La revolución que exigió Pep Guardiola puede quedar en ‘stand-by’ por enésima vez

El Barcelona puede quedar atado de pies y manos. Si el recurso que presente para evitar la dura sanción de la FIFA no prospera, el club se verá obligado a competir durante un año con lo que tiene y poco más. Todos los planes previstos, toda la planificación deportiva, quedarán aparcados hasta junio de 2015. La renovación de la plantilla quedará en suspenso, ahora que todo apuntaba que el Barcelona, esta vez sí, emprendería el plan que Guardiola consideraba vital para la buena salud del vestuario del primer equipo.

El equipo catalán recurrirá ante la FIFA tan severo castigo y, llegado el caso, al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), organismo que en última instancia adoptaría una decisión definitiva. Si la confirma, el club no podrá reforzar la plantilla como tenía previsto. El trabajo de la Dirección Deportiva quedará en stand-by. El club ya tenía perfilado un plan para reforzar el plantel en diferentes puestos. Todas las líneas del terreno de juego iban a ser retocadas. Si la sanción se mantiene, el Barcelona deberá afrontar la próxima temporada con los jugadores que posee en este momento y poco más.

Pep Guardiola avisó. Construyó un equipo ganador, pero con el paso del tiempo comenzó a ver detalles a su alrededor que no le agradaron lo más mínimo. En un momento dado se dio cuenta de que la plantilla necesitaba regenerarse con urgencia para continuar siendo competitiva. El club –Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu– no le hizo caso y el técnico optó por abandonar la nave. "Si llega un momento en el que te sientes incapaz de motivar a tus jugadores, como entrenador sabes que ha llegado el momento de marcharte", explicó Guardiola hace unos días. Más claro, imposible.

Guardiola tuvo claro que varios jugadores sobraban del primer equipo. Y algunos de ellos importantes, casos de Cesc, Piqué o Dani Alves. Determinados comportamientos no le agradaron y llegó a la conclusión de que el grupo saldría reforzado con la llegada de nuevos fichajes y la venta de algunos integrantes de la plantilla. Ya con Pep fuera de la institución, sus dirigentes siguieron mirando a otra parte. No acometieron esa revolución que el actual entrenador del Bayern consideraba vital.

Ante este nuevo escenario, si no cambia porque así lo decide el TAS, el Barcelona quedaría en una complicada situación. No podría poner en marcha una ‘operación salida’ que esta vez sí parecía decidida. La venta de Dani Alves está cantada, con un club harto de su comportamiento, tanto dentro como fuera del campo. Cesc, permanentemente silbado por el Camp Nou –sucedió de nuevo ante el Atlético de Madrid– es un jugador con un futuro incierto, pero cotizado en la Premier y con el que el Barcelona podría hacer caja. El Manchester United pujó por él y le sigue teniendo en el punto de mira.

Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu han manejado la política deportiva durante los últimos años. De manera directa y personal. Ellos son los que han diseñado la primera plantilla azulgrana, imponiendo siempre su criterio al de Andoni Zubizarreta, director deportivo del club. Esta dupla ha actuado como ha considerado oportuno, no haciendo caso a los criterios deportivos de profesionales con años de experiencia en primera línea. Las ideas de Guardiola y Zubizarreta casi nunca fueron tenidas en cuenta por el ex y el actual presidente.

Rosell y Bartomeu nunca escondieron en privado que sus criterios eran los válidos por encima de la opinión de un hombre de elite en el mundo del fútbol como es Zubizarreta. Más de un agente de jugadores puede atestiguarlo después de haber mantenido alguna reunión con el tándem de directivos. Todos los que pasaban por el despacho presidencial del Camp Nou se dieron cuenta enseguida de que para cerrar alguna operación no era necesario negociar con Zubizarreta, pues la única palabra válida era la de Sandro Rosell. Igual que ahora la única que vale es la de Bartomeu.

El técnico del Bayern también tuvo sus más y sus menos con Leo Messi, pero era consciente de que el mejor jugador del mundo debía tener un tratamiento especial. Guardiola comentó que "hay que esperar que él no se aburra y se pueda seguir sintiendo cómodo. Si es así, no falla. Cuando juega mal es porque algo de su entorno falla. Los directivos y el club tienen que ser lo suficientemente inteligentes para fichar lo que él quiera". Obviamente, Rosell y Bartomeu miraron a otra parte en algunos casos concretos, como en su día informó El Confidencial. Messi quería tener al Kun Agüero a su lado, pero los dirigentes no le hicieron el más mínimo caso…

Ter Stegen, guardameta del Borussia Mönchengladbach, es el elegido para ocupar la plaza del lesionado Víctor Valdés. Habrá que ver en qué condiciones se encuentra esta operación. El fichaje está cerrado desde hace tiempo, pero... El interesado manifestó ayer que “lo único que sé es que al final de esta temporada dejaré el Borussia”. Mientras, Gerd von Bruch, agente del futbolista alemán, reconoció en declaraciones a Sport Bild que “ahora mismo el traspaso al Barcelona está descartado".

Un caso parecido es el de Halilovic, la joven estrella croata que se comprometió con el Barcelona hace días. Sobre este asunto, parece que el jugador podría integrarse en la primera plantilla si así lo estima oportuno el club, pues este fichaje fue cerrado con el Dínamo de Zagreb y el propio jugador, haciéndose oficial días después. Eso sí, el plan del Barcelona era que el talentoso futbolista se integrara en el equipo filial la temporada que viene.

Hay tres jugadores que podrían reforzar la primera plantilla azulgrana en el caso de que la sanción se mantuviera. Todos ellos cedidos, Deulofeu (Everton), Bojan (Ajax) y Rafinha (Celta) tendrían muchas opciones de incorporarse a la primera plantilla azulgrana. El Barcelona, eso sí, ya tenía decidido que el último regresaría al club tras la gran temporada que está realizando a las órdenes de Luis Enrique.