Estalla la química en 'Sueños de libertad': Begoña y Andrés podrían besarse muy pronto

• La famosa novela de la que habla Andrés en Sueños de libertad refleja lo que siente por Begoña
• Quién es quién en Sueños de libertad, la gran apuesta diaria de Antena 3

Las cosas se han puesto cada vez más caldeadas para los personajes de Begoña y Andrés en Sueños de libertad. Los protagonistas de la serie que Antena 3 emite de lunes a viernes a las 15:45 horas, se están viendo cada vez más enfrascados en una comprometida devoción mutua, que de ser descubierta podría salirles muy cara. En el capítulo de este lunes, tal ha sido la enorme tensión no resuelta entre ellos dos, que sus labios han estado muy cerca de tocarse.

La mañana después de encontrarse a Jesús llorando y borracho en el desván, frente a un retrato pintado de Clotilde, Begoña ha amanecido con unas cuantas dudas, con las cuales ha enfrentado a su marido. "¿La echas de menos?", ha cuestionado Begoña sobre la primera esposa de Jesús, sin contarle que le vio la noche anterior en el desván. El empresario ha esquivado todas las balas dando la vuelta a la tortilla, afirmando que aquello formaba parte de su pasado, y que Begoña era su presente. "Lo único que puedo decirte es que cuando te conocí fue como si la luz volviera a mi vida", ha resuelto Jesús.

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A. Richart

Esa misma mañana, en el desayuno, Damián ha propuesto celebrar una cena en honor a la llegada de María Duque, la novia de Andrés, aprovechando que también debían celebrar el lanzamiento del nuevo perfume creado por Luis. El chico de laboratorio ha sido invitado a sentarse con los De la Reina en la mesa, pero le ha impuesto una condición al jefe: que le acompañase como comensal toda la familia Merino.

Damián ha dado el brazo a torcer, pensando que había llegado el momento de que cambiasen las cosas en la relación entre una familia y otra. Jesús no lo ha visto así, y ha expresado su rechazo ante su padre de que se sentase con él la familia del asesino de su esposa. Para contrarrestar el protagonismo sobre su hermano y sus primos, Jesús le ha propuesto a Begoña que aquella noche ella también brillase, y luciese el brazalete que le regaló en su pedida de matrimonio.

Andrés, nuevo héroe de acción

Qué oportuna ha sido la petición de Jesús, pues Begoña justamente había acudido a un turbio prestamista, llamado Barrios, para empeñar la joya y poder pagar así la mensualidad de la residencia de su tía Eugenia. El tal Barrios le ha hecho una precaria oferta a la chica, que no ha llegado a aceptar, y el maleante ha enviado a uno de sus esbirros a que le robase el bolso a Begoña, con la pulsera en su interior.

Tras varias insistencias de Andrés, Begoña le ha contado a su cuñado lo que le había ocurrido, y el militar le ha pedido una foto donde saliese con la pulsera, para poder identificarla. Andrés ha preguntado en la cantina si conocían a Barrios, y Tasio le ha alertado de que se trataba de todo un ladrón, que conseguía sus productos a su manera cuando no tenía otra opción. Con las mismas, el novio de María ha acudido al prestamista, fingiendo ser otra persona de Madrid, y estar interesado por una joya para su novia.

Andrés ha amenazado a Barrios con airear de que vendía productos robados

Barrios no ha tardado nada en enseñarle su nueva adquisición. Cuando el mafioso ha depositado la joya en sus manos, Andrés se la ha guardado en el bolsillo, y ha protagonizado una lucha a base de golpes y puñetazos contra el pandillero y su secuaz. Al ganar la batalla, Andrés ha amenazado a Barrios con airear de que vendía productos robados a la Guardia Civil.

Un instante muy tenso

Posteriormente, el joven ha quedado en la calle con Begoña para devolverle la pulsera, y le ha advertido a su cuñada que no recurriese a Barrios para empeñar nada. La esposa de Jesús se ha sorprendido de ver la pulsera de nuevo en sus manos, y le ha dado las gracias a Andrés. "Puedes contar conmigo cundo quieras para lo que quieras", se ha ofrecido el chico, justo antes de que Gema pasase por la calle.

Antes de que les viese la doncella, Andrés ha empujado a Begoña a la oscuridad de un portal, y allí dentro han aguantado la respiración, con sus rostros tan cerca el uno del otro que poco les faltaba para besarse. ¿Será este el escenario de su primer beso? ¿Qué sucederá entre ellos dos, cuando se den cuenta de que sienten más cosas de lo que tienen permitido sentir?