Miguel Cobo ridiculiza a Fabiola tras su sobrada (y flirteo) en 'La última cena'

Miguel Cobo ha esquivado con absoluta elegancia una afilada crítica de Fabiola Martínez. La invitada a la final de 'La última cena 2' ha intentado ridiculizar a Lydia Lozano y Carmen Borrego, y de paso al chef del programa, pero ha sido ella la que ha terminado pasando vergüenza.

El segundo plato de la gran final del concurso culinario de 'Sálvame' consistía en codornices al horno al estilo de las cocineras. Las de Lucía Dominguín y Cristina Cifuentes fueron rellenas y acompañadas con patatas suflés, mientras las de Carmen y Lydia estaban en su jugo arropadas por un pimiento rojo asado y cebolla caramelizada.

El 'zasca' de Lydia a Fabiola: "Si tú quieres luego le pides el teléfono"

"¡Está de puta madre! El jugo me encanta", valoró Miguel Cobo tras probar el plato de Carmen y Lydia, a pesar de criticarle la presentación. Un veredicto positivo que repitieron casi todos los comensales, salvo Fabiola, que tildó el plato como "soso" y con un jugo de la codorniz poco apetecible por estar dentro del pimiento.

"No solo le voy a juzgar el plato a ella, sino también al chef. Está soso", lanzó la exmujer de Bertín Osborne con descarado coqueteo mirando a Cobo. "Esta con el chef quiere algo", interrumpía Borrego. "Si tú quieres luego le pides el teléfono", cortó también Lozano ante el tonteo que la invitada tenía con el chef del programa.

"Se ha cocido la codorniz dentro del pimiento y no sabe a nada", explicaba ella para afearle al cocinero la excelente crítica que hizo de este plato. "Al contrario, eso se llama 'la cocotte', al cocerse dentro hace que se cuece en sus propios jugos y sabe mucho más", replicó el experto dejando a Fabiola totalmente por los suelos.

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"Pues no sabe absolutamente a nada", insistía igualmente ella, a pesar de que a todos los invitados y a los dos chefs profesionales del concurso valoraron el plato de Lydia y Carmen como uno de los mejores de la noche, precisamente por su sabor. Muchos de ellos, como Belén Esteban o el propio Miguel Cobo, quisieron repetir.