A Alonso, sin comerlo ni beberlo, se le escapa aire del colchón

“Las estadísticas dicen que ha de tener un mal fin de semana de 20. Esperemos que el balance se equilibre de aquí al final de temporada”. Christian Horner, director de Red Bull, pronunció estas palabras sobre Fernando Alonso a finales de junio, tras su victoria en Valencia. Horner debe asentir con la cabeza a estas alturas porque, al accidente que sufrió la semana pasada el asturiano, hay que sumar una avería en el motor, otra en la caja de cambios y una última en la barra estabilizadora trasera. Con todas estas complicaciones, sufridas entre el viernes y el sábado, Alonso afronta el GP de Italia saliendo décimo.

La mala suerte o mala fortuna a la que se suele hacer referencia en Fórmula 1 tiene que ver con inconvenientes en los que un piloto se ve involucrado. No suceden porque sí, están motivados por algo, pero son hechos en los que el piloto no depende de sí mismo para defenderse de ellos. Una situación, entre otras cosas, que provocó el liderato de Alonso a principios de verano y que ahora se está “equilibrando” gracias a una serie de factores externos que le han perjudicado. Y, para más inri, en dos circuitos favorables a Ferrari y desfavorables para Red Bull, hasta ahora su máximo oponente.

Bélgica supuso un ‘cero’. Y en Italia, pese a que ha dejado la sensación de tener el monoplaza más rápido, han comenzado mal las cosas para el español. El décimo puesto que ocupará en la parrilla le obliga a realizar una salida como la del año pasado, en la que saltó del cuarto al primer puesto. Como nota positiva, el F2012 es el vehículo que mejores inicios realiza y, de cara al espectáculo, la combinación de ‘Alonso más un coche competitivo’ resulta electrizante sabiendo que arrancará desde la mitad del ‘pelotón’.

Monza, un circuito donde adelantar nos es sencillo

Lo malo para el asturiano es que en carrera ya no existirán tantas diferencias entre su monoplaza y un ‘poco eficaz’ RB8 de Sebastian Vettel, por ejemplo. El alemán se mostró mucho más lento que los Ferrari en calificación pero en carrera su actuación mejora, tal y como ha asegurado el propio Vettel (y quedó demostrado el pasado domingo en Spa-Francorchamps).

Delante de Alonso están Paul di Resta, Kamui Kobayashi, Kimi Raikkonen, Nico Rosberg, Vettel, Michael Schumacher… Massa y los dos McLaren. Demasiados enemigos para pasar en una pista donde resulta complicado el adelantamiento (así lo recordó este sábado Marc Gené) y teniendo en cuenta que la previsión de Pirelli es que se haga sólo una parada.

Así, con McLaren como favoritos, sólo Felipe Massa representa una amenaza real antes de que se apague el semáforo para Button y el ‘poleman’ Hamilton. Sólo una buena salida del brasileño parece complicar los planes para los de Woking, que están dispuestos a meter la cabeza de lleno en el campeonato.

Monza significa Ferrari y el aliento de los miles de tifosi harán que tanto Alonso como Massa dispongan de algún caballo más de potencia en su monoplaza. Después de la decepcionante calificación y el ‘nulo’ de Spa, Alonso disputará una carrera en la que peleará por no perder más ‘aire’ del colchón de puntos con los que contaba en vacaciones sobre el segundo clasificado (de 40 ha pasado a 24).