El turismo de cruceros vuelve a zarpar este verano con viento de cola

En este verano de salida de la pandemia, hay un subsector turístico que está a punto de zarpar con viento de cola. El turismo de cruceros se empieza a recuperar tras un año muy negro: en 2020 perdió solo en España 2.400 millones de volumen de negocio, 20.000 empleos y 559 millones en salarios.

Así se presenta el panorama actual: 1) Las compañías navieras no reanudarán la actividad de todos los barcos al mismo tiempo. 2) Los protocolos de seguridad serán exigentes. 3) Se está a la espera de cómo reacciona el mercado. 4) La activación de la demanda será gradual. 5) Junto a las compañías, los puertos españoles afinan en estos días su estrategia comercial para los próximos meses tras la autorización del Gobierno de que a partir del 7 de junio podrían volver a operar en España las navieras internacionales.

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Agustín Rivera. Málaga

En estos 16 meses de zozobra (en julio de 2020, 11 barcos hicieron escala en puertos españoles… pero no llevaban ni un solo pasajero), la industria de los cruceros no se ha parado. El calendario de construcción de barcos se ha mantenido y los astilleros han entregado buques a las navieras, pero no se encuentran aún operativos. Las compañías han aprovechado la pandemia para 'jubilar' a algunos barcos con un escaso horizonte de vida. No les salía rentable mantener un buque apenas sin movimiento cuando apenas les quedaba dos o tres temporadas en activo.

CLIA (Asociación Internacional de Líneas de Cruceros), presente en España desde 2014, prevé que en el verano de 2022 haya una ligera reducción de camas respecto a 2019 en los cruceros que llegarán a los recintos portuarios de península e islas. Aquel 2019 fue realmente bueno. España se consolidó como el segundo mercado europeo receptor de cruceristas (10,7 millones), un 49% más respecto a 2018.

Los españoles también representan el cuarto mercado emisor: 553.000 pasajeros de cruceros nacionales viajaron en barco en 2019, un 4,4% más respecto a 2018. El gasto medio de un pasajero antes de embarcar en un destino representa unos 385 dólares y una media de 100 dólares en cada destino visitado durante el crucero.

Hasta el momento, los cruceros han sido más rentables para la política puerto/ciudad que para las propias autoridades portuarias

En el caso de España, la industria de cruceros obtuvo en 2019 una facturación de casi 6.000 millones de euros, aportando 2.800 millones de euros al PIB nacional. Se estima que 50.031 puestos de trabajo se crearon en España gracias a la industria de cruceros y se generaron 1.500 millones de euros en salarios. Hasta el momento, los cruceros han sido más rentables para la política puerto/ciudad que para las propias autoridades portuarias por el gran trabajo de logística que no se corresponde con un alto volumen de ingresos.

En turismo de cruceros, Barcelona es el puerto más importante de Europa. En la Autoridad Portuaria de la capital catalana anuncian novedades para la próxima semana. Todavía no tienen cerrada la programación. A pesar del actual cierre del mercado norteamericano, base fundamental de su éxito, confían en mantenerse en lo más alto del podio continental por ser puerto base de varias navieras, lo que repercute en ventajas para el destino.

El sector también admite la complejidad que supone el volver a resituar las escalas de las navieras con puerto base en Barcelona: Royal Caribbean, MSC, Costa, Aida, TUI Cruises y Norwegian Cruise Line. MSC Cruises acaba de anunciar la construcción de una nueva terminal de cruceros turísticos en Barcelona para explotarla por un plazo de 31 años. Se prevé abrir la estación marítima en 2024 y contará con una inversión de 33 millones de euros.

Nuevas rutas

Sin restar importancia a ser un recinto portuario de arranque de crucero, lo vital es que la Autoridad Portuaria consiga situarse como escala de referencia de cualquier ruta. Las compañías están estudiando ahora la posibilidad de potenciar los cruceros en el suroeste de España, pero se topan con las dificultades de abrir nuevas rutas en puertos del norte de África.

Al margen de las islas (con los puertos de Palma, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria como referentes indiscutibles), el Puerto de Málaga se convertirá el próximo 15 de junio, a través de TUI Cruises, en la primera escala peninsular de un buque desde el inicio de la pandemia con el barco llamado 'Mein Schiff 2'.

El gigante de la turoperación mundial se ofrece como un crucero 'burbuja': se traslada a los pasajeros en los propios aviones de TUI y solo admite excursiones organizadas por la propia compañía, lo que garantiza que se respeten las medidas de seguridad anticovid. Opera desde julio de 2020 en Canarias en una ruta entre Las Palmas y Palma.

Málaga lleva un año y medio sin recibir ni un solo crucero en los muelles. La Autoridad Portuaria no espera una recuperación explosiva. De aquí a final de año, la previsión es para algo más de 50 escalas: en el año 2019 hubo 320 (medio millón de pasajeros). Hay conversaciones para que Málaga se convierta en puerto base, pero no sería antes de otoño. En años anteriores lo ha sido para MSC o para Royal Caribbean.

Manuel Butler (OMT): "El turismo de cruceros es el mejor indicador de cuándo se alcanzará la normalidad en todo el sector"

"Las instalaciones nos permiten atender a un millón de pasajeros sin saturación alguna. Todavía hay potencial de crecimiento", indica a El Confidencial Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria. El 25% del negocio del puerto procede del turismo de cruceros. Valencia es otro puerto relevante en el contexto nacional. Recibió 400.000 visitantes en 2019 y 200 escalas anuales. Para 2023, confía en el medio millón.

Manuel Butler, director ejecutivo de la OMT (Organización Mundial del Turismo) y experto en este segmento (su tesis doctoral se titula 'Análisis económico y oportunidades para España en el mercado de los cruceros turísticos'), confía en que dentro de dos años se volverá a las cifras de 2019. "El turismo de cruceros es el mejor indicador de cuándo se alcanzará la normalidad en todo el sector".

El turismo de cruceros encara su futuro hacia un mercado menos masivo y más orientado hacia el público con mayor poder adquisitivo. Las grandes corporaciones navieras han aprovechado también el último año para renovar su flota y se han comprometido a reducir las tasas de emisiones de carbono un 40% para 2030, y también anuncian la implantación de Gas Natural Licuado. Y, sobre todo, buscan seguir avanzando con viento de cola.