China afirma tener un avión hipersónico no tripulado que supera las defensas americanas

Un equipo de científicos chino asegura haber probado con éxito un nuevo tipo de avión hipersónico no tripulado que rivaliza con los cazas de combate más avanzados del ejército estadounidense. Los investigadores dicen que la capacidad aerodinámica del nuevo dron y su flexibilidad de movimientos están a la altura del F-22 Raptor, el único caza ‘invisible’ del ejército estadounidense capaz de lograr el vuelo sostenido a velocidades supersónicas.

Las pruebas, explica el equipo en un reciente artículo publicado en la revista china Acta Mechanica Sinica del que se ha hecho eco el South China Morning Post, se han realizado en un túnel de viento con "limitaciones de ingeniería del mundo real".

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Jesús Díaz

China ha hecho una enorme inversión en túneles de viento para estudios aerodinámicos en los últimos años con el objetivo de convertirse en la próxima fábrica de aviones del mundo. También tiene los túneles hipersónicos más rápidos del planeta, capaces de alcanzar velocidades de Mach 33 (11,3 kilómetros por segundo), lo que permitirá a los ingenieros chinos experimentar con nuevos diseños de aeronaves hipersónicas y espaciales.

Cómo es el nuevo dron

Los investigadores no han dado demasiadas pistas sobre cómo es el nuevo modelo de dron, pero sí han dicho que tiene un gran parecido con el vehículo hipersónico no tripulado MD-22. Aunque por lo que escribe el equipo. El nuevo modelo es algo más grande, mide más de 12 metros de largo y tiene una envergadura de casi seis metros, por los 10,8 metros de largo y los 4,5 metros de ancho que tiene el MD-22.

También dicen que el diseño aerodinámico se mantiene prácticamente inalterado respecto al MD-22, con sus características tres góndolas de motor que sobresalen de la cola. Este dron, desarrollado íntegramente en china, es una plataforma de pruebas de tecnología hipersónica reutilizable que podrá volar a alturas cercanas al espacio.

Según el South China Morning Post, el MD-22 puede transportar una carga útil de 600 kg a velocidades de hasta Mach 7 y una autonomía de 8.000 km, suficiente como para cubrir la distancia entre China y Estados Unidos. Además, puede despegar de forma autónoma o ser lanzado desde un cohete.

Los investigadores aseguran que el nuevo dron presenta una relación sustentación-arrastre en vuelo subsónico de 8,4, una cifra no demasiado alta, pero que está a la altura de la capacidad de vuelo sostenido del F-22 Raptor. La relación sustentación-arrastre es un parámetro clave para medir la eficiencia aerodinámica, donde la sustentación generada por el avión se divide por la resistencia aerodinámica causada por el movimiento en el aire. Cuanto más alto sea su valor mayor será la resistencia del avión a la atracción de la gravedad y más grande será la distancia que puede recorrer. Sin embargo, cuando el F-22 vuela a la velocidad de Mach 1,5 (1.852 km/h), su relación sustentación-arrastre desciende a cerca de 4, mientras que el nuevo dron chino, aseguran sus creadores, se mantiene por encima del 4 incluso a velocidades de Mach 6 (7.408 km/h).

Los túneles de viento dan ventaja a China

El diseño aerodinámico es un factor que puede determinar el éxito o el fracaso de un proyecto de vehículo hipersónico. Por eso, China ha realizado una potente inversión en investigación y desarrollo en este campo que le ha convertido en líder mundial y le ha permitido realizar numerosos vuelos de prueba.

El más impresionante es el que tiene en Sichuan, al sur de China. Un túnel de viento con capacidad para alcanzar 33 veces la velocidad del sonido (11,3 kilómetros por segundo) y que es tres veces más potente que el más rápido de la NASA (con una velocidad de Mach 10). Su diseño está basado en el tubo de expansión impulsado por pistón creado por el ingeniero aeroespacial australiano Ray Stalker y su potencia y tamaño lo convierten en el más grande del mundo en esta categoría.

Además, China ha construido otro túnel hipersónico nuevo en Pekín que, según sus creadores, también es capaz de simular vuelos a velocidades de Mach 30. Este nuevo túnel de choque impulsado por detonación lleva el nombre de JF-22 y entró en funcionamiento en junio del año pasado.

Pero no todos los túneles de viento chinos están pensados para probar aeronaves hipersónicas. Pekín quiere convertirse también en la gran fábrica mundial de los aviones del futuro. Su apuesta por crear los túneles de viento más grandes, modernos y potentes permite que ingenieros y científicos puedan realizar pruebas clave en el desarrollo de los aviones tanto comerciales como militares.

China anunció el pasado enero la finalización de su complejo de 18 nuevos túneles de viento en los que llevan trabajando en secreto desde hace 16 años. Lo ha hecho a través de un artículo publicado también en Acta Aerodynamica Sinica en el que se asegura que la infraestructura es la mayor del mundo, con una capacidad equivalente a todos los túneles de viento que hay en Europa y EEUU juntos.