"Falcao es pura convicción: quiere ser el mejor delantero de esta época"

Si el Atlético de Madrid tiene posibilidades reales de aguantarle el ritmo a Barcelona y Real Madrid en Liga (cosa que muchos dudan aún), prácticamente todas ellas pasan por que Radamel Falcao haga lo mismo en la tabla de goleadores con Leo Messi y Cristiano Ronaldo. De momento, en la lucha por el Pichichi el colombiano empata a ocho tantos con los dos mejores anotadores del mundo, incluso habiendo disputado un partido menos que éstos. Más allá de esta racha y pese a que en los 15 meses que lleva en el club ha demostrado sobradamente su calidad goleadora, la actitud de Falcao no deja de sorprender a aquellos que trabajan día a día a su lado.

Ya explicamos aquí, que Simeone es el responsable de la dinámica positiva de esfuerzo y trabajo que envuelve el presente atlético. Dentro de esa labor, el carisma de Falcao ha sido uno de los acicates deportivos en que se está basando ese salto de calidad que permite a la entidad del Manzanares mantenerse a día de hoy invicta en la presente temporada y coliderar la Liga. Cuando se pregunta a un miembro del equipo por cuál es la calve del rendimiento del colombiano la respuesta es directa: “Falcao es pura convicción. Quiere ser el mejor delantero de esta época y esa confianza en sí mismo le potencia todas sus condiciones futbolísticas”.

Esta fascinación, extensible a todos sus compañeros y superiores, colocó rápidamente sobre Falcao un halo de liderazgo dentro del grupo. Pero es líder por cómo afronta la profesión más que por sus cualidades dentro del juego. Todos los que le tratan alucinan con la fe ciega que tiene en sí mismo y que le hace a su vez ser mejor futbolista. Una predisposición muy parecida a la que llevó a lo más alto a Raúl González, por ejemplo.

Creen que si el Atlético crece, Falcao no se marchará

El ex del Oporto congenia con la ambición del Cholo, y en el plano individual nunca se ha puesto límites. En su cabeza ve perfectamente posible hacer más goles que nadie en cualquier competición que dispute. Pero siempre pensando en aprovechar las ocasiones de cada partido. En definitiva, Falcao trabaja día a día a tope sin levantar la cabeza para observar el calendario. Al final de la temporada será momento de echar un vistazo atrás y valorar hasta dónde de lejos le ha llevado esa incansable entrega, poniéndose así un nuevo listón a superar en el curso siguiente.

Desde que jugaba en River Plate hasta en su entrevista más cercana, el jugador siempre ha declarado que su idea es crecer año a año. Muchos han visto en sus palabras el aviso implícito de una marcha programada a medio plazo a un club superior. Algo que en su país natal no entendieron cuando pasó del Oporto al Atlético. El propio Falcao sacó pecho tras los títulos de este año recordándole a sus compatriotas las críticas recibidas tras el sonado fichaje de los 40 millones de euros. A este respecto, en el club colchonero creen firmemente que si el equipo sigue creciendo en lo deportivo, Falcao no tendrá muchos motivos para abandonar la nave. Pero lo difícil será aguantar el alto ritmo de progresión que se ha autoimpuesto el crack sudamericano…

Cabe recordar, ahora que todo le va tan bien y que ya ha entrado en el olimpo de dioses rojiblancos, que el año pasado por estas fechas Falcao llegó a escuchar algún tímido silbido y bastantes murmullos por parte del público del Vicente Calderón. Debido a su técnica fuera del área, no tan depurada como las estrellas de primera clase mundial, se llegó a dudar de que un jugador así valiera tanto dinero. Pero tras la marcha de Manzano y ya con Simeone en el banquillo (quien le había entrenado en River), Falcao se ganó primero a su afición y luego al resto de España a base de goles de todos los tipos imaginables. Con sus soberbias exhibiciones en las dos finales europeas ganadas por el Atlético en 2012 terminó de encumbrarse como uno de los mejores delanteros actuales.

El riesgo de encontrar su límite

Pero como ya hemos explicado, Falcao quiere más. Su reto no es ser uno de los mejores. El colombiano quiere ser el mejor ariete del mundo y que no haya dudas de ello. Su técnico le ha otorgado un puesto entre los capitanes de la plantilla, como premio a ese carisma que irradia hacia el resto de sus compañeros. Cuando se comienza a volar tan alto, los objetivos empiezan a ser bastante más complicados de conseguir, y puede que en algún momento, el deportista encuentre su verdadero límite.

Pelear a goles con Messi y Cristiano son palabras mayores. El argentino logró el pichichi la pasada Liga con 50 tantos, récord histórico que batía el del año anterior del portugués del Real Madrid (40), quien acabó la 2011/12 con 46. Todos estos registros son difíciles de volverse a ver. Falcao, en un año convulso en el Atlético, logró 24 tantos, y todos los analistas le llamaron el primero de los goleadores mortales. Pese a estas grandes diferencias, el ‘9’ rojiblanco cree que con el buen trabajo de su equipo puede mantener el pulso a los dos cracks mundiales, y así lo transmite a sus compañeros y técnicos. No directamente con palabras, sino con incansable trabajo diario y mentalidad de superación. Una seguridad en sí mismo que potenciada por Simeone se extiende actualmente a todo el proyecto rojiblanco. Veremos hasta donde llegan Falcao y su Atlético.