Los tres consejos para prevenir los peores problemas en las parejas

Disfrutar del amor de pareja es algo bonito y que todos deseamos. Sobre todo, cuando las cosas marchan bien. Pero también es un desafío, compartir una vida con otra persona en ocasiones puede resultar difícil: las discusiones, los planes de cada uno, la disparidad de opinión respecto a algo ya acaecido…

No hay que preocuparse por pasar algunos momentos peores y por rachas más complicadas, son consecuencias propias de la convivencia, pero también hay que ser conscientes que determinadas discusiones o situaciones incómodas pueden ser solucionadas antes de que ocurran.

“Mejor prevenir que curar”. Este refrán suele utilizarse, sobre todo, en el mundo de la medicina, pero también puede aplicarse perfectamente a las relaciones amorosas. Esta es la visión que el escritor y profesor Robert Taibbi tiene sobre las parejas y, por estos motivos, ofrece los siguientes consejos en Psychology Today.

1. La comunicación

Es un tema muy incidente en todas las relaciones de pareja y quizá parezca demasiado obvio, pero no lo es tanto. Sobre el papel todos sabemos cómo debemos comunicarnos e, incluso, somos buenos consejeros para nuestros amigos cuando son ellos los que sufren problemas de pareja.Pero cuando los sufrimos nosotros… Ver las cosas desde fuera es sencillo, pero tener una buena comunicación en nuestra pareja ya es más complicado y es unade las claves para evitar problemas.

Al igual que cualquier otra habilidad, practicando se mejora. Uno de los mejores consejos en comunicación es mantener la calma e intentar razonar en cualquier conversación. Mostrar los sentimientos o preocupaciones es necesario en todas las relaciones y, por tanto, debemos ser lo suficientemente valientes de sacar a la palestra cualquier tema que nos parezca importante, aunque tengamos miedo de enfadar a la otra persona.

Si juntamos estos dos consejos, nos encontraremos con un buen comienzo para conseguir una comunicación más sana y plena, pero no olvidemos que no solo hay que hablar por hablar, la idea es aplicarlo hacia un objetivo, una solución.

2. Heridas de la infancia

Muchos problemas de pareja no son propios, sino que proceden de mucho tiempo atrás. Todossomos más sensibles respecto a algúnaspecto de nuestra infancia (que nos controlasen, que nos dejaran solos, que nos criticaran…).

Estos inconvenientes son bastante frecuentes y no son culpa de nuestra pareja. Esas discusiones en las que nos sentimos niños por un momento pueden acabar creando un enfado mucho mayor, una dinámica negativa y hartazgo en una de las dos partes, o en ambas.

El profesor Taibbi ofrece tres salidas para adelantarse a este tipo de conflictos:

• Reconocer que es un problema propio y antiguo y que poco o nada tiene que ver con nuestra pareja.
• Responder con asertividad, no con negación. Dejarse llevar por la ira no es la mejor solución y causa más inconvenientes que ventajas. Hay que recordar que somos adultos, no niños.
• Sigue por el camino indicado para tener más autocontrol hasta que sea cada vez menos sensible a estos sentimientos negativos y sufrir menos baches emocionales de este tipo.

3. La visión

¿Cuántos problemas surgen a raíz de la diferente visión de futuro que tiene cada uno? Conciliar los objetivos laborales, con los familiares oamorosos puede ser bastante complicado. Incluso, es posible que llegue a haber problemas en cosas de menor importancia como qué hacer un fin de semana o el plan para una noche particular.

Con el paso del tiempo, nuestras vidas cambian y hemos de ser conscientes de los problemas de compatibilidad que puede conllevar ello. La clave, por difícil que parezca, es estar abierto a esos cambios y saber adaptarse a las nuevas necesidades que surjan en la pareja.