La Feria del Libro mira al cielo

El libro se encomienda a la meteorología para que le dé un respiro a una de las ediciones más complicadas de la Feria del Libro de Madrid, que arranca hoy en El Retiro. Sólo faltaría la lluvia para rematar la peor situación de partida para el libro. Para empezar, los españoles sufren el peor registro de poder adquisitivo de la serie histórica, que se inicia en 1981. Los salarios apenas han subido un 1,3 % en el último año, según el Ministerio de Empleo. Mientras, los precios crecieron un 2,9 %. Es decir, que el poder de los asalariados se ha devaluado en 1,6 puntos porcentuales.

De ahí que los datos del INE señalen otra piedra en el camino: la inversión en bienes y servicios culturales por hogar y persona ha caído. Si en 2011 gastábamos 341 euros, en 2012 cae hasta 312 euros, es decir, un 8,5 %. Un parado gasta 174 euros en cultura anualmente, un 6,2 % menos que antes. Y un trabajador ha pasado de invertir 379 a 352 euros (un 10,8 % menos). No extraña por lo tanto que la visita a las bibliotecas haya crecido en visitantes de un 17,6 % en 2007, a 20,5 % en 2011.

Al menos el precio del libro en papel no se dispara: crece el número de los publicados a menos precio, sobre todo en el tramo de 7 a 10 euros (7,2 %) y el de 10 a 15 euros (8 %). El tramo de los 20 a 30 euros ha caído un 12,6 %. De hecho, en el año 2008 el 68,7 % de los libros publicados se vendían por debajo de los 20 euros, y en 2011 crecía hasta el 69,2 %.

El anuario de estadísticas anuales de 2012 descubre que el gasto anual destinado al libro dedicado por hogar ha caído un 18% en un año, de 71,9 euros a 58,8 euros. Y por persona el 17,4 %, de 26,9 a 22,2 euros. Con una caída del 20 % en ventas desde 2009 cada año se venden 10.000 ejemplares menos.

Jóvenes sin trabajo

Según el estudio de la Federación del Gremio de Editores de España (FGEE) el 42,5 % de la población lectora compró el último libro leído y sólo un 40,8 % de la población lectora lee en su tiempo libre. Estos son los lectores fieles. Es determinante que el grupo de edad que más lee, los jóvenes de 15 a 24 años son los que también más usan las librerías. Además, el salario anual medio con 16 años es de poco más de 10.000 euros y con 24 años algo más de 13.000 euros. Sin embargo, la gran lacra es que el 57 % de los menores de 25 años está parado.

A pesar de ello los títulos “de creación literaria” registrados en el ISBN y publicados desde 2007 a 2011 suponen un crecimiento del 47,8 %, de 15.996 a 23.654, respectivamente. Así que se vende mucho menos, pero se publican muchos más títulos a la espera de que alguno dé el campanazo. Eso sí, según los datos del INE, la tirada media se sitúa en 1.345 ejemplares por título, lo que supone un descenso del 22,4 % con respecto al año anterior.

“La clave del éxito estará en el cielo”, dice Antonio María Dávila, secretario de la FGEE. La climatología ayudará a remontar un año en el que las devoluciones de las librerías a los almacenes de las editoriales se han disparado. Los libros cada vez duran menos en las librerías, porque no se venden y llegan nuevos. Hay que hacerles hueco.

La devolución y los bancos

Mucha novedad y poca financiación, dice Dávila. “Los bancos y los banqueros lo están haciendo rematadamente mal. No están cumpliendo con sus funciones. Los libreros antes aguantaban las novedades durante más tiempo porque tenían apoyos del banco, pero ahora se ven obligados a devolver para no pagar más libros de los que pueden vender en corto plazo”, apunta.

Para los editores la Feria esta edición es diferente a la anterior por dos razones: la caída de ventas crece por la paralización del consumo del ciudadano. Y, además, la piratería: “A pesar de haber mayor oferta legal, la descarga ilegal ha aumentado y disminuido la venta digital”. Dávila no cree que el precio del libro sea un factor disuasorio, porque el bolsillo está a 7 euros “y el digital a 8 euros”. Por si fuera poco, “las bibliotecas públicas han sufrido el mayor recorte de compras de todos los tiempos”. Y eso tampoco ayuda a respirar ni a las editoriales, ni a los lectores.

Publicidad, promoción y venta

Al libro le falta apoyo y animación, lo dice Lola Larumbe, propietaria de la librería Rafael Alberti. Librera. “Falta la complicidad de las instituciones”. La petición de Larumbe hace referencia a la concreción de ventas en tres fechas clave del año, Navidades, día del libro y Feria. Para entender el fenómeno reclamo de una fecha publicitada y promocionada como la de La Noche de los Libros basta con la recaudación de una de las librerías más famosas del centro de la capital: esa jornada vendieron cerca de 13.000 euros, cuando lo normal son 2.000 euros.

Hables con el libreo que hables explicará que se publica mucho más y se vende mucho menos, que la producción debería ser más acorde al momento por el que se pasa, pero que las grandes empresas no quieren ver la cruda realidad. En vez de achicar agua, inundan. Pero lo que más lamentan es la desaparición de las librerías de los más jóvenes. Han dejado de comprar, han dejado de existir. El objetivo de la Feria es recuperar al lector más joven.