Geolocalización constante, varios test y excursiones burbuja: así vuelven los cruceros

Ha tenido que pasar más de un año –14 meses concretamente– para ver zarpar de un puerto español un crucero con destino internacional. El último sábado de junio el MSC Grandiosa fue el barco afortunado en reanudar la actividad con otros países, tras partir del Puerto de Barcelona con destino a las ciudades más emblemáticas del Mediterráneo Occidental: Génova, Civitavecchia-Roma, Nápoles, Palermo, Valetta (Malta) y vuelta a Barcelona.

TE PUEDE INTERESAR

Llega a Barcelona el primer crucero desde el inicio de la pandemia con 2.500 pasajeros

Europa Press

Para que la actividad crucerista se haya podido retomar de manera segura, la naviera ha puesto en marcha un protocolo específico de sanidad e higiene. MSC Cruceros ha colaborado con las autoridades españolas –tanto a nivel central como local, incluyendo el Ministerio de Sanidad y Puertos del Estado– para garantizar que las medidas de salud y seguridad implementadas como parte del reinicio de la actividad cumplieran y superaran todas las regulaciones.

Este protocolo de seguridad y salud pionero incluye la realización de pruebas de antígenos antes de embarcar, el uso obligatorio de la mascarilla, la geolocalización constante de los cruceristas, excursiones burbuja y un plan de contingencia para no sobrecargar la infraestructura en caso de un positivo, entre otras medidas. Precisamente estas medidas de seguridad han permitido localizar y aislar a bordo a tres pasajeros positivos en coronavirus que desembarcaron este sábado en Barcelona.

Dos test de antígenos antes de embarcar

Siguiendo en protocolo que la naviera ha implementado en toda su flota, para embarcar en el MSC Grandiosa es necesario presentarse en el puerto con un test de antígenos con resultado negativo realizado como mucho 48 horas antes.

Pero no solo vale con esa prueba, una vez se llega al puerto y se pasa los primeros controles, la propia organización de la naviera realizará otro test de antígenos. Si este también da negativo, los cruceristas podrán subir a bordo y disfrutar del viaje.

Además, si fuera necesario realizarse un test para volver al país de origen, como sucede con España, la compañía da la posibilidad de realizarlo a bordo.

Pulsera con geolocalizador

Los pasajeros llevan en sus muñecas la típica pulsera que se emplea para registrar los pagos en los diferentes establecimientos y abrir las puertas de sus camarotes; pero en el marco de las nuevas medidas también sirve para monitorear a los viajeros por si fuera necesario localizar a cruceristas que hayan estado en contacto con un positivo en covid-19.

El director de MSC Cruceros en España, Fernando Pacheco, explicó en rueda de prensa que, "estas pulseras permiten, si el pasajero da positivo en un nuevo test de antígenos, saber con quién ha estado en contacto y de esta manera rastrear los demás contactos".

En la práctica, gracias a esta pulsera fue posible rastrear a los contactos de los tres contagiados (14 personas), que dieron negativo en las pruebas.

Excursiones burbuja

Al llegar a los puertos para visitar las ciudades los cruceristas solo podrán bajar a tierra en excursiones protegidas por una “burbuja social”. De este modo, solo podrán contratar las excursiones organizadas por la compañía (antes del covid-19 podían bajar libremente del barco), para que la naviera pueda garantizar que los pasajeros no corren riesgo de contagiarse.

De este modo, las excursiones se realizan en grupos burbuja, realizándose en "áreas en exclusiva" para los clientes del crucero, según explicó Pacheco. Del mismo modo, los autobuses están completamente higienizados y los guías y conductores se han sometido a un test de antígenos antes de cada jornada.

Mascarillas, gel y temperatura

A bordo del MSC Grandiosa el uso de mascarillas en las zonas públicas es obligatorio, a pesar de haber pasado los test de antígenos. Evidentemente, existen las salvedades de sentido común como los momentos de ingesta y los baños en las piscinas.

El gel hidroalcohólico también está presente en el barco y la toma de la temperatura a los pasajeros a lo largo de los días es obligatoria.

Del mismo modo, la tripulación realiza una limpieza y desinfección constante de las instalaciones. Además, se realiza una ventilación con aire limpio por sistema HVAC.

Asimismo se han limitado aforos y han llevado a cabo todas las medidas posibles para facilitar la distancia social, como inhabilitar mesas en los comedores, aumentar la separación de ellas o bloquear ciertos asientos. Además ciertas instalaciones se encuentran fuera de servicio, como la discoteca o la pista de fútbol.

Espacio de aislamiento a bordo

El Grandiosa, que viaja sin superar 70% de su capacidad total, cuenta con un espacio de aislamiento a bordo.

En este sentido, existe un plan de contingencia que, en caso de tener algún positivo, no sobrecargaría las infraestructuras locales sanitarias.

Pacheco apuntó que en caso de presentar síntomas, esta persona sería aislada y desembarcaría al día siguiente, "en el primer puerto que fuera posible y seguro", para llevarlo a un hospital o bien a un hotel en el que realizar cuarentena, según las condiciones del afectado.

Medidas para la tripulación

La mayoría de los trabajadores del barco ya están vacunados contra el covid-19. De todas formas, toda la tripulación se somete a un test de coronavirus como mínimo tres veces antes de embarcar y semanalmente una vez a bordo.

Además, no se les permite desembarcar en ningún puerto durante los meses de trabajo para evitar riesgos de contagio.