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Lo nuevo de 'La que se avecina' dispara la polémica: lluvia de críticas por gordofobia y 'capacitismo'
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Lo nuevo de 'La que se avecina' dispara la polémica: lluvia de críticas por gordofobia y 'capacitismo'

Numerosos espectadores se han echado encima de la ficción de Telecinco y Prime Vídeo por la nueva trama del personaje interpretado por Miren Ibarguren en la temporada 13

Foto: Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)
Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)

Desde que el pasado viernes, 18 de noviembre, La que se avecina estrenó su temporada 13 en Amazon Prime Vídeo una polémica ha sacudido las redes sociales: no son pocos los espectadores que han cargado con dureza contra sus responsables, acusando al guion de gordofobia por lo que han hecho con el personaje que interpreta Miren Ibarguren.

Tras un salto temporal entre temporadas, Yolanda Morcillo, personaje al que da vida la actriz, se presenta como una mujer con sobrepeso que no se reconoce al mirarse al espejo. El motivo detrás de su cambio físico, una depresión sufrida a raíz de la ruptura con su última pareja. Así, su trama en los primeros capítulos pasa por ver cómo su madre lidia con esta nueva realidad, llegando incluso a ponerle un candado en la nevera para evitar que siga ganando peso.

Este retrato del sobrepeso ha escandalizado a un sector del público, muy crítico con cómo han abordado esta realidad en la ficción: "Flipando con que en 2022 se recurra a un fat suit para seguir haciendo el chiste con la gordura. Pensaba que este nivel de gordofobia había quedado en el pasado (Mónica en Friends) y estábamos de acuerdo en que estaba mal, pero no, una vez más la gordofobia sigue siendo un chiste", escribe Ashla Heartfilia en Twitter, aludiendo así al traje con el que disfrazan a la actriz para hacerle engordar en pantalla.

Precisamente Ibarguren ha sido muy activa a este respecto durante el rodaje, compartiendo en todo momento con sus seguidores su transformación para dar vida al personaje, muy contenta con el cambio de rumbo de su trama. Ha sido esta notoria transformación el que le ha granjeado a la serie multitud de críticas: "Me parece una pu*** vergüenza que a estas alturas de la vida haya series como La que se avecina que sigan utilizando fat suits y se dediquen a ridiculizar a niveles esperpénticos a las personas gordas. No somos vuestros pu*** monos de circo", escribe cabreada An Invernalia.

Pero más allá de las críticas en caliente, este hecho ha provocado también profundas e interesantes reflexiones sobre la representación de la gordura en la industria audiovisual, como puede ser la realizada por Magda Pineyro en su cuenta en Instagram, donde analiza la gordofobia y el capacitismo en televisión: "La serie La que se avecina ha vestido a una de sus actrices con un fat suit (vestido de gorda) para unas escenas desbordantes de gordofobia en su nueva temporada. Sí, en pleno 2022. El fat suit es un traje que se usa en cine y televisión para que una persona delgada pase por persona gorda. Esto, ya de por sí, es gordófobo, ya que las personas gordas deberían estar representadas por personas gordas".

"Las escenas son humillantes: se pone a la persona gorda como una persona que 'se ha dejado', que solo quiere 'estar sentada' y no moverse, una persona a la que 'hay que cerrarle la nevera', hay que castigarla obligándola a mirarse al espejo para que vea lo horrorosa que está y tiene que ir al endocrino para adelgazar, etc., señalando así que las personas gordas somos feas, vagas, perezosas, descontroladas... (nada nuevo bajo el sol de la gordofobia)", analiza la joven.

placeholder Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)
Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)

Pero Magda va mucho más allá: "Además, se ríen de que no pueda moverse: la ponen tirada en el suelo sin poder levantarse. Esta no es la primera vez que veo risas haciendo alusión a que la gente gorda no pueda moverse. Y lo cierto es que hay gente gorda que puede moverse mucho y gente gorda que puede moverse poco o nada. Y esto no debería ser motivo de mofa. Esto es capacitismo (discriminación de las personas acorde a sus capacidades o discapacidades)".

Foto: El matrimonio Recio en su nuevo edificio. (Amazon)

"Muchas veces me han dicho 'es que las gordas no pueden atarse ni los zapatos'. Hay gordas que sí, hay gordas que no. El asunto no es tanto qué podemos o no podemos hacer con nuestros cuerpos, sino que más allá de nuestras capacidades, todas deberíamos tener derecho a vivir una vida libre de violencia, humillación y discriminación; todas deberíamos vivir en un mundo donde los productos culturales no usaran nuestros cuerpos y sus características o capacidades como chiste", concluye con contundencia Pineyro.

"No podemos seguir justificando la violencia hacia una corporalidad porque sí"

Al hilo del torrente de críticas, muchos seguidores de la ficción han salido en su defensa esgrimiendo precisamente esa bandera, la de que se trata de una ficción donde siempre se ha hecho sátira con todo tipo de cuestiones. Es cierto que La que se avecina ha levantado muchas ampollas a lo largo de sus más de diez años en emisión, principalmente de la mano de personajes tan cuestionados como Antonio Recio, a través de quien sus guionistas ejecutan las tramas más machistas, racistas, homófobas o xenófobas y a quien se encargan de retratar por ello (la mirada de la serie no es precisamente favorable para con su personaje, todo lo contrario, como sucedía con Mauricio Colmenero en Aída). Pero en este caso concreto, muchos de los que defienden esta línea argumental hacen especial hincapié en que la actriz se encontraba embarazada en el momento de la grabación, por lo que los responsables de la serie han optado por ocultarlo con esta trama argumental.

Lejos de convencer a los más críticos, hay quienes tiran por tierra esta argumentación. Así lo hace Croquetamente, cuenta que considera que "no es casualidad que todas las personas que están intentando justificar lo de La que se avecina diciendo que Miren estaba embarazada en el rodaje seáis personas delgadas. No os culpo, de verdad. Solo quiero invitaros a reflexionar porque es la única forma de deconstruir vuestra propia gordofobia y acercaros a nuestra vivencia. Solo desde el privilegio de la delgadez se puede tratar de justificar algo tan humillante. Es bonito intentar pensar bien de los demás, pero no podemos seguir justificando la violencia hacia una corporalidad porque sí".

placeholder Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)
Miren Ibarguren, en 'La que se avecina'. (Prime Vídeo)

"Nuestros cuerpos no son un disfraz. ¿Verdad que a nadie le disfrazan de delgado? ¿Ni de guapo? No, se nos disfraza de calvos, gordos, feos, cojos o tartamudos porque lo diverso y no normativo se ha asociado a algo gracioso, algo de lo que reírse, algo de lo que huir para no ser el hazmerreír. La gordofobia ya no es un debate. La gordofobia no se justifica. Se observa y se aprende. Igual que hemos aprendido a no debatir ya otras discriminaciones. Entiendo que esta la tenemos metida en la sesera, pero es importantísimo que nos demos cuenta de esto", prosigue en sus stories.

"Lo de LQSA ha sido una cagada porque ya hablamos de esto en prensa nacional, radio y televisión. Ya nadie puede decir 'ups, no caí' porque con un poquito de mirada abierta ya sabes que eso no está bien. Que alguien prefiera justificar un embarazo disfrazando a la actriz de gorda y atribuyéndole una trama humillante y estigmatizante antes que decir que se ha quedado embarazada de un señor que conoció en Huesca... Pues mira, yo qué sé. Es que no hay por dónde cogerlo. Así que por favor, por favor, por favor, no me encendáis intentando justificar algo desde vuestro privilegio. Escuchad, reflexionad, forjaros una opinión propia. Pero no queráis ver bondad e inocencia donde no la hay. Reírse de las personas no está bien", sentencia Croquetamente.

Foto: Estela Reynolds (Antonia San Juan), en 'La que se avecina'. (Mediaset)

En un sentido similar se pronuncia Ana Pizarro, modelo y activista body positive, en sus redes sociales. Tras dejar fuera del debate a la actriz, pone el foco en la industria y en los creadores de la serie: "¿Podríamos cuestionarnos por qué el planteamiento de guion hace que un actor tenga que disfrazarse de gordo? Hay millones de historias y miles de conflictos que puede afrontar un personaje en una trama. Estamos en 2022, este tipo de propuestas quedan obsoletas y estoy segura de que los que pilotan pueden ofrecer historias más originales y no tan casposas en las que no sea necesario representar un colectivo de una manera tan hiriente. Vuelvo a decir, el guion no justifica que no se puedan hacer las cosas de otras maneras. Estar gordo no es un maldito disfraz",

"Las personas gordas tenemos una representación pequeñísima en esta industria. Prácticamente no salimos en las series ni en las películas y cuando salimos es a través de un disfraz, a través de un cliché. Me da tanta rabia que no pensemos que esto no está bien. Es tremendamente injusto. Yo como persona gorda digo que esto es muy hiriente y fuerte", concluye Pizarro.

Desde que el pasado viernes, 18 de noviembre, La que se avecina estrenó su temporada 13 en Amazon Prime Vídeo una polémica ha sacudido las redes sociales: no son pocos los espectadores que han cargado con dureza contra sus responsables, acusando al guion de gordofobia por lo que han hecho con el personaje que interpreta Miren Ibarguren.

Obesidad Amazon Prime Video Telecinco
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