"Lo sabemos todos": Gonzalo Miró, rotundo ante la polémica de Itziar Ituño en la manifestación sobre los presos de ETA

La actriz Itziar Ituño (La casa de papel) se encuentra en el ojo del huracán desde que el pasado sábado se manifestase en Bilbao en favor de que se aplique a los presos de ETA la política penitenciaria ordinaria y no se recurra su progresión a tercer grado ni los permisos, un acto que le ha traído las primeras consecuencias: la marca BMW Lurauto ha querido revocar el contrato de colaboración que ya había firmado con la actriz y ha hecho público su rechazo a la causa defendida en la manifestación. Asimismo, Iberia ha retirado los vídeos promocionales de Talento a bordo en los que aparecía la intérprete.

Espejo público se ha querido hacer eco este martes, 16 de enero, de toda la polémica suscitada durante las últimas horas, con Gonzalo Miró siendo el más rotundo en su posicionamiento: "Cada uno puede manifestarse a favor o en contra de lo que le dé la real gana, pero luego tiene que ser consecuente con lo que luego ocurra por sus actos. Quiero decir, en libertad está esta actriz de manifestarse en favor de la liberación de los presos, como en libertad está una marca de dejar de contar con los servicios de X persona, de quien sea".

"Aquí lo sabemos todos, cuando una marca quiere contratar a alguien, ya sea un actor, un deportista o lo que sea, hace un estudio de mercado. Se estudia bien a quién va dirigido, a quién beneficia, a qué tipo de perfil quieren encaminar la propuesta publicitaria,... Entonces, igual que una marca ha contratado a alguien, también puede ver luego que eso le puede patinar o generar un retorno negativo. ¿Por qué no va a prescindir de ese alguien?", cuestionaba el colaborador.

Miró lo tenía tan claro que incluso se ponía a sí mismo como ejemplo: "Yo vengo aquí y estoy todas las semanas dando mi opinión sobre algo, entiendo que habrá gente a la que no le gusta mi opinión y entonces a lo mejor hay una marca que dice que con este tío no le interesa contar, asociarse. Lo entiendo perfectamente".

Su caso lo trasladaba, acto seguido, al terreno del cine, dado el asunto que les ocupaba: "A la hora de contratar a un actor, todos los productores piensan en quién va mejor para ese papel y quién puede llenar más las salas de cine", esgrimía, poniendo el énfasis en que se tiene en cuenta si un actor cae mejor o peor, por lo que cosas como estas afectan en esa toma de decisiones.

"La alternativa a esto, ¿cuál es? ¿Que cada uno haga y diga lo que le dé la gana sin que tenga consecuencia alguna? Eso es una utopía, no va a pasar nunca", sentenciaba tras escuchar a sus compañeros de tertulia. Sin embargo, y pese a su contundencia a la hora de entender a las marcas en esta cuestión, él sí lograba marcar distancias en el terreno personal: "En mi caso, yo puedo disociar entre la obra y el artista. No dejo de ver El pianista, que es un peliculón, por mucho que Roman Polanski esté condenado por lo que está condenado, ¡que ni puede entrar en Estados Unidos!".