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En el Gobierno y Grecia está la clave para evitar que la bolsa se hunda hasta 5.400 puntos
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HAY RIESGO REAL DE QUE EL IBEX PIERDA LOS 6.000 CON EL LASTRE DE LA BANCA

En el Gobierno y Grecia está la clave para evitar que la bolsa se hunda hasta 5.400 puntos

El Ibex sufrió ayer otro duro golpe a través de los bancos, ha puesto a prueba los 6.700-6.800 y, si no los mantiene, “se abrirá un canal

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En el Gobierno y Grecia está la clave para evitar que la bolsa se hunda hasta 5.400 puntos

El Ibex sufrió ayer otro duro golpe a través de los bancos, ha puesto a prueba los 6.700-6.800 y, si no los mantiene, “se abrirá un canal bajista terrorífico”, que llevaría al índice hasta los niveles de 2003, en torno a los 5.400  puntos. No tiene motivos para subir y que la prima de riesgo esté por encima de 450 puntos se lo pone aún más difícil.  En estos momentos, que evite el desplome depende de que Grecia aporte algún rayo de esperanza y de que el Gobierno consiga clarificar la situación de la banca, según los expertos.

“A corto plazo, el Ibex sigue sin catalizadores para recuperarse”, comenta Victoria Torre, de Self Bank, que destaca que “es muy importante que no pierda los actuales niveles, porque este soporte importante podría convertirse en resistencia”. Y entonces “el riesgo bajista sería terrorífico”, añade Virginia Pérez, responsable de renta variable de Tressis.

Eso sí, Pérez subraya que, pese al sesgo bajista, el selectivo, de momento, está consiguiendo mantenerse en el canal lateral de los 6.700-7.200 puntos y mientras no se vaya por debajo, el rebote es posible”. Aunque el panorama es muy incierto y las turbulencias en el mercado van a ser la tónica dominante durante meses. El problema del mercado español es “la pérdida total de confianza y que no se ha hecho nada que haya conseguido recuperarla”, explica Torre.

El selectivo ya cayó muy cerca de los mínimos de 2009 (que están en los 8.617 enteros) en abril, cuando marcó los 6.831. Después rebotó. Pero no se ha llegado a recuperar con firmeza en ningún momento. Ahora, las dudas sobre Grecia, la decepción de que el BCE no haya salido en apoyo de los países con problemas y haya pasado el testigo a los gobiernos y la restructuración del sistema financiero han agravado la situación y ensombrecido aún más el sentimiento del mercado. Los expertos insisten en que se desconoce el valor real de los activos de los bancos. Y eso hace que el dinero se retire.

La situación es peor que en 2009

Las opiniones más positivas sobre hasta dónde caerá el Ibex si no consigue un rebote consistente sitúan al selectivo a corto plazo en los 6.500 puntos. Las más pesimistas en los 5.500. Pero los analistas no quieren hacer afirmaciones tajantes, porque el escenario es muy complicado.

En este sentido, Miguel Ángel Bernal, profesor del IEB, comenta que sobre si el Ibex va a perder los mínimos de 2009, es difícil saberlo, pero que, en cualquier caso, “la situación de nuestro país es ahora mucho peor que hace tres años y la gente está liquidando posiciones de España”, por eso se hunden los bancos. “Se habla de un manguerazo de dinero a la banca y de una nacionalización de Bankia, que es algo muy grande, y la gente vende, hay mucha desconfianza”.

Virginia Pérez pone la nota positiva: “Mientras no se perforen de forma consistente los soportes, no está todo perdido. Hay muchas incertidumbres, pero si Grecia consigue formar gobierno -y aunque les cueste creo que lo harán- y si en el Consejo de Ministros del viernes se deja claro el plan de saneamiento y se ponen unos condicionantes fuertes a los bancos que sean rescatados, eso ayudará al Ibex, que en los últimos días está aguantando mejor que otros índices europeos”. 

El Ibex sufrió ayer otro duro golpe a través de los bancos, ha puesto a prueba los 6.700-6.800 y, si no los mantiene, “se abrirá un canal bajista terrorífico”, que llevaría al índice hasta los niveles de 2003, en torno a los 5.400  puntos. No tiene motivos para subir y que la prima de riesgo esté por encima de 450 puntos se lo pone aún más difícil.  En estos momentos, que evite el desplome depende de que Grecia aporte algún rayo de esperanza y de que el Gobierno consiga clarificar la situación de la banca, según los expertos.