Los dos cambios en la cena que reducirán tu peso sin esfuerzo

La cena es una de las comidas determinantes en la dieta y, en consecuencia, con el peso. No solo comer mucho o comer mal por las noches está relacionado con la producción de grasa sino que además existen otros factores que te están haciendo engordar y que no eres consciente de ellos. Evitarlo está en tus manos. Ponerse a régimen no es nada fácil y tener una buena alimentación o buenos hábitos en ese instante del día en que no vamos a consumir energía y en el que apenas se queman las calorías. Como sabes, la mayoría de las calorías se deben ingerir deben ser en la primera mitad del día.

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Si estás tratando de perder peso es probable que estés centrado en lo que comes, cuándo y cómo lo haces. Es comprensible que si has pasado el día ocupado, al llegar a casa te pueda la desidia y cojas lo primero que encuentres, por ello, debes prestar mucha atención a estos dos sencillos cambios que te ayudarán a mantener la línea sin apenas esfuerzo.

No ver la televisión

De acuerdo a un estudio realizado en la nueva Universidad Estatal de Ohio, la estructura de las comidas puede ser incluso más importante que la frecuencia de los mismos. Después de encuestar a más de 12.800 residentes de este estado estadounidense, que comentaron cenar en familia al menos una vez a la semana antes de la investigación, se descubrió que las personas que nunca ven televisión o vídeos durante la cena tienen un 37% menos probabilidades de ser obesos en comparación con la gente que se mantiene pegada a sus pantallas mientras comen.

Las personas que cocinan en casa todos los días tienen un 26% menos de riesgo de padecer obesidad

Sentándote a ver tu serie preferida o la película o consurso de la semana, dejarás de escuchar el sonido de tu boca mientras masticas, lo que causará que comas en exceso, según una investigación realizada por la Universidad Brigham Young-Provo en Utah. "Sintoniza con tu comida en lugar de con la tele. Cuanto más atención prestes a tus alimentos, menos probable es que te excedas con el tamaño de las porciones", dicen los expertos.

Y no solo eso, la exposición persistente a la luz durante la noche, incluida la que generan una pantalla de ordenador o un televisor, podría conducir a un aumento de peso, según sugiere un estudio de la misma universidad publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'. Los autores creen que la luz altera los niveles de melatonina, hormona que participa en el metabolismo y que además podría interrumpir el ritmo de los genes circadianos que ayudan a controlar el momento en el que se come y se está activo. "El momento de la cena es crítico para ganar o no ganar peso", señala Laura Fonken, directora del estudio.

Cocinar tú

Las personas que cocinan su comida en casa todos los días tienen un 26% menos de riesgo padecer obesidad que suelen comer alimentos preparados en casa. Los que siempre preparan su tupper y que nunca ingieren la comida delante de sus televisores tienen un riesgo menor (47%) de sufrir esta enfermedad a la que ya llaman la epidemia del sigo XXI.

Las personas que nunca ven la televisión durante la cena tienen un 37% menos de probabilidad de ganar peso

Además, las personas que cocinan por su cuenta suelen consumir muchas menos calorías, grasas y azúcares, según un estudio de la Universidad John Hopkins Bloomberg School of Public Health. Es menos probable que eches mano de las comidas congeladas y comida rápida cuando haya que comer fuera.

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Así que incluso si no sueles pasar mucho tiempo entre fogones, trata de facilitarte un tiempo para intentarlo y saber exactamente lo que tienes en la despensa. Si bien los investigadores no pudieron demostrar una relación causa-efecto, los estudios anteriores sugieren que estos dos factores pueden desempeñar un papel importante en el control del peso.