Un agradable dilema para Alonso y Ferrari: dar un 'puñetazo' o un simple 'manotazo' al Mundial

Atacar o defender. Un agradable dilema con el que Fernando Alonso y Ferrari afrontan el GP de Bélgica. La calificación le situó lejos de la primera línea, quinto (pole para Jenson Button), pero por delante de todos sus rivales en la lucha por el título. Es el asturiano el que tiene la sartén por el mango y quien puede salir a jugársela o a tratar de mantener su posición; dar un 'puñetazo' o un simple 'manotazo' al campeonato. La carretera dictará el camino adecuado y, de momento, el "podio" es el objetivo que se ha marcado. Lo que es seguro es que los demás son los que tienen que arriesgar sí o sí para no salir de Spa-Francorchamps con el liderato a medio centenar de puntos y con ocho carreras para remontar.

Una vez que el semáforo se apaga, es el piloto que más posiciones adelanta de los coches punteros. Así que no sería raro ver a Alonso en tercer o cuarto lugar a la hora de afrontar la primera curva del GP de Bélgica. De la misma manera que tampoco resultaría extraño que se quedase fuera de carrera como consecuencia del ímpetu de algún piloto que venga por detrás porque ese primer volantazo a la derecha está provocado por una curva muy cerrada. El año pasado ya sufrió una embestida y en este curso no quiere que nadie vuelva a “jugar a los bolos” con él (Pastor Maldonado sale detrás de él...). Poniendo ambas posibilidades en una balanza y mirando la clasificación y la calificación de ayer, lo normal sería asumir el menor riesgo posible. Que otros se la jueguen.

Alonso tiene su gran puerto de la jornada en esos primeros metros. Si en la salida no ocurre ninguna anomalía, al asturiano se le presenta una carrera con la gran oportunidad de seguir aumentando su diferencia con respecto al segundo clasificado. Kimi Raikkonen, a 48 puntos en la clasificación, saldrá tercero y supone el único peligro real en la lucha por el campeonato de los que salen por delante. Mark Webber, segundo 40 puntos y Sebastian Vettel, tercero a 42, saldrán lejos, desde el duodécimo y décimo y puesto, respectivamente.

Los Red Bull podrían elegir una estrategia arriesgada

Con una carrera en seco y en la que se presuponen pocas paradas en boxes, las estrategias jugarán el único papel, a priori, capaz de dar un vuelco importante a la calificación (al menos el orden de los coches punteros). En el caso de Red Bull, su aerodinámica perderá eficacia en el asfalto de Spa-Francorchamps por rodar detrás de coches más lentos que ellos, algo que también podría sufrir el F2012 de Alonso de no librarse en la salida de algún rival.

El trabajo de ‘downforce’ que no puede realizar la fibra de carbono la harán los neumáticos, con lo que su desgaste es mayor que los del monoplaza que vayan primero o sin vehículos. Cuanto más atrás, más coches hay que adelantar y, por tanto, más trabajo para las gomas. De ahí que pueda darse una estrategia arriesgada, como por ejemplo una parada temprana en boxes, para tratar de circular sin tráfico.

Una ocasión inesperada de aumentar el colchón

Una vez superada la salida, Fernando Alonso podrá ‘jugar’ a la defensiva, sin arriesgar, y haciendo lo posible por mantener un resultado similar al de calificación. Aunque, por otro lado, tiene una estupenda ocasión para ‘meter’ más puntos a sus rivales directos ya que, además de los dos bólidos energéticos, Lewis Hamilton también sale por detrás (séptimo).

No sería una sentencia, ni mucho menos, pero sí un golpe en la mesa de todas y cada una de las escuderías rivales. Un golpe moral para que en Maranello se continúe trabajando a tope y un ‘puñetazo’ anímico para que en Woking y en Milton Keynes vayan visualizando 2013.

Los planes iniciales y las estrategias que cada uno trace pueden irse al traste si aparece la lluvia que no se espera. Además, esto es Spa y desde la décima posición, como la que ocupa este año Vettel, Kimi Raikkonen ganó la carrera en 2004. Tal y como señaló ayer Alonso, "ha sido un buen sábado", pero que "hay que rematar la faena este domingo".