'Las noches de Tefía' o cómo revivir el horror más amordazado y realista a ritmo de cabaret

Lo que está por venir en Atresplayer Premium, además de doloroso, es necesario. Las noches de Tefía pulula por fibras de lo más profundo del alma que te hace descontrolar tanto una lágrima como una carcajada. Rescatan del olvido más enterrado, una de las pesadillas más extendidas de la época del franquismo, pero con toques de la rigurosa y libre actualidad.

Probablemente, sea la primera vez que sepas lo que Miguel del Arco ha querido exhumar de la España del águila y el cara al sol. Vergonzosamente adornado con cobardes y falsas identidades de concentraciones agrícolas, desiertos como el de Tefía, sita en la ahora risueña Fuerteventura, protagonizó el terror de incontables hombres que apresaron, humillaron, vejaron y hasta violaron "por ser como soy", parafraseando a La Vespa, personaje al que da vida un excelente Patrick Criado.

"La calamidad huye de las palizas y el hambre con la fantasía del Tindaya, un club cabaretero que representa la esperanza"

Como todo el mundo sabe, estaba (y lo peor es que, para algunos, sigue estando) fatal mostrarse al natural, pero era de alabar la repetida expresión de "maricón", que tanto suena en los seis episodios de esta ficción. La calamidad huye de las palizas y el hambre con la fantasía del Tindaya, un club cabaretero que representa la esperanza, el pensamiento más placentero para conciliar el sueño entre golpe e insulto, y el empoderamiento de muchos y muchas que tan bien emperifollan los protagonistas de Tefía.

Sentirte identificado es lo peor y lo mejor que puede transmitir la serie que ya mismo revolucionará España desde la plataforma de Atresplayer Premium. Revives el horror perenne de ser uno más de ellos, pero te alivia la resiliencia en la que viven obligados a representar en cada paneo de cámara, en cada verso de la parte musical que entusiasmará y cansará a muchos, y en el necesario blanco y negro del calvario, ese que nos atiza para recordarnos que ahora, por fin, ya estamos en color.

Los mensajes que dispara Las noches de Tefía son flechas de oxígeno para nuestro corazón: del "será una mujer, porque es una mujer", rescatado de otro brillante momento narrativo de uno de los protagonistas, a las sonrisas que nos regalan cada uno de ellos subidos a unos tacones o simplemente disfrutando de la función del imponente Tindaya, ese que todos tenemos en nuestro interior.

TE PUEDE INTERESAR

Atresmedia se abraza sin miramientos a 'Las noches de Tefía': la serie que perturbaría a Franco

Álvaro Roldán

Ríes cuando calcan alguno de tus pensamientos más pícaros o deslenguados, te corta la respiración ver recibir el golpe a uno de los tuyos que duele como si fueses tú el que está delante de la cámara, lloras cuando te restriegan a toda pantalla la cruda realidad de nuestra condición y respiras cuando te das cuenta de que no estás solo, sino arropado por el calor de sus miradas.