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El arte de hacer caca
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un libro recopila el universo de las heces

El arte de hacer caca

Juan Díaz-Faes ilustra con mucho humor y pulcritud un diccionario enciclopédico de los distintos tipos de cacas según su forma, olor y densidad. Rompiendo tabúes...

Foto: 'Escacalógico', de Juan Díaz-Faes
'Escacalógico', de Juan Díaz-Faes

El nombre ya nos indica todo. Se llama Escacalógico (Yorokobu) y es un diccionario enciclopédico de los distintos tipos de cacas. ¿Por qué? Pues porque “la caca es el sexo del siglo XXI”, como asegura su autor, el ilustrador Juan Díaz-Faes. Si en los años cincuenta el tabú era el sexo, ahora la caca le ha sustituido.

Y él quiere desmontar ese tabú. Para ello ha creado una cosmología que analiza los distintos tipos de heces. Son 150 (sí, hay tanta variedad) que surgen, explicaen el manual de uso de este pseudocientífico y humorístico libro, de “referentes culturales universales, del POP!, de la fantasía, de documentos científicos, del realismo mágico, de los medios de comunicación… De toda la literatura que nos meten en la cabeza desde que nacemos hasta que morimos y que, entre medias, por algún lado tiene que salir”. Precisamente por donde piensan.

Díaz-Faes ha ilustrado 150 fichas de cacas, mojones, truños y heces modelo Ikea, caída libre, meteorito, punk, Elvis, minimal, preceptiva, chorizos, serpentina, bomba, gusano o tirabuzón. Todas catalogadas según su olor , forma y densidad y acompañadas por textos de Mar Abad que hacen referencia a su definición, imágenes históricas, diagnósticos y hasta consejos para no sufrir. Por ejemplo, la caca tipo ciempiés es de aroma delicado, forma cilíndrica y densidad pastosa y la tipo caída libre sirve para hablar deAlan Eustace, un ejecutivo de Google que se lanzó en caída libre desde 40.000 metros en Nuevo México.

Imagen del libro 'Escacalógico'Pero no pensemos sólo en la escatología (o laescacalogía) porque este manual, además de grandes dosis de humor, parte de la Escala de Bristol, un estudio realizado en los años noventa por dos gastroenterólogos de la universidad británicaque analizaron los distintos tipos de heces. Su tratadose convirtió al poco tiempo en una herramienta médica y de diagnóstico.

Díaz-Faes explica que este libro de cuarto de baño nace de un póster en el que catalogaba 30 tipos de cacas. “Lo hice para una exposición colectiva que finalmente se anuló, así que lo puse a la venta en mi web y, de repente, se empezó a mover bastante, la gente lo compartía, etiquetaba a sus amigos, comentaba… Me sirvió para darme cuenta de que el tema interesaba más de lo que pensaba e intenté hacerlo más completo”.

A los pocos días, la colección de heces superaba las 200. Finalmente se quedaron en las 150 que están en un libro que su autorno quería que fuera soez, grosero o incómodo. “Busqué una gráfica atractiva y agradable, pero intentando que no fuesen dibujos infantiles o graciosos para conseguir la seriedad que buscaba en el libro –casi elegantes, diría-. Ya tenía los ingredientes y sabía qué plato quería hacer, sólo me faltaba poner algo de música y empezar a cocinar”, cuenta a El Confidencial.

'Escacalógico', diccionario ilustrado de cacas¿Y hay tanta variedad en eluniverso de las cacas? “La forma o la textura del dibujo era la que daba nombre a cada caca. Fue fácil porque primero fue la imagen y luego el nombre. Una vez bautizadas todas las cacas, Mar Abad se encargó de darles una historia, un pasado y una realidad a cada una de las cacas. Fue una parte muy divertida”, asegura.

Quien caga bien...

El ilustrador no es el primero que habla de los excrementos. La caca, además de en el imaginario colectivo,está presente en la literatura desde el Antiguo Testamento e ilustres pensadores como Hegel definieron la defecación como “una repugnancia abstracta de uno mismo, de su propio ser” y Günter Grass “saluda con júbilo a su zurullo en un poema: Mi desecho me resulta más cercano que Dios o que tú”.

Escacalógico también se detiene en su parte históricaen el doctor en literatura Florian Werner, quien explicó la historia y la presencia de los detritos corporales en la cultura occidental en su libro La materia oscura. Historia cultural de la mierda (Tusquest).Defiende que la caca, como algo inherente al ser humano, explica la historia de la humanidad y está en todos lados, en las supersticiones, los negocios, la leyendas, la literatura, los remedios medicinales e incluso como remedio para el mal de amores.

placeholder Imagen del libro 'Escacalógico'

Pero nosólo de anécdotas y tipologías vive la caca. Ya los griegos usaban el verbo kakkáo, los romanos cacere y los celtas, cacha. Su uso cotidiano, eso sí, empieza a ser invisible, explica Werner, después de algunas catástrofes olfativas como la Gran Pestilencia de Londres de 1858.

Además de que puede ser una de las palabras con mayor número de sinónimos. “La designación cambia la esencia de los excrementos”, dice Werner. Por eso, no es lo mismo la mierda y la caca más vulgar a las heces y las deposiciones de las que hablamos con el médico. “Llamadlo tranquilamente deyección, deposición, caca, mierda, cagajón, excreción, materia fecal, excremento, plasta, cagarruta, purín, egagrópila, pedacito de mierda, chorizo y cagarrutillas. Yo creo que es azafrán de Hibernia”, escribió el literato renacentista François Rabelais.

Werner, quien defiende que “la mierda es indispensable para nuestra autognosis como personas modernas”, asegura que hay una constante común a toda boñiga. “Está cargada de fuertes estigmas sociales, apesta, provoca asco, no es apta para el consumo y es considerada impura”. Su repulsión, añade, es “meramente cultural y, por tanto, modificable”. Y este libro por lo menos en papel –por cierto, el papel higiénico moderno lo inventó el estadounidense Joseph Gayetty en 1857 y “el primer rollo papel con número de hojas garantizado” se comercializó en 1928 gracias al alemán Hans Hakle Klenk-convierte esa materia oscura en agradable para la vista y muy divertida.

El nombre ya nos indica todo. Se llama Escacalógico (Yorokobu) y es un diccionario enciclopédico de los distintos tipos de cacas. ¿Por qué? Pues porque “la caca es el sexo del siglo XXI”, como asegura su autor, el ilustrador Juan Díaz-Faes. Si en los años cincuenta el tabú era el sexo, ahora la caca le ha sustituido.

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