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"Hay que defender al lector antes que nada"
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PALOMA BRAVO PUBLICA 'LA PIEL DE MICA', SU SEGUNDA NOVELA

"Hay que defender al lector antes que nada"

Micaela, o Mica, es de esa generación que nació en los 70, como hijos de la democracia y que vivieron la movida de los 80 como

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"Hay que defender al lector antes que nada"

Micaela, o Mica, es de esa generación que nació en los 70, como hijos de la democracia y que vivieron la movida de los 80 como preadolescentes o casi adultos. Maduraron en una época de bonanza, estudiaron en la Universidad y trabajaron en lo que fuera, porque había donde elegir. Una generación que, llegados a la treintena o cuarentena, se encuentran en paro, sin futuro, y sin pareja. Esto último no es propio de una generación, solo faltaría, pero Mica es especial. Es energía, es sangre, es sexo, es piel: es una chica que no se rinde ante ninguna dificultad. Y está elaborando su currículum. En realidad, se lo están haciendo sus amigos. Porque el currículum, al final, es el conjunto de personas con las que uno se cruza a lo largo de su vida.

La piel de Mica (Plaza Janés) es un libro para sentirse identificado con su protagonista, aunque sea de puntillas. Su autora, la periodista y escritora Paloma Bravo, ya se da por contenta si logra que el público encuentre lo mismo que ella buscaba: “Es el retrato de mucha gente, mujeres y hombres, que nos hicimos mayores pensando que íbamos a tener trabajo y pareja estable y a los 30 o 40 tendríamos la vida resuelta, mientras que ahora nos encontramos que ese mito se deshace”. 

Bravo se lanza a por su segunda novela tras La novia de papá, un libro que no solo le dio buenos resultados en el aspecto literario. Se hizo la adaptación para televisión, aunque la futura serie se encuentra a la espera de que la productora Ganga (Cuéntame), que compró los derechos en 2011, empiece con la grabación. Pero además, su autora explica que está trabajando también en una versión para teatro. Lo que viene siendo aprovechar el tirón, sin más, porque la autora no pretende convertirse en guionista, algo demasiado "difícil" según su punto de vista. 

Algún jefe bueno queda

Es verdad que a Mica no se le ha dado bien lo de buscar novio. A pesar de ser precoz y muy activa sexualmente, no ha encontrado a su media naranja. De hecho, si buscan algún perfil masculino, en La piel de Mica están casi todos, ya sean amantes o no de la protagonista: está el amigo fiel y racional, el padre ausente, el hermano comprensivo, el marido perfecto, el suegro paternalista, el jefe mediocre y pasota, el traidor y el que se tira a todas las empleadas… Son los hombres de Mica, pero en el fondo son los perfiles tipo del ser humano universal. Lo mejor, según su autora, es que Mica encuentra en todos “su lado más oscuro”.

Los jefes son ese universo de hombres con los que Mica tiene que lidiar cada día: abusones, mediocres, egocéntricos.... Al igual que con los amantes, no tiene buena suerte con ellos, y se topa con lo ‘mejorcito’ del mercado. Pero es mucho más que eso. Lo que hay detrás de toda una sarta de situaciones perfectamente reales sobre las relaciones de poder es una metáfora de la situación política: “Llevan muchísimos años mandando los mismos, y de la misma manera”, pero las cosas "están cambiando", continúa, y ya no cabe decir “que siempre se ha hecho así”. Y vuelve al tema de los jefes, para matizar: “Bueno, alguno bueno sí que hay”. 

Bravo ha intentado librarse de la sombra vigilante de tener superiores, pero confiesa que se le “ha dado fatal”. La piel de mica publicó su segunda edición a los cinco días, pero aun así la venta de los libros no da grandes ingresos. “Ni pensarlo”, asegura, lo de vivir de los libros hoy día, a no ser que se trate de un superventas al estilo de J. K. RowlingPérez Reverte o Dan Brown. La autora se sitúa en ese perfil de escritor de clase media que está por desaparecer debido a los bajos réditos que obtienen por sus obras, sumado a la caída de las ventas global del sector. Acaban escribiendo, nunca mejor dicho, por amor al arte: “No sé si es la industria, la verdad, pero se aprovechan un poco de los que escribimos porque no podemos dejar de crear”. 

Una oferta desordenada

El sector editorial vive un momento complicado y la última edición de la Feria del Libro, que se inauguró el pasado viernes, se enfrenta a un público con los recursos más bajos de los últimos años. A la crisis global se suman otros factores específicos del sector, y la periodista añade uno más, desde la óptica del consumidor: el exceso y el desorden en la oferta. “Tengo la sensación de que estamos confundiendo mucho al lector, casi no se ve nada de lo que hay”, explica. Bravo señala que, en un mundo donde todas personas están conectadas, habría que cambiar el acceso y la información hacia los lectores, sobre todo porque la gente cuenta con menos dinero: “Cuando uno hace una inversión en un libro tiene que tener más garantías de que le va a gustar”.Me parece una falta de respeto que un libro electrónico cueste lo mismo que el papel

A Paloma Bravo, mujer inmersa en las redes sociales, le acompaña un libro electrónico. Ha puesto especial empeño en que su Piel de Mica, cuya versión digital está a 2,49 euros, tuviera un precio adecuado. Aunque gane menos con ello. “Me parece una falta de respeto que un libro electrónico cueste lo mismo que el papel”, asegura. Lo dice, además, en el contexto de una Feria del Libro que se ha declarado en defensa de la versión impresa, tal y como expuso la presidenta del Gremio de Libreros de Madrid, Pilar Gallego, en la presentación de la Feria. El enemigo está definido para el Gremio: las tiendas digitales como Amazon "amenazan" al librero tradicional. Bravo aplica un matiz esta teoría: está bien proteger al distribuidor de siempre, pero lo primero, antes que nada, “es defender al lector”. 

La piel de Mica no es un libro autobiográfico, insiste. Hay tantas similitudes entre las dos que siempre acaban preguntándole lo mismo: “De Mica me gustan sus amigos y comparto con ella esa forma de no rendirme, pero ante todo es una novela”. Está bien que lo aclare, porque en su cuenta de Twitter esboza una declaración de principios, “Mi mejor CV son mis amigos”, que resume la historia de su protagonista. Los hombres de Mica son su experiencia en la vida. Como una versión 2.0 del refrán: dime con quién andas, y así será tu currículum.

Micaela, o Mica, es de esa generación que nació en los 70, como hijos de la democracia y que vivieron la movida de los 80 como preadolescentes o casi adultos. Maduraron en una época de bonanza, estudiaron en la Universidad y trabajaron en lo que fuera, porque había donde elegir. Una generación que, llegados a la treintena o cuarentena, se encuentran en paro, sin futuro, y sin pareja. Esto último no es propio de una generación, solo faltaría, pero Mica es especial. Es energía, es sangre, es sexo, es piel: es una chica que no se rinde ante ninguna dificultad. Y está elaborando su currículum. En realidad, se lo están haciendo sus amigos. Porque el currículum, al final, es el conjunto de personas con las que uno se cruza a lo largo de su vida.