Luis de Lama ('Pasapalabra'): "Siento que me he quedado a mitad de camino"

Asegura que no entraba en sus planes aguantar durante tanto de tiempo en el programa. Sentía que no estaba completamente preparado y aun así fue capaz de regalar a los espectadores unos duelos de verdadero infarto contra Pablo Díaz. "A mí me ha faltado estudio", recalca Luis de Lama. Sin embargo, no ha sido obstáculo para alcanzar las 84 entregas y llevarse a casa un total de 39.600 euros. Y no solo eso, Luis y Pablo se han convertido, además, en la pareja más competitiva que ha pasado por 'Pasapalabra' en toda su historia. "Me gusta muchísimo, porque piensas que tu nombre va a quedar ahí, en la historia, como decía Aquiles". Razón no le falta. Pasará mucho tiempo antes de que otra pareja logre batir ese récord.

Al igual que otros históricos concursantes, Luis tampoco descarta regresar más adelante. "Me gustaría volver, porque no he conseguido mi objetivo, que no es otro que completar el rosco y teñir de verde todas las letras que lo conforman". En esta ocasión, el bote de 1.162.000 euros se le ha escapado de las manos, pero no tiene ninguna intención de tirar la toalla: "En uno o dos días, toca pensar el plan de estudio, ordenar el material y comenzar el estudio de nuevo". El madrileño tiene algo muy claro, y es que "el estudio hace que dependas menos de la suerte".

Luis, tras las críticas: "No sabía que tenía esta capacidad de morderme la lengua"

PREGUNTA. Tras cuatro meses de concurso y 84 entregas, abandonas 'Pasapalabra'. ¿Cómo ha sido tu paso por el programa? ¿Qué valoración haces?

RESPUESTA. Pues solo puedo valorarlo como muy positivo. Había estudiado, pero no había terminado siquiera de apuntarme todo lo que tenía. Sabía que no estaba al 100% y eso me llevaba a pensar que aguantar 25 o 30 programas sería una buena actuación: 84 programas era algo impensable para mí hace tan solo tres meses.

Tengo que admitir que ese día me levanté con el presentimiento de que me iba y así se lo dije a varios miembros del equipo. No te gusta, porque sientes que te has quedado a mitad de camino en lo que se refiere al bote, pero, además, te das cuenta de que vas a dejar de ver a mucha gente que te hace sentir como en casa, amigos de verdad que haces en el equipo del programa.

P. Tras su eliminación, Nacho Mangut nos desveló que no se encontraba en su mejor momento por la acumulación de trabajo. En tu caso, ¿qué te ha ocurrido? ¿Ha pesado mucho el desgaste psicológico?

R. En mi caso, es cierto que se ha acumulado todo: el trabajo, el estudio y las grabaciones. Durante las grabaciones, es difícil estudiar, por lo que lo haces cuando tienes un hueco el resto de la semana. Yo tenía que cambiar servicios para grabar en mis días libres, de modo que, al final, entre trabajo y grabaciones, no tenía ningún día libre de descanso. Además, cuando sabes que tu rival es tan bueno, no te permites descansar un minuto porque piensas que estás desperdiciando un tiempo precioso. Al final, Pablo estaba a un nivel impresionante y costaba seguirle el ritmo. Cuando eres competitivo, eso te pesa, pero aun así intentaba mejorar cada día.

P. Desde fuera, veíamos que cualquiera de los dos podía llevarse el bote en cualquier momento. ¿Cómo lo veías tú desde dentro? ¿Cuál era tu sensación?

R. Cada uno somos conscientes de nuestras virtudes y nuestras carencias, y yo soy muy, pero que muy exigente, por lo que siempre pensé que me faltaba dominar muchas palabras y conocer muchas cosas de fuera del diccionario, vamos, que si no se alineaban las constelaciones, sería difícil echarle mano al bote.

"Lo he dicho muchas veces, pero ojalá alguno de mis tres hijos fuera como Pablo"

P. He leído que llevabas desde 2016 preparándote para concursar... ¿Han compensado todo el esfuerzo y las horas dedicadas a 'Pasapalabra'?

R. Sí, claro. He mejorado, he aprendido muchísimo y me ha enriquecido enormemente. Al principio, te lo tomas como un juego, pero poco a poco se convierte en un reto personal. Al final, el apartado económico queda en un segundo plano, es más importante para ti demostrarte que eres bueno, que mejoras y que puedes llevarte el bote.

P. Te has convertido en el rival más duro, al menos en el más longevo, que ha tenido Pablo. ¿Cómo ha sido la relación con él? ¿Qué os habéis dicho detrás de cámaras?

R. Pablo es un ejemplo de constancia, estudio, erudición, educación, competitividad, inteligencia... Lo he dicho muchas veces, pero ojalá alguno de mis tres hijos fuera como Pablo. Es muy fácil llevarse bien con Pablo, porque intenta ayudarte en todo lo que esté en su mano. Entre grabación y grabación, hablábamos de todo, de palabras, de datos de cultura general, compartíamos posibles palabras candidatas a salir en el rosco, montábamos tertulias con los aspirantes a la 'silla azul'. Le pedí cuando me fui que se llevara el bote, creo que es de las personas más preparadas para conseguirlo.

P. ¿Crees que Pablo acabará por llevarse el bote?

R. Creo que sí, solo necesita una pizquita de suerte para que se junten dos preguntas de las que domina y pegar el pelotazo, pero que conste que la suerte hay que buscarla, en 'Pasapalabra' se busca estudiando muchísimo.

P. Muchos espectadores te han conocido ahora, pero ya habías participado anteriormente en Telecinco. ¿Cómo recuerdas aquella etapa?

R. Pues la recuerdo con muchísimo cariño también, porque el equipo es prácticamente el mismo. En 'Pasapalabra', te tratan muy bien. A nivel concurso, me tuve que enfrentar a otro grandísimo concursante como Fran González, a la postre, ganador del bote, por lo que sufrí muchísimo y apenas duré siete programas y saqué 600 euros, aunque en esa época mi preparación era escasa, iba con lo puesto.

"Tuve el presentimiento de que me iba ese día y así se lo dije a algunos del equipo"

P. Esta seguramente no será tu última vez en 'Pasapalabra'. ¿Dispuesto a regresar en el futuro para seguir poniéndote a prueba?

R. Ojalá no sea la última. La verdad es que ahora mismo me siento como las almas que se quedan atrapadas en el mundo de los vivos porque tienen una tarea pendiente [risas].

Yo siempre estaré dispuesto a volver, primero, por el equipazo que forma 'Pasapalabra', he hecho muchos amigos y me encantaría volver a compartir días de grabación con ellos, me he reído lo más grande y es gracias a todos ellos. Desde Mary y Bea, que nos recogían en la puerta y nos traían y llevaban al plató, hasta Roberto Leal y Miguel, el director del programa, pasando por redacción, sonido, 'atrezzo', cámaras, realización, producción, maquillaje y peluquería. Se les coge mucho cariño y luego cuando se van o te vas... lo pasas fatal, como cuando se fue Rosana [la regidora] o ahora mismo yo. Y después, obviamente, me gustaría volver porque no he conseguido mi objetivo, que no es otro que el de completar el rosco y teñir de verde todas las letras que lo conforman.

P. ¿Qué dirías que hace falta para resolver correctamente el rosco? ¿Qué te ha faltado a ti?

R. Hace falta estudiar y ser constante porque hay mucha tela que cortar. A mí me ha faltado estudio, cuando llegué a 'Pasapalabra' y me encontré a Pablo me sentía como un equipo de fútbol de Segunda B en pretemporada contra un Real Madrid en el mes de mayo a punto de jugar la final de la Champions. Que sí, que le puedes mojar la oreja de forma puntual, a la muestra me remito, pero a la larga te va a pasar por lo alto.

P. ¿Seguirás ampliando tu base de datos ahora que ya estás fuera de 'Pasapalabra' o prefieres dejarla de lado por ahora?

R. Ahora toca descansar, un día o dos, pensar los pasos a seguir y el plan de estudio, ordenar el material y comenzar el estudio de nuevo, el repaso y la búsqueda de nuevas posibles preguntas, lo que llamo buscar la suerte.

P. ¿Consideras que la suerte es un factor determinante en el programa?

R. Sí, más que nada porque el temario fuera de lo que es el diccionario es infinito. El estudio hace que dependas menos de la suerte, pero necesitas que en un momento determinado te pregunten por algo que hayas leído y te acuerdes, que es lo más importante. Muchas veces nos han preguntado por cosas que teníamos apuntadas y habíamos estudiado, pero no sale.

P. Por cierto, el pasado mes de octubre, recibiste un reconocimiento por la imagen que estabas dando de la Guardia Civil. Supongo que estas cosas animan a uno a seguir trabajando como lo hace.

R. Por supuesto, al principio uno no se plantea que puede ser la imagen de un colectivo tan amplio y reconocido como la Guardia Civil, pero una vez que estás dentro y te reconocen, al menos, esperas no defraudar y dejar en buen lugar a los compañeros, aunque mis compañeros todos los días demuestran su valor, su compromiso y su entrega. Su trabajo diario habla por ellos.

"Me animaría a participar en '¡Boom!'. Soy un friki de las preguntas y respuestas"

P. Cada día tienes más seguidores en las redes sociales. ¿Ha sido difícil quedarse callado cada vez que os sentías atacados y que ponían en tela de juicio la dificultad de los roscos?

R. Sí, mucho, no sabía que tenía esta capacidad de morderme la lengua [risas]. Al principio, no entiendes el porqué de algunas críticas que no tienen ni pies ni cabeza y menos aún los insultos ni las descalificaciones, más que nada porque no nos conocen y no saben nada de nosotros. Luego aprendí a silenciar a gente que no aportaba nada y me di cuenta de que pasados dos días no tuve que silenciar a nadie más porque siempre eran los mismos los que hacían ruido.

Las críticas sobre la dificultad de los roscos es algo que siempre ha acompañado al programa. Los de tu favorito siempre son más difíciles y los del otro, más fáciles, pero los que nos hemos visto todos los roscos más de una vez sabemos que son iguales en dificultad, cosa que tiene mucho mérito por parte del equipo de guion y dirección. Al final, te das cuenta de que hay mucha gente que critica y ni siquiera conoce el formato y, por tanto, relativizas. Yo he pasado de 408 seguidores en Twitter a 9.995 y de 168 en Instagram a 15.700, que tampoco es para el Guinness, pero viendo de dónde vengo, me parece una locura. Lo que siento es no poder leer y responder a todos los que me animan y apoyan cada día.

P. ¿Ya has pensado en qué quieres gastar esos cerca de 40.000 euros ganados?

R. No, lo único que teníamos claro es que el sofá necesitaba la jubilación, porque los tres fieras son exigentes con el mobiliario, pero el resto seguramente se quede guardado para cuando podamos hacer un viajecito majete los cinco.

P. Pablo y tú habéis logrado batir una de las marcas más complicadas de 'Pasapalabra', la de Jero y Orestes. Habéis protagonizado 84 duelos, lo que os convierte en la pareja más competitiva y que más roscos ha realizado. ¿Qué supuso para ti alcanzar esa marca?

R. La verdad es que no me suelo fijar mucho en esas cosas, más que nada porque de memoria estoy fatal. Pero obviamente me gusta muchísimo porque piensas que tu nombre va a quedar ahí, en la historia, como decía Aquiles. Soy mucho de vivir el día a día, sin plantearme esas cosas, así que cuando pasan... pues la alegría es doble.

P. ¿Qué tiene 'Pasapalabra' que no tengan otros concursos? ¿Te animarías, por ejemplo, a formar un equipo para concursar en 'Boom'?

R. Es que 'Pasapalabra' para mí es especial, la gente que lo conforma es especial, nunca me he sentido tan bien en ningún plató y he estado en unos cuantos. Pero claro que sí, me animaría a '¡Boom!', ¿por qué no? Me encantan los retos y soy un friki de las preguntas y respuestas, esa cultura que te bendice como concursante y/o cuñado.

P. 'Pasapalabra' ha abierto la puerta de la televisión a otros exconcursantes gracias 'El cazador'. ¿Te atraen tanto los concursos como para convertirte en un posible 'cazador' si te diesen esa oportunidad?

R. Eso es otro nivel, yo soy estudioso, prácticamente cumplo a la perfección con la definición que da la RAE de empollón: dicho de un estudiante que estudia mucho y se distingue más por la aplicación que por el talento. Los 'cazadores' aúnan ambas cualidades. David Leo, Lilit, Erundino, Paz y Ruth son la Champions, este humilde servidor público es Segunda B, pero muy peleón, eso sí.