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El productor que sabía demasiado: "Si Bárbara Rey habla, nos echan a todos"
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Las bambalinas de 'Tómbola'

El productor que sabía demasiado: "Si Bárbara Rey habla, nos echan a todos"

Ángel Moreno, creador de 'Tómbola', desvela la trastienda del programa que sacudió los noventa aireando trapos sucios de los famosos. Del delirio de Pocholo y Bofil al borbonazo frustrado

Foto: Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial. (Isabel Blanco)
Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial. (Isabel Blanco)

Pocholo como una moto. Ricardo Bofil Júnior como dos motos. En 'Tómbola' hubo risas, sí, pero también mal rollito. Camilo Sesto con la mirada de las 1.000 yardas. Pajares tirando de pipa para zanjar las broncas familiares. Bárbara Rey 'secuestrada' por el Estado profundo...

Tras dos décadas expuestos a los 'realities' más degenerados y al 'cuore' más abrasivo, es difícil explicar a los 'millennials' por qué la irrupción de 'Tómbola' en 1997 frio el cerebro a una generación.

Entonces era asombrosa novedad ver a famosos sometidos a un tercer grado ('celebrities' de verdad, no los diletantes que pueblan ahora el 'cuore' televisivo duro). Famosos cobrando por someterse a un pimpampum periodístico. Famosos colisionando con otros famosos. Famosos desquiciados (impresionante la cantidad de veces que se les llamó VAGOS en ese programa). Comedia, violencia y vergüenza ajena. Sin respiro. 'Tómbola', formato valenciano de Canal Nou emitido también por Telemadrid y Canal Sur, reventó audiencias, monopolizó conversaciones de bar y escandalizó a políticos, intelectuales y gentes de orden.

Más allá de las discusiones sobre la televisión basura, ‘Tómbola’ dejó varias lecciones importantes: Que la industria televisiva del 'cuore' venía fuerte, que nadie aguanta una fiscalización periodística punki y que las 'celebrities' españolas tenían tanto fango como 'glamour'.

placeholder Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial.
Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial.

De la cocina de 'Tómbola' se encargó Ángel Moreno, creador del formato, que empezó trabajando en 'Marca' durante la Transición, cubrió el Tour que ganó Perico, saltó a la tele y se convirtió en uno de los productores más influyentes de la época.

Ángel Moreno era el tipo que sabía cosas de los famosos que a usted le gustaría saber, el fontanero catódico, el hombre que ESTABA ALLÍ cuando Bárbara Rey intentó tirar de la manta real...

Hablamos con Ángel Moreno una mañana de febrero en el barrio madrileño de la Concepción. La trastienda del mayor circo televisivo noventero 25 años después de su creación.

PREGUNTA. 'Tómbola' fue uno de esos raros formatos que nacen engrasados y como un tiro: el primer programa, el de Chábeli, lo reventó y marcó el tono para siempre. ¿Eran ustedes muy listos?

RESPUESTA. Fue pura suerte, sin más. Nuestras expectativas no eran esas. Te pongo un ejemplo: queríamos de colaborador fijo a Jesús Mariñas, pero estaba en el programa de María Teresa Campos en Telecinco. Mariñas pensaba que no le iban a dejar. Hablé con María Teresa: "Déjanos a Mariñas un día a la semana, ¡qué más te da!, si es el programa de una autonómica y no durará mucho". No era estrategia negociadora, pensaba en serio que aquello no iba a llegar muy lejos.

placeholder Ángel Moreno posa con una portada de 'Marca'.
Ángel Moreno posa con una portada de 'Marca'.

P. ¿Chábeli sabía dónde se metía?

R. No es que su representante le engañara, es que nadie sabía aún lo que era 'Tómbola'. ¡Nosotros tampoco! Solo sabíamos que queríamos hacer un programa sobre la vida de los famosos y que hubiera trapos sucios. El estreno fue definitivo. Un éxito total. Chábeli colaboró inconscientemente con su actitud defensiva.

P. Parecía anonadada por el nivel de hostilidad...

R. La cosa acabó enredándose del todo del modo más absurdo. Resulta que eran las Fallas, preguntaron a Chábeli qué le parecían, dijo que no sabía lo que eran... y Mariñas y los demás se volvieron locos. "¡Estás insultando a los valencianos! ¡Niñata!", gritaban.

P. Y Chábeli flipando.

R. Sí. Yo estaba en realización, miraba de reojo al director de Canal Nou, y pensaba: "Vale, nos van a echar a todos el primer día".

P. Chábeli se piró de pronto al grito de: "¡Me da vergüenza este programa! ¡Sois gentuza!".

R. Abandonó el plató enfurecida. Estaba histérica, daba vueltas en círculo por el edificio y yo la perseguía con un talón. "¡Que vas a cobrar, tranqui, que vas a cobrar!". No me escuchaba. Estaba fuera de sí. Al final, acabamos en el cuarto de las fotocopias, cogió el dinero y se marchó. Volví a realización pensando: nos echan seguro, pero cuando llegué, me dijeron que habían llamado de Telemadrid: ¡querían comprar el formato!

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Ángel Moreno posa durante su entrevista con El Confidencial.

Santa Bárbara bendita

El siguiente punto álgido necesita una explicación. Junio de 1997. Alguien (los servicios secretos) asalta el chalet de Bárbara Rey en Aravaca en busca de documentos perjudiciales para Juan Carlos I (los presuntos videos sexuales de la actriz y el monarca). Cuando se encontró su casa hecha un cristo, Bárbara Rey montó en cólera, puso una denuncia y decidió tirar de la manta en 'Tómbola'. Todo ello en un contexto de máximo tabú sobre la vida desordenada del Borbón.

P. El tombolazo de Bárbara Rey acabó como el rosario de la aurora. ¿Puede contarnos que pasó sin escatimar detalle?

R. Firmamos un contrato con ella para entrevistarla en el programa. La noche de la emisión, a mediodía, yo estaba en mi apartamento valenciano, puse la tele y vi a Bárbara en Barajas perseguida por periodistas: "Voy a 'Tómbola' a contarlo absolutamente todo", dijo. Me recorrió un escalofrío al oír ese "absolutamente todo". Al rato, me llamaron para decirme que el programa no se podía emitir.

P. ¿Quién le llamó?

R. La Generalitat.

P. ¿Alguien en concreto?

R. De la Dirección General de Medios... A todo esto, Bárbara ya estaba volando a Valencia y la iba liando en el avión.

P. ¿Perdón?

R. Durante el vuelo, con colaboradores del programa y periodistas, Bárbara fue contando barbaridades... nunca mejor dicho. Me lo dijo uno de producción que iba en el avión. Estaba desatada.

P. Siga, se lo suplico.

R. Me fui a Canal Nou y me dijeron: "Si Bárbara Rey habla, estáis todos despedidos. El programa no se va a emitir, pero págala... con vuestro dinero".

P. Ya... Pero la rueda no se detuvo todavía...

R. No, Bárbara entró en el edificio por la puerta de servicio para evitar a la prensa. Me metí en un despacho con ella, su representante y dos personas más. Le dije que no podíamos hacer el programa.

placeholder Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial.
Ángel Moreno, durante la entrevista para El Confidencial.

P. ¿Cómo se lo tomó?

R. Mal. Empezó a gritar: "¡Soy una artista! ¡Tengo un contrato!". Le aseguré que cobraría igual, dos millones de pesetas [20000 euros al cambio actual], pero siguió alterada. Entonces, llamaron a la puerta... Lo siguiente que vi fueron dos hombres de negro enseñándome una placa...

P. ¿Quiénes eran? ¿Policía? ¿Agentes secretos?

R. No lo tengo claro, estaba muy nervioso, podían haberme enseñado una galleta en vez de una placa y me hubiera dado igual. Iban con trajes negros, camisas blancas y corbatas negras. Me dijeron: "Venimos a llevarnos a Bárbara Rey". Ahí estuve gracioso, porque solté: "¿En calidad de detenida?".

P. ¿Qué le dijeron?

R. Que se la llevaban para que no se metiera en problemas...

(...)

Más contexto: Bárbara Rey no habló en 'Tómbola', pero tampoco acabó en el cuartelillo; la performance sirvió de punto de inflexión: en los siguientes meses, se cerró un pacto entre la actriz y el Estado profundo. Silencio sobre sus relaciones con el Rey a cambio de un pago de golpe, mensualidades y un programa de cocina en, ejem, Canal Nou. Puertas giratorias bizarras...

Foto:  Bárbara Rey y extractos del contrato. (EC Diseño)


P. Un día vio usted salir a Bárbara Rey de Canal Nou escoltada, y otro, entrando bajo palio y con programa reluciente bajo el brazo. ¿Cómo se quedó?
R. Alucinado. Me llamó uno del comité de empresa de Canal Nou: "Oye, Ángel, ¡que han contratado a Bárbara Rey!". No entendía nada [la intrahistoria del programa de cocina no se conoció al detalle hasta hace poco]. Ese programa no lo veía nadie, un cero coma algo de share. Bárbara cobró un buen dinero por venir un día a la semana a Valencia, grabar varios capítulos de golpe e irse a casa.

Zipi y Zape

P. En medio del aquelarre que era 'Tómbola', alguien conservaba siempre el saber estar: el presentador Ximo Rovira, que metía sosiego y simpatía al sindiós, ¿verdad?

R. A Chimo no le interesaba nada el 'cuore'. Muchas veces no sabía de qué hablaban los invitados, le íbamos instruyendo por el pinganillo. Pese a ello, o quizá por ello, fue un presentador sensacional.

P. A veces, solo alguien de fuera logra dinamizar las tribus más locas, ¿verdad?

R. Eso es.

P. También había dos famosos dando el contrapunto cómico: Pocholo y Bofil, los cachorros desfasados de la jet.

R. Sí, muy simpáticos los dos, daban mucho juego e iban como motos. Cada vez que el programa flojeaba, les sacábamos y lo subían bien arriba. Nunca me lo he pasado tan bien como haciendo este programa.

P. Pese a no estar en una tele nacional, ibais fuerte de presupuesto, ¿no?

R. Teníamos siete millones de pesetas por programa para invitados. Los periodistas cobraban aparte. Mariñas se llevaba medio millón por programa [5000 euros al cambio actual]. Debió ganar más de 30 millones con nosotros. Se los ganó, eh, tiraba del carro. Tenía información de todo el mundo. Era mejor tenerle de amigo que de enemigo.

P. ¿Por qué acabó 'Tómbola'?

R. Montamos muchos escándalos en una tele pública. Los políticos protestaban, nos fueron reduciendo el presupuesto y no podíamos competir con los programas lanzados por Telecinco y Antena 3 para competir con nosotros. Al principio de ese proceso, hubo una reunión en un restaurante junto al Bernabéu para firmar un pacto de no agresión entre programas del corazón.

P. ¿Cómo es eso?

R. Pactamos no pujar por los mismos personajes porque los precios se estaban disparando, pero la competencia incumplió el pacto rápido. Antes de eso, por cierto, Antena 3 intentó comprar 'Tómbola' para competir con 'Crónicas marcianas'. No lo vi claro, pero esa ya es otra historia.

Pocholo como una moto. Ricardo Bofil Júnior como dos motos. En 'Tómbola' hubo risas, sí, pero también mal rollito. Camilo Sesto con la mirada de las 1.000 yardas. Pajares tirando de pipa para zanjar las broncas familiares. Bárbara Rey 'secuestrada' por el Estado profundo...

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