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Llevo 15 años viviendo en Guadalajara y estos son los sitios que no tienen nada que envidiar a Madrid
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Llevo 15 años viviendo en Guadalajara y estos son los sitios que no tienen nada que envidiar a Madrid

Descubre esta capital a menos de una hora de Madrid, que no sufre de aglomeraciones y que conserva importantes monumentos que merece la pena visitar

Foto: Fachada del Palacio del Infantado en Guadalajara. (EFE)
Fachada del Palacio del Infantado en Guadalajara. (EFE)

Esta ciudad de unos 85.000 habitantes, a tan solo una hora de Madrid, es una de las capitales de provincia más desconocidas de nuestro país. Es mucho más habitual visitar Toledo, Cuenca, Ávila o Segovia que Guadalajara, que también tiene mucho que ver a apenas 50 kilómetros de la capital y en plena autovía hacia Zaragoza.

Una ciudad tranquila, con numerosas zonas verdes, que guarda algunas gratas sorpresas para quienes quieran visitar monumentos con historia o comer productos gastronómicos típicos. Es cierto que, entre ellos, se cuelan algunos solares en el centro, lo que a veces le juega una mala prensa respecto de su interés turístico.

En una sola jornada, podrás ver lo más importante de esta ciudad, caminando tranquilamente y con todo relativamente cerca. La Oficina de Turismo está en plena Plaza del Concejo, junto al Ayuntamiento, y allí te podrán dar un mapa y toda la información sobre visitas y horarios.

Mi recomendación personal, tras vivir más de quince años en esta ciudad de tamaño medio, es que no puedes perderte algunos de sus tesoros, bastante desconocidos aún por muchos. Entre ellos se encuentra el Palacio de los Duques del Infantado, uno de los imprescindibles de Guadalajara, construido en el siglo XV.

placeholder El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en el patio de los leones del Palacio del Infantado. (EFE/ Pepe Zamora)
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, en el patio de los leones del Palacio del Infantado. (EFE/ Pepe Zamora)

De estilo gótico isabelino y renacentista, fue la residencia de la familia de los Mendoza, que han dejado su huella en esta ciudad de Castilla-La Mancha. Su fachada está decorada con piedra tallada en punta de diamante y cuenta con una preciosa galería superior. Además, se puede acceder al patio de los leones de forma gratuita, donde la ciudad organiza eventos como el Maratón de los Cuentos, una Fiesta de Interés Turístico Regional. En su interior alberga el Museo de Guadalajara, aunque lo más interesante es el edificio en sí.

Otro monumento que no te puedes perder es el Panteón de la Condesa de la Vega, un lugar sorprendente que debes visitar preferentemente en un día soleado. ¿El motivo? Las coloridas cerámicas vidriadas de la cúpula. Acceder a su interior cuesta 3 euros y hay visitas cada 30 minutos guiadas. Este edificio es uno de los iconos de la ciudad, un mausoleo de inspiración bizantina dedicado al mecenazgo de la condesa de la Vega del Pozo y duquesa de Sevillano, María Diega Desmaissieres, muy querida en Guadalajara y que encargó a Ricardo Velázquez Bosco este panteón familiar, que se encuentra junto al parque de San Roque, en Adoratrices.

Muy sorprendente también es la Capilla de Luis de Lucena, muy cerca de la Concatedral de Santa María (el principal templo de Guadalajara, de estilo mudéjar, construido sobre una mezquita en el siglo XIV). Esta capilla fue mandada construir por el humanista Luis de Lucena en el siglo XVI y estaba adosada a una iglesia que fue derribada. No solo es interesante su arquitectura exterior de ladrillo, sino también sus frescos pintados por grandes artistas italianos de la época. Acceder cuesta solo un euro.

Otro de los imprescindibles es el Palacio de la Cotilla, del siglo XVII, donde se ofrecen cursos de música y bailes tradicionales. Fue la residencia privada de los Marqueses de Villamejor, quienes vivieron un tiempo en Marsella, donde adquirieron una colección de papel de arroz con decoración tradicional china que decora las paredes del llamado Salón Chino, una habitación excepcional en toda Europa y de visita obligada.

También es interesante visitar la cripta de San Francisco, de la familia de los Mendoza, bajo el ábside de la iglesia del mismo nombre. Una copia del Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial y que fue profanada por las tropas de Napoleón a su paso por Guadalajara. Para pasear, no dejes de recorrer las calles más céntricas, pasando por la Plaza Mayor, dejando a un lado la Iglesia de San Nicolás o la Iglesia de San Ginés. Bien merece también la pena la entrada al patio del Instituto Liceo Caracense, que fuera el antiguo Palacio de Don Antonio de Mendoza, o la Biblioteca del Palacio de Dávalos.

Foto: Rihonor de Castilla y Rio de Onor. (Turismo de Portugal)

El Paseo de San Roque o el Parque de la Concordia son ideales para tomar un helado o algo en una terraza con buen tiempo. Tampoco debes perderte los dos torreones que aún se conservan en la ciudad, el de Alvar Fáñez, de la muralla califal que rodeó la ciudad en época musulmana, con un bonito jardín a sus pies. Y el Torreón del Alamín, al que puedes acceder consultando los horarios y ver cómo era la Guadalajara medieval y sus murallas.

Las Ferias de esta ciudad, que guarda otros restos como la Puerta de Bejanque o el Alcázar, se celebran en septiembre y es típico de aquí no solo la miel alcarreña, sino los bizcochos borrachos que puedes probar en algunas pastelerías. Además, el río Henares baña esta ciudad y puedes recorrer su ribera.

Esta ciudad de unos 85.000 habitantes, a tan solo una hora de Madrid, es una de las capitales de provincia más desconocidas de nuestro país. Es mucho más habitual visitar Toledo, Cuenca, Ávila o Segovia que Guadalajara, que también tiene mucho que ver a apenas 50 kilómetros de la capital y en plena autovía hacia Zaragoza.

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