"No lo voy a tolerar": Pilar Vidal rompe a llorar en 'Espejo público' por un golpe bajo de Carmen Lomana fuera de cámaras

Máxima tensión la vivida este jueves, 26 de octubre, en el plató de Espejo público. Susanna Griso llegaba al sillón de la sección de crónica social y se encontraba a sus colaboradores con malas caras. La periodista no entendía nada, por lo que Gema López daba un paso la frente para ponerla en contexto: "Durante la reunión de escaleta ha habido diferencia de opiniones entre Carmen y Pilar, a cuenta de la gordofobia". La copresentadora no llegaba a concluir, ya que su compañera saltaba airada: "Me ha llamado gorda, que lo sepa toda España. La señora Carmen Lomana que va de paz, amor y supereducación, me ha llamado gorda".

La empresaria trataba de dejar claro que esa, en ningún caso, había sido su intención. Joaquín Torres explicaba a los espectadores que todos los colaboradores se encontraban debatiendo sobre la gordofobia en una reunión previa cuando, tras una intervención en la que comentaba que estar gordo puede no ser saludable, Lomana miraba hacia Vidal y se disculpaba con un "ay, Pilar, perdona" que esta se tomaba como un golpe muy bajo.

"Lo has hecho a propósito, lo ha visto todo el mundo. A lo mejor no sabes que no todas las mujeres de tu edad pueden tener tu cuerpo. Tú no sabes si detrás de cada persona que tiene sobrepeso hay un problema hormonal, de salud mental o de medicación. Entonces, como no lo sabes, porque vives en tus mundos de yupi, mejor cállate", le espetaba contundente. "Yo no te he insultado, no mientas, no vengo aquí a discutir, de verdad", se defendía Carmen, sin demasiado éxito.

Y es que Pilar Vidal no estaba dispuesta a consentirle este tipo de cosas: "Imagínate que estamos hablando de gente mayor y digo ‘ay, perdóname Carmen", "Pues muy bien, yo no tengo ningún complejo", replicaba Carmen Lomana. Era entonces cuando esta se abría en canal: "Yo tampoco tengo ningún complejo, es un problema de salud y tú insultas a la gente que está enferma".

"A mí los comentarios sobre mi peso no me hacen ninguna gracia. Hay gente aquí que sí me conocéis y sabéis cuál es mi problema. Yo nunca he estado así, he tenido un problema, que no lo voy a contar aquí, y ahora estoy poniendo solución. Pero es que además, ¿qué pasaría si solo quiero cultivar mi mente y no mi cuerpo?", se preguntaba en voz alta la periodista.

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Era entonces cuando Vidal se emocionaba, rompiendo a llorar por un tema que le duele profundamente: "A la única persona que le consiento que me lo diga, y me duele muchísimo, es a mi madre, que es la primera que me lo dice. Solo lo consiento a ella. Al resto, a nadie, pero porque yo tampoco lo voy haciendo con nadie. No se me ocurriría, ni con las delgadas ni con las gordas ni con las más guapas o feas. Me puedo meter con la opinión del alguien o con el acto de alguien, pero no con el físico. Jamás".

"Mi madre es la persona que más quiero y es la que más me lo dice. Es muy crítica conmigo y sé que lo hace porque me quiere. A veces discuto mucho con ella y estamos sin hablarnos un rato. Es a la única persona a la que se lo acepto porque sé que me quiere. Al resto no lo voy a tolerar ni para mí ni para nadie, porque no sabes lo que hay detrás y el daño que puedes hacer", sentenciaba, enjugándose las lágrimas.

Viendo el estado de su compañera, a Lomana no le quedaba más remedio que disculparse, aunque reiteraba en que en ningún caso había actuado de mala fe: "Yo no me he metido contigo. Lo siento y perdona, porque yo precisamente te he perdido perdón por si el argumento que estaba yo dando sobre que no era saludable tener demasiada grasa te podía molestar. No ha sido ante las cámaras y, además, te lo digo de verdad, yo siempre he pensado que eras una persona que llevabas bien lo de los kilos".

Pilar no parecía aceptar sus disculpas, asegurando que este incidente no había hecho más que acrecentar su distanciamiento por cuestionar el allanamiento de morada sufrido por Carmen hace un par de semanas: "Ahora sí que estamos alejadas, en las antípodas. Hoy venía dispuesta a enterrar nuestra guerra, pero ya no", concluía, recibiendo un abrazo de buena parte del equipo tras el mal trago vivido ante las cámaras.