La prima de riesgo alcanza los 456 puntos básicos por las tensiones sobre Grecia

Los mercados de deuda han sido hoy una olla a presión. En Europa preocupa, y mucho, la incapacidad de Grecia para formar gobierno tras las elecciones, que han dejado un parlamento muy atomizado, lo que podría provocar que se celebren nuevos comicios y que se paralicen las medidas de ajuste que se exige al país, que ya ha recibido dos rescates y ha hecho una quita con los acreedores privados. 

Así, la prima de riesgo española ha estado toda la jornada subiendo y ha llegado a alcanzar los 459 puntos básicos, aunque finalmente ha cerrado en 456 puntos, tras subir 26 enteros, con el rendimiento del bono en el 6,025%. A dos años, el papel español tiene un rendimiento del 3,56% tras haber aumentado hoy 34 puntos, lo que contrasta con el 0,64% que paga Alemania para este plazo. El diferencial italiano también se ha ampliado y ha llegado a superar los 419 puntos básicos, aunque finalmente ha acabado la sesión en 406 puntos, con el bono de referencia en el 5,57%, ya que como es habitual en los últimos días se ha desatado una oleada de compras de bonos alemanes, que ha hecho que el bund a 10 años cotice al 1,51%

Los CDS o seguros contra el impago de la deuda reflejan también la desconfianza sobre los periféricos. Los CDS (credit default swaps) españoles se han encarecido y están por encima de los 517 puntos básicos, los italianos están en 463 puntos, los franceses, ya han superado los 200 puntos y se sitúan en 209, mientras los alemanes se sitúan en 92,6 puntos. 

Incertidumbres en Grecia

El escenario político en Grecia presenta una creciente inestabilidad. La Coalición de la Izquierda Radical (Syriza), segunda fuerza política tras los comicios y ahora encargada de formar gobierno después del fracasado intento de los conservadores, entiende que el voto popular es un mensaje político en contra las medidas de austeridad impuestas a Grecia por la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).

Esta postura contradice claramente el acuerdo cerrado por la anterior coalición gubernamental de socialistas y conservadores, encabezada por el tecnócrata Lukás Papadimos, que veía la segunda inyección de 130.000 millones de euros como el ancla de salvación para satisfacer los pagos de una buena parte de la deuda soberana del 170 % del PIB a principios de año. 

Ante la falta de liquidez a partir del verano, cada vez se escuchan más voces en los foros financieros sobre una posible salida de Grecia de la zona euro, pese a los desmentidos más o menos convincentes que salen de Bruselas. De los 266.000 millones de euros de la deuda helena, el 73% está controlado por la troika, según fuentes la oficina gestora de deuda griega, lo que da una magnitud de la pérdida de soberanía del país mediterráneo.