Cristina Pedroche: "Me siento poderosa al dar un discurso delante de los españoles"

Pocos pensaban que la elección de Cristina Pedroche en el año 2014 para retransmitir las Campanadas de La Sexta, junto a Frank Blanco, iba a suponer todo un fenómeno social. Aquella conexión del segundo canal de Atresmedia superó en audiencia a la oferta de Antena 3, que contó con Anna Simon y Carlos Sobera, situando a la comunicadora madrileña en el centro de la diana por el estilismo elegido para el último día del año (un vestido negro con transparencias).

Este revuelo inesperado, ya que el 'look' de Cristina ocupó decenas de portadas y se comentó en prácticamente todos los rincones del país, hizo que los directivos de la cadena audiovisual la ascendieran a titular y diera las Campanadas en Antena 3. De todo esto han pasado ya nueve años. Casi una década en la que la presentadora de televisión ha ido ganando notoriedad hasta hacer historía al desbancar a La 1 de Televisión Española como la preferida por los españoles para tomarse las uvas (el 31 de diciembre de 2021 obtuvo concretamente un 33,7% de share con 6.308.000 espectadores, frente al 22,4% y los 4.185.000 espectadores de la pública).

Ahora, tiene el reto de mantener su reinado, un estatus que, según nos confiesa en exclusiva en esta entrevista, no le preocupa porque su objetivo final no son los datos de audiencia. Ella pretende seguir entreteniendo y disfrutando con una multitudinaria cita que siente igual de especial que el primer día. Entre sesiones de fotos, últimos preparativos del nuevo vestido y su puesto como colaboradora en 'Zapeando', una sonriente y enérgica Pedroche nos recibe en las instalaciones de Globomedia (productora del citado espacio de La Sexta).

PREGUNTA. Cristina, novena Nochevieja dando las Campanadas, se dice pronto...

RESPUESTA. Madre mía, se dice pronto, pero en el fondo miro para atrás y pienso, 'tampoco ha pasado tanto', porque ha ido todo muy rápido. Me parece que ha pasado más tiempo si recuerdo todos los vestidos. 2014 fue un año muy importante porque conocí a Dabiz, murió mi abuela, que para mí lo era todo, y di mis primeras Campanadas.

P. ¿Cómo las afrontas este año?

R. Cada vez es más difícil, pero a nivel personal. No he ido subiendo un escalón cada año, lo he hecho de diez en diez y llega un momento en el que ya casi no sé qué hacer. El año pasado di un giro al llevar un vestido que ya existía, que era un diseño maravilloso, con un discurso increíble. Ahora me he parado a pensar en qué hacer para seguir superándome... Y lo tengo.

Otros años tengo dudas, porque lo de Manuel Piña era una idea increíble, pero no sabía si la gente lo iba a entender. Estaba también el añadido de si me rapaba la cabeza o no... Pero al final esto es entretenimiento. Pido perdón a todo el que se sintiera ofendido porque jamás es mi intención hacerlo. Se trata de hacer show, de diversión. Quedaba perfecto ir rapada con ese vestidazo, pero tenía incertidumbre porque no era un vestido que me habían hecho para mí. Este año no tengo dudas. He dado con el concepto, es bonito, sensual, poesía, dulce, pero guerrero... Es increíble.

"Yo tengo un contrato de cadena y no me pagan un extra por hacer Campanadas"

P. ¿Cuándo tuvisteis claro que era lo que queríais?

R. Antes de verano, pero en julio y agosto nos pusimos en serio a buscarlo todo. Hay casi 100 personas involucradas porque necesitábamos a mucha gente para hacer algo tan potente. También hemos rescatado a una persona muy importante que nos ayudó otro año.

La clave está en que a la gente le produzca algo, le mueva en el sofá y eso está clarísimo que va a pasar. Habrá gente a la que no le guste, aunque este año no sé yo si habrá gente a la que no le guste. Es provocador, pero en el fondo nadie va a poder decir... Bueno, sí, porque vuelven las transparencias [risas]. Lo que quiero es hacerlo lo mejor posible.

P. ¿Cuánto sabe Dabiz en esta ocasión?

R. Nunca le cuento nada porque me gusta darle la sorpresa y enseñarle el vestido cuando ya están las fotos oficiales, pero este año es el que más ha estado involucrado desde el principio. Surgió de forma natural porque le conté una idea, pensando que ya le estaba contando de más, pero él me respondió con otra idea buenísima y hemos estado construyendo nuestras cositas. La idea creativa es de Josie, pero 'marido' tiene algo de créditos [risas].

P. Hablas del reto a nivel personal, pero ¿no te preocupa la audiencia y el hecho de superarte o al menos mantenerte líder?

R. No, de verdad, el dato me da igual. No sé la audiencia exacta que marcamos, sí sé lo que hace 'Zapeando' cada día porque es mi trabajo, pero esto no lo considero como tal. Es mi gran día, mi momento de diversión, de emoción... Algo que termina cuando salgo por la Puerta del Sol. Si el 'share' acompaña, genial, pero si no, pues también, porque lo importante es hacer algo que me guste y estar conforme. Mi trabajo son los 364 días restantes, no una noche. Esto es la guinda del pastel. Me basta con saber que para la última noche del año los españoles deciden poner a 'la Pedroche'. Aunque sea solo para criticarme. Mejor que me critiquen a mí a que se critiquen entre ellos.

Es que no me van a pagar más si hago más audiencia. Además, tengo un contrato de cadena y no me pagan un extra por hacer Campanadas. Las haga o no las haga voy a ganar lo mismo. Lo mismo pasa con 'Zapeando', yo voy a cobrar a fin de mes lo mismo si voy un día a la semana o cinco. Otra cosa son las publicidades que hacemos todos los presentadores. Por lo tanto, dejo claro, una vez más, que no gano más que Alberto Chicote. Y aunque fuera así, no pasaría nada.

"Es un sueño que Ana Obregón hable de mí, aunque sea para mal"

P. ¿Cómo reaccionaste cuando viste que habías hecho historia al adelantar a TVE?

R. Estábamos en casa, lo vi y le dije a Dabiz: 'marido, ya ha pasado'. Sabíamos que en algún momento iba a pasar porque la tendencia era al alza y justo en Televisión Española Ana Obregón se puso mala. Ante todo, lo que siento es orgullo. La gente me elige para tomarse las uvas porque confían en mí. Lloro de la emoción. Que nuestra televisión pública llegue a justificar su audiencia por lo que han denominado como 'efecto Pedroche' es lo que me gusta, no la audiencia en sí. Que gente con poder diga ese tipo de frases es lo que me empodera a mí.

P. Siempre has dicho que los otros presentadores no son rivales, al contrario, elevan el nivel...

R. Así es. Es más, me da pena que no vaya a estar Anne Igartiburu. Todos los años se ha pasado a verme y siempre le hago la misma broma 'tú vienes a ver el vestido, eh' [risas]. Con Ana Obregón tengo poca relación, siendo reportera la he entrevistado alguna vez. Hace dos años, cuando volvió a TVE, subí a saludarla, pero justo la estaban maquillando y no pudimos vernos. Le deseo lo mejor, se lo merece.

P. Cuando estos compañeros de Campanadas tiran pullas hacia tu vestido o puesta en escena, ¿cómo te lo tomas?

R. Como un honor. Es un sueño que Ana Obregón hable de mí. Que no le gusta lo que llevo, perfecto, pero que se fije en mí es un sueño. Cuando era pequeña y la veía en 'Ana y los siete', bailando en la barra, decía 'este pivón de dónde ha salido'. Me encantaba, era y soy muy fan. Y ahora, aunque sea para mal, como también lo hizo Norma Duval, me lo tomo por el lado bueno y me digo a mí misma 'ole'.

"Soy una tarada de la perfección y todo está revisado por mí, desde el guion a la iluminación"

P. Es que hablando ahora contigo, tantos años después, te sigues ilusionando y emocionando...

R. Es que es maravilloso poder despedir el año. Es la noche más especial. Hay magia en la Puerta del Sol y no me quiero perder ese momento. Yo solo como uvas el día 31 de diciembre, no lo hago el resto del año.

P. El discurso es un momento también muy importante en tu noche, ¿cómo surgió la idea del último?

R. Había habido muchos sucesos homófobos y yo siempre intento destacar lo que creo que ha sido más relevante durante el año para brindarle todo mi cariño y apoyo. O para hacer una denuncia. Me siento poderosa al tener la oportunidad de decir algo así delante de los españoles. Tanto que incluso a veces me tiembla la voz. Me preguntan si lo leo, y claro que lo hago. Es tan importante lo que quiero decir que no estoy dispuesta a que se me pase ni una palabra.

Todo el guion está escrito por mi. Todo está revisado por mí. Soy una tarada de la perfección y lo miro todo. Cuando voy a las pruebas en la Puerta del Sol, no lo hago sobre el texto, lo hago sobre las cámaras, la iluminación, el sonido, el decorado... Tiene que estar todo bien porque soy la única que tiene toda la información sobre el vestido. Nadie me cuestiona nada porque saben que es mi noche.

P. Y el de este año, ¿ha sido otro desafío?

R. Por desgracia, ha sido fácil buscar el tema. Es obvio de lo que vamos a hablar todos, pero he ido por un sitio muy guay. He llegado a un lugar donde te va a tocar el corazón y vas a decir 'joe con la Pedroche'.

P. Profundizando en las críticas, ¿lees lo que se dice de ti?

R. No, pero me lo cuentan. Quizá me dice mi prima 'mira este lo que está diciendo...' y al final ella se está enfadando, me lo está contando a mí y también me enfado. Además, todo mi equipo tenemos un grupo y es inevitable comentar cosas. Sé que lo hacen en tono de humor y cuando estás bien no pasa nada, se queda en anécdota, pero cuando no, te afecta.

"Después de Campanadas es cuando estoy más vulnerable y las críticas me molestan más"

P. ¿Sigues necesitando tu momento de desconexión del mundo?

R. Sí. En enero me duelen los ataques y necesito mi momento de paz, de retiro y de estar en mi casa encerrada. Vengo a 'Zapeando' porque es mi trabajo, pero luego me cojo unos días para estar tranquila y asimilarlo todo. Noviembre y diciembre son meses con mucha presión, mucho estrés, mucho trabajo y pocas horas de sueño... En enero necesito recuperarme. Cuando el 31 me desnudo frente a los españoles en cuerpo y alma tengo la adrenalina disparada y al llegar a mi casa me cuesta dormir, pero cuando lo hago caigo en coma. Después es cuando estoy más vulnerable y las críticas me molestan más, me planteo si lo estoy haciendo mal, que no ha gustado por esto, que he ofendido por lo otro...

Hace años ya me quedó claro que no se puede gustar a todo el mundo, por lo tanto, voy a intentar gustarme a mí misma, que es con la que paso más tiempo. Si yo me caigo bien y me gusto, todo lo demás está bien. Y si encima tengo a gente a mi alrededor, mi familia, mis amigos, los que me quieren y conocen de verdad, que saben la ilusión que tengo... Porque les puede gustar más o menos el vestido, pero valoran lo que hago, ya no puedo pedir nada más.

P. Últimamente se está concienciando mucho sobre esta cuestión, ¿no has notado un cambio?

R. Estamos justo en el momento de 'hate' a tope, empezamos la peor época, pero también es cierto que estoy intentando cuidarme más con lo que publico en redes. Casi todo lo que subo es trabajo, pero claro, me paso el día trabajando... Antes había muchos ataques con mis amigas o mi madre y ahora no les saco. ¿Qué necesidad tienen de aguantarlo cuando son personas anónimas? Si yo, que soy una profesional de las críticas, que llevo años aguantándolas y estoy curtidita, a veces me duelen, no quiero nada parecido para mi gente.

P. ¿Llegas a entender por qué la gente pierde su tiempo de esta forma?

R. La gente está mal y necesita abracitos. Cuidarse y gustarse. Y como no están a gusto consigo mismos, dan la bofetada al otro y así se sienten mejor. Hay veces que me escriben un comentario malo y la gente responde con cosas peores y hasta se hacen amigos. Ahí digo 'madre mía, ya lo que faltaba, el club de fans antiPedroche'. Cuando me decían cosas tan graves me enfadaba y me daba rabia, pero ahora me da pena. Pienso '¿cómo estará esta persona para desearle tanto mal a otra?'. Encima a alguien que no conoces y que todo su contenido es positivo.

"Creo que este es el año del programa de 'la Pedroche'. Soy joven, guerrera y tengo la esperanza de que me lo den a mí"

P. Al margen de Campanadas, ¿para cuando un programa en Atresmedia?

R. Como todos los años, es lo que le pido al año nuevo. Pero creo que este es el del programa de 'la Pedroche'. Soy joven, guerrera y tengo la esperanza de que cada vez que sale un programa nuevo me lo den a mí. Luego veo que no y me desilusiono, pero enseguida pienso que será el siguiente. Lo único que pido es hacer castings y que me vean. Entiendo que no me sitúen en determinados formatos porque hace ya mucho tiempo que presenté 'Pekín express', 'Dentro de...' o 'Tú sí que sí', pero es que ahora soy otra Cristina. Cada día intento ser mejor mujer, persona y profesional.

P. Por cierto, vuelve 'Pekín express'...

R. Me da mucha pena que se haya ido a otra cadena, porque es un gran formato. Me hubiera encantado volver a presentarlo. Ahora lo haría mucho más mío, por aquel entonces era una cría. Creo que es el momento de que la gente me redescubra como presentadora, no como colaboradora o influencer, que eso lo hago ya todo los días.

"La gente que me apoya, sin que se den cuenta, me dan la mano para levantarme"

P. También sigues volcada con tus empresas.

R. Sí, algo que conlleva mucho trabajo también. Digo con pena que en mis ratos libres trabajo en la tele y ojalá fuera al revés. Los restaurantes me los tomo casi más como un juego, ayudar a Dabiz y aportar, pero me encantaría que mi tiempo se dividiera incluso a partes iguales entre las cámaras y los fogones.

P. Vamos a terminar valorando a aquellos que te siguen y apoyan por encima del resto, ¿qué mensaje les mandas a los que tienen ganas de ver tu vestido y valoran tu implicación?

R. Pues sí, porque me escribe y me cruzo a diario con gente maravillosa que hace que se me salten las lágrimas. Esta es la gente real, la que me toca, la que me da cariño, la que me motiva, la que hace que todo compense. No sé cómo agradecérselo... Porque gracias a ellos sigo teniendo la motivación para levantarme cada día y seguir adelante. La vida tiene muchos obstáculos, pero lo importante es cómo los afrontas. Ellos, sin que se den cuenta, me dan la mano para levantarme. Gracias a ellos sigo donde estoy y voy a seguir estando. Siempre para adelante y para arriba.