, con un aumento del 1,9%, superior a la revalorización de las pensiones, ya que en términos netos los nuevos pensionistas se incorporan con pensiones más elevadas.
Respecto a las CCAA, redujeron su déficit más de la mitad, pasando de un saldo negativo de 18.687 millones de euros a un déficit de 9.155 millones en 2016. En términos del PIB, el desequilibrio de este subsector representa el 0,82%, frente al 1,74% a finales de 2015, lo que supone una reducción de 0,92 puntos porcentuales.
Las corporaciones locales, por su parte, volvieron a registrar superávit por quinto año consecutivo, ascendiendo a 7.083 millones en 2016, un 39% superior al del año anterior. En términos del PIB, el superávit supone el 0,64%. Los ingresos de este subsector han crecido un 1,5% frente al descenso de los gastos, que han disminuido un 1,5%, explica Hacienda.
Los estabilizadores automáticos vuelven a jugar en favor de la economía. Lo ha desvelado este jueves la Intervención General del Estado, que estima que el conjunto de las administraciones públicas ahorró el año pasado nada menos que 6.115 millones en cobertura del desempleo por la mejora del mercado laboral. Igualmente, se dejaron de gastar 1.419 millones de euros en gastos financieros debido a la caída de tipos de interés, toda vez que el volumen de deuda continuó creciendo en términos absolutos.