La espantada de Carmen Lomana en 'Espejo público': lágrimas, mofas y acusaciones de montaje

Carmen Lomana ha sido este lunes, 9 de octubre, la gran protagonista de la sección Más espejo de Espejo público, y no precisamente para bien. La colaboradora tenía la deferencia de intervenir en su programa para relatar el intento de robo sufrido en su hogar a mano de dos encapuchados, un incidente por el que se encontraba muy afectada. Sin embargo, no todos sus compañeros parecían empatizar con ella, ya que Pilar Vidal daba un paso al frente para cuestionar el suceso... hasta el punto de que dejaba a la invitada al borde de la lágrima y abandonando la conexión abruptamente.

Mientras Lomana relataba lo sucedido, cómo escuchó ruidos hasta que salió de su habitación y se encontró cara a cara con los dos intrusos, encerrándose en la cocina con un cuchillo y una barra de hierro a la espera de la llegada de la policía, la cara de Pilar era todo un poema: muecas de incredulidad, negaciones con la cabeza y hasta alguna risa floja eran captadas por las cámaras de Antena 3.

Cuando Carmen terminaba, Vidal empezaba a poner sobre la mesa sus dudas: "Me alegro de que estés bien, de que no te haya pasado nada. Dices que tienes un trauma, pero yo te he visto desde ayer, desde el robo, entrar en todas las cadenas de televisión. Entiendo que esta noche no has dormido nada", comentaba con cierta sorna.

La socialité torcía el gesto, consciente de las intenciones de la periodista: "No he entrado en ningún lado, pero sí que es cierto que me llamaron de La Roca para decirme que me estaban esperando, pero yo estaba llorando después de hablar con la policía. No podía ir en ese estado al programa y se lo conté todo a Juan del Val. A partir de ahí sale todo esto".

Por si no habían quedado claro las sospechas de Vidal, Gema López metía el dedo en la llaga: "Por lo que estás diciendo, Pilar, me da la sensación de que pones en entredicho lo que está contando ella. O bien que no te crees el suceso o bien que está encantada con el protagonismo que ha adquirido a través de él". "Siempre te pasa lo mismo. Qué casualidad que ahora haya una oleada de robos a famosos y justo seas tú la única señalada en Madrid. Me hace dudar y quiero pensar que no es así, pero es que solo te ha faltado estar con el ministro del Interior. ¿Te han robado algo?", se explicaba la tertuliana, hablando todavía más claro.

"No puedo decirlo", sentenciaba Lomana, elevando el tono para contraatacar: "Esto que estoy haciendo no es ningún protagonismo, es una deferencia, un cariño a mis compañeros. Me han llamado de otras televisiones y he dicho que no, lo primero era hablar con mis compañeros de Espejo público y de mi otro programa en Telemadrid. No me parece agradable que me ponga en entredicho, ella sabrá por qué lo hace. Cuando una mujer poner en entredicho a otra mujer a la que le han robado y le han hecho lo que me han hecho a mí...".

Carmen no terminaba la frase, con Pilar Vidal aseverando que no le habían robado, que no dijese eso. Ante este dardazo, Lomana se venía abajo, aparentemente: "Yo he visto el tono que está tomando esto y, mira, no. Voy a llorar. Cómo puede decir estas cosas, pone en entredicho lo que me ha pasado", decía tapándose la cara, en señal de dolor. Las amplias gafas negras impedían ver si, en efecto, comenzaba a llorar.

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D. R.

Pese a verla tocada, Vidal seguía en sus trece: "Déjame que pueda pensarlo, que no soy la única que lo piensa". Lomana se recomponía rápidamente, buscando defenderse: "¿Tú piensas que es un montaje? ¿Que cuando tenía que ir a la tele le dije a dos chicos que entraran encapuchados en mi casa? Yo no necesito eso, soy una persona lo suficientemente querida y conocida para que la gente se preocupe cuando me pasa algo así, que me han llamado de todas las partes del mundo. Yo no digo nada porque no me interesa, solo he bajado a hablar porque hay un montón de gente al sol aquí esperando. Bajo para que me dejen en paz, por educación y por deferencia a mi programa".

Miquel Valls esgrimía que muchos espectadores podían pensar que la situación relatada por su compañera "está fantaseada, que hay aspectos que no les cuadran", unas palabras contra las que ella poco podía hacer: "Ojalá nunca les pase eso, escuchar ruido en su casa y se encuentren con dos hombres enormes encapuchados en su casa".

El pitorreo de Pilar subía de nivel, preguntándole con mucha ironía si estaba entrenada en defensa personal, lo que terminaba por colmar la paciencia de la empresaria: "Eso tú. Como sigas diciendo impertinencias, a lo mejor resulta que vas a tener problemas", le lanzaba. La periodista no se quedaba callada: "¿Me estás amenazando? Estoy dando mi opinión, simplemente te he preguntado. Solo digo que no soy la única espectadora que creo que lo has agrandado. Creo que tengo derecho a expresar mi opinión, y vaya por delante que te he dicho que me alegro de que no te haya pasado nada".

"Cada uno puede pensar lo que quiera, pero hay que tener muy mala idea para pensar que alguien monte semejante cosa cuando, además, tenía que ir a trabajar"; concluía, marchándose indignada de la conexión por lo que consideraba una falta de respeto al escuchar cómo Pilar Vidal se mofaba de todos los eventos a los que acudirá estos días pese a encontrarse supuestamente tan afectada.