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'Lobos marinos kamikaze': el asalto ucraniano sin precedentes que ha hundido una corbeta rusa
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Pueden cambiar la guerra marítima

'Lobos marinos kamikaze': el asalto ucraniano sin precedentes que ha hundido una corbeta rusa

EEUU está extremadamente preocupado ante la efectiva de los grupos de drones navales de bajo coste capaces de hundir barcos de guerra de miles de millones de dólares

Foto: La corveta lanzamisiles rusa Ivanovets que Ucrania a hundido con un enjambre de drone navales. (Ministerio de Defensa ruso)
La corveta lanzamisiles rusa Ivanovets que Ucrania a hundido con un enjambre de drone navales. (Ministerio de Defensa ruso)

La tripulación de la corbeta de misiles de la marina rusa Ivanovets se enfrentó a un asalto marítimo sin precedentes en la madrugada del jueves: una manada de ‘lobos marinos’ kamikaze, drones de superficie no tripulados cargados con explosivos y guiados por satélite, la borraron del mapa. Es un ejemplo más de cómo la guerra está cambiando gracias a nuevos inventos de bajo coste que pueden atacar en enjambres coordinados.

Los drones navales atacaron su barco desde múltiples ángulos en la costa occidental de Crimea y, a pesar de sus esfuerzos por repeler el ataque con ametralladoras y cañones, varios de ellos impactaron en el casco de la Ivanovets causando daños catastróficos que hundieron sus 490 toneladas al fondo del Mar Negro.

Foto: Una ilustración de un espejo viajando en el espacio. (Inteligencia artificial/Novaceno)

El lanzamisiles, construido en la década de los 80, sufrió varias explosiones que se cobraron la vida de aproximadamente 50 marineros, según fuentes del gobierno ucraniano. El incidente marca un nuevo revés para la Flota rusa del Mar Negro, que ha sufrido múltiples pérdidas reconocidas en manos de las fuerzas ucranianas gracias a sus drones no tripulados por mar y aire, así como sus misiles crucero.

Según Ben Hodges, un general retirado del ejército estadounidense, “los rusos parecen incapaces de proteger la infraestructura energética, los aviones en tierra en Crimea o sus barcos” gracias a esta guerra asimétrica. Sin embargo, las pérdidas humanas y materiales siguen reemplazándose —aunque a duras penas— y todavía no han resultado en una victoria de los ucranianos contra las fuerzas invasoras de Vladimir Putin.

Perdidos en el Mar Negro

Pero la realidad es que esta reciente operación es una continuación de la racha de derrotas de la flota rusa del Mar Negro, que se ha intensificado desde que Ucrania adoptó una estrategia naval de guerra asimétrica, usando drones y misiles de bajo coste en coordinación con su fuerza aérea y su ejército, para destruir objetivos enemigos que cuestan miles de veces más. Este giro táctico ha dado resultados significativos, como lo demuestra la mayor frecuencia y éxito de las incursiones contra unidades navales rusas en la última parte del 2023 y ahora en 2024.

Esta doctrina de la marina ucraniana —producto de la necesidad— ha llevado a la destrucción de dos buques de desembarco, un submarino, una corbeta y un dragaminas fuera de servicio, principalmente mediante misiles lanzados desde el aire. El barco patrullero Tarantul fue el primero en sucumbir a un ataque de drones navales en el mar. Antes lo consiguieron dentro del puerto de Sebastopol, llevándose por delante al buque insignia ruso, pero ahora han marcado un punto de inflexión en la campaña antibuque de Ucrania, con el Ivanovets como última víctima.

placeholder La Ivanovets, la corveta lanzamisiles rusa que ya está en el fondo del Mar Negro. (Reuters)
La Ivanovets, la corveta lanzamisiles rusa que ya está en el fondo del Mar Negro. (Reuters)

El efecto acumulativo de estas pérdidas ha obligado a la Flota del Mar Negro a retirar la mayoría de los barcos que le quedan de los puertos de Crimea e incluso de Novorossiysk, en el sur de Rusia. La retirada es un reconocimiento tácito del creciente dominio de Ucrania sobre el Mar Negro occidental y su crítico corredor de cereales. El impacto económico de este cambio es tangible, según apunta la revista Forbes: las exportaciones de cereales ucranianas están volviendo a los niveles anteriores a la guerra, impulsando la economía de guerra del país con unos ingresos estimados en 6.000 millones de dólares.

Aviso a navegantes

Pero el éxito de esta campaña y el hundimiento de la Ivanovets por buques de superficie no tripulados (USV), no sólo afecta a Rusia. EEUU y China están tomando buena nota de las recortadas barbas de su vecino y están poniendo las suyas a remojar.

Cada uno de esos USV, posiblemente seis en total, cuestan unos pocos miles de dólares. Todos llevaban grandes cargas explosivas. Y todos atacaron al unísono, haciendo imposible la defensa ante tantas amenazas. Esto es un claro ejemplo de cómo las tácticas de guerra asimétricas pueden plantear graves amenazas a las fuerzas navales tradicionales. Claramente, el método de ataque aprovecha el elemento sorpresa y el GPS para cambiar la táctica militar marítima, algo que no ha pasado desapercibido para las potencias navales mundiales, en particular Estados Unidos.

placeholder Una de las primeras versiones de los 'lobos marinos' ucranianos.
Una de las primeras versiones de los 'lobos marinos' ucranianos.

Las implicaciones estratégicas en los conflictos navales son profundas: la Armada de los Estados Unidos conoce muy bien estas amenazas y está desarrollando contramedidas a marchas forzadas. Entre ellos se encuentra el sistema de acceso restringido a drones con guerra electromagnética, conocido como DRAKE en sus siglas inglesas. DRAKE ha sido desarrollado por Northrop Grumman para reforzar las defensas de la Armada contra las incursiones de drones.

Los americanos también están implantando su sistema de armas de proximidad Phalanx (CIWS), que pueden llenar el aire de tornados de plomo gracias a su sistema de disparo rápido hasta convertirse en un pilar de defensa fundamental de los buques de guerra estadounidenses.

Pero este reciente encuentro en el Mar Negro sirve como un estudio de caso en tiempo real que ha acelerado aún más los esfuerzos de la Marina de los EEUU, que quieren implantar cuanto antes proyectos experimentales con sistemas como los rayos láser y microondas de gran potencia como parte de una iniciativa de energía que quiere contrarrestar las amenazas de los drones tanto aéreos como en la superficie del mar sin tener que depender de la munición (que es finita, no como la energía eléctrica).

Ataques en masa para defenderse

Pero la respuesta de la Marina estadounidense va más allá de la defensa y quiere también capacidades ofensivas con su propia flota de vehículos de usar y tirar como los ucranianos. Estos buques autónomos servirían potencialmente como activos de interceptación, proporcionando conocimiento de la situación y actuando como elemento disuasorio en áreas estratégicas clave como el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.

placeholder F-18 despegando de un portaaviones americano en el Mar Rojo.
F-18 despegando de un portaaviones americano en el Mar Rojo.

El Pentágono lo llama PRIME y prevé una flota de vehículos estadounidenses capaces de provocar un impacto cinético y letal significativo en cualquier objetivo. Según el analista naval Bryan Clark en declaraciones a USNI, la importancia estratégica de estas iniciativas son sobre todo un “esfuerzo para tratar de desplegar nuevos vehículos estadounidenses cinéticos y letales que puedan emplearse probablemente en un contexto del Pacífico occidental, tal vez en el Estrecho de Taiwán”. Estas naves podrían ser vitales para la disuasión de agresiones chinas y claves para una victoria en caso de invasión.

La otra parte del plan de la Armada estadounidense es el "paisaje infernal", un escenario que usará una combinación de municiones merodeadoras y drones de ataque letales para bloquear cualquier invasión anfibias como la de Taiwán. El Pentágono está claramente inspirado en parte por los acontecimientos que pueden observarse en ese gran laboratorio de la guerra del siglo XXI que es la invasión rusa de Ucrania.

La tripulación de la corbeta de misiles de la marina rusa Ivanovets se enfrentó a un asalto marítimo sin precedentes en la madrugada del jueves: una manada de ‘lobos marinos’ kamikaze, drones de superficie no tripulados cargados con explosivos y guiados por satélite, la borraron del mapa. Es un ejemplo más de cómo la guerra está cambiando gracias a nuevos inventos de bajo coste que pueden atacar en enjambres coordinados.

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