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Descubren un nuevo fenómeno natural dos veces más destructivo que el evento Miyake
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Descubren un nuevo fenómeno natural dos veces más destructivo que el evento Miyake

Una tormenta solar dos veces más potente que el evento Miyake bañó la Tierra hace 14.300 años. Hoy traería la destrucción absoluta de la civilización y la muerte de cientos de millones en pocas horas

Foto: Ilustración de un apagón masivo en Nueva York por el efecto de un efecto Miyake. (SDXL/IA/Novaceno)
Ilustración de un apagón masivo en Nueva York por el efecto de un efecto Miyake. (SDXL/IA/Novaceno)

La Tierra fue golpeada hace 14.300 años por un fenómeno natural de una capacidad destructiva sin precedentes en el registro geológico. Según una investigación liderada por Edouard Bard, profesor de Evolución del Clima y del Océano en el Collège de France y CEREGE, este evento fue casi el doble de potente que el famoso evento Miyake.

Foto: El origen de IM1 puede ser natural, provocado por la destrucción de un planeta de magma por una estrella enana. (SDXL/IA/Novaceno)

Tim Heaton —profesor de Estadística Aplicada en la Escuela de Matemáticas de la Universidad de Leeds que ha participado en el estudio— afirma que "las tormentas solares extremas podrían tener enormes impactos en la Tierra. Tales supertormentas podrían dañar permanentemente los transformadores de nuestras redes eléctricas, lo que resultaría en apagones enormes y generalizados que durarían meses". Según Heaton, también podrían provocar daños permanentes a los satélites de los que todos confiamos para la navegación y las telecomunicaciones, dejándolos inutilizables.

Como vimos en el episodio de la miniserie Control Z dedicado al evento Miyake, el problema sería aún mayor del que sugiere Heaton. Los enormes apagones, la destrucción de grandes transformadores y redes eléctricas, y la interrupción de todos los servicios de la sociedad moderna provocarían un colapso que acabaría definitivamente con la civilización tecnológica, sumiéndonos en una nueva Edad Media y trayendo la muerte de cientos de miles personas en hospitales solo en las primeras 24 horas del impacto. Existen razones muy serias para preocuparse mucho por los caprichos del Sol, sobre todo cuando los científicos estiman que este tipo de eventos podrían suceder cada 10.000 años. Imaginad lo que pasaría con un evento con el doble de potencia que el Miyake.

Qué han descubierto

Bard y su equipo han analizado los anillos de 140 pinos encontrados enterrados en la ribera del río Duranza, en la Provenza francesa. Los resultados no dejan lugar a dudas, afirman. Los anillos de los árboles registran las condiciones ambientales año tras año durante la vida del árbol y, hace 14.300 años, estos árboles registraron un aumento significativo en un isótopo específico: el radiocarbono.

Según Bard, "el radiocarbono se produce constantemente en la atmósfera superior a través de una cadena de reacciones iniciadas por los rayos cósmicos. Recientemente, los científicos han descubierto que los eventos solares extremos, incluidos los destellos solares y las eyecciones de masa coronal, también pueden crear ráfagas a corto plazo de partículas energéticas que se conservan como enormes picos en la producción de radiocarbono que ocurren en el transcurso de un solo año".

placeholder Un apagón en la ciudad de Nueva York provocado por un evento Miyake. (SDXL/IA/Novaceno)
Un apagón en la ciudad de Nueva York provocado por un evento Miyake. (SDXL/IA/Novaceno)

El radiocarbono se forma en la atmósfera terrestre cuando los rayos cósmicos, partículas de alta energía que llegan desde el espacio, interactúan con el nitrógeno en el aire. Un aumento en los niveles de radiocarbono en una capa específica de los anillos de un árbol indica un aumento en los rayos cósmicos que llegan a la Tierra en ese año particular, lo que sugiere un evento solar excepcionalmente fuerte.

El equipo analizó los anillos de los árboles y encontraron que los niveles de radiocarbono eran notablemente altos en una capa, lo que indica que la tormenta solar que tuvo lugar hace 14.300 años fue aproximadamente el doble de fuerte que cualquier otro evento conocido, incluido el evento Miyake, que ocurrió en el año 775 d. C. Los científicos comprobaron que estos niveles coincidían con niveles elevados de berilio de los núcleos de hielo de Groenlandia, que se produce de manera similar al carbono-14, fechados en el mismo periodo por el Dr. Raimund Muscheler, el profesor de Ciencias del Cuaternario y especialista en paleoclima de la Universidad de Lund que fue el descubridor de los núcleos de hielo.

placeholder Imagen del choque del plasma del sol contra el campo magnético terrestre. (NASA)
Imagen del choque del plasma del sol contra el campo magnético terrestre. (NASA)

En una entrevista por videoconferencia, contó a Novaceno que estos protones son tan peligrosos para la infraestructura electrónica como el plasma solar lo es para la infraestructura eléctrica: “Representan un riesgo directo de radiación. La electrónica de los satélites puede destruirse cuando hay una alta radiación, pero también afectaría a cualquier persona en el espacio. Si vuelas en un avión cerca de áreas polares donde el campo magnético no nos protege de estas partículas de alta energía, allí también puedes estar expuesto a una alta exposición a la radiación”.

El descubrimiento de nuevas pruebas que confirman este evento natural de una energía inimaginable es crucial para entender la frecuencia y la intensidad de las tormentas solares.

La amenaza de los eventos solares

La amenaza de la actividad solar extrema ha sido un tema recurrente en la comunidad científica durante décadas, pero solo ahora está empezando a recibir más atención. Informes de instituciones como la Academia Nacional de las Ciencias de los EEUU y el Pentágono han alertado sobre los riesgos potenciales. Si actuamos a tiempo, podemos mitigar los efectos devastadores de este fenómeno inevitable. Pero nadie se mueve.

Un bucle solar levantándose cientos de miles de kilómetros sobre el sol.

Como contamos en Control Z, la Dra. Holly Gilbert, exdirectora de la división de ciencia heliofísica del centro de investigación NASA Goddard, detalló tres niveles de impacto de los eventos solares extremos. El primero es la erupción de radiación de alta energía que puede afectar nuestra ionosfera en tan solo ocho minutos. Las partículas cargadas generan corrientes y, finalmente, las eyecciones de masa coronal liberan enormes cantidades de plasma y el campo magnético del Sol.

La Dra. Sangeetha Abdu Jyothi, de la Universidad de California, Irvine, advirtió sobre el efecto devastador que un evento similar al Carrington tendría en la red de cables de internet submarinos. Estos eventos no solo interrumpirán la conectividad global, sino que nos mandarán a la Edad Media. En la actualidad, todas las infraestructuras críticas, desde la sanidad hasta la distribución de agua, dependen de la electricidad y la red de internet. John Kappenman, un ingeniero con vasta experiencia en la industria eléctrica, enfatizó que un evento de esta magnitud tendría consecuencias catastróficas en la salud pública, la cadena de suministro de alimentos, las farmacéuticas y el resto de industrias. Todo, absolutamente todo, depende de la infraestructura eléctrica, incluyendo cosas tan básicas como la distribución de aguas en las ciudades.

placeholder El campo electromagnético también inutilizaría todos los sistemas de alerta sobre el horizonte, según el Pentágono, inutilizando los sistemas de defensa temprana y mermando la capacidad militar de todo el mundo.
El campo electromagnético también inutilizaría todos los sistemas de alerta sobre el horizonte, según el Pentágono, inutilizando los sistemas de defensa temprana y mermando la capacidad militar de todo el mundo.

El Dr. Ethan Siegel, astrofísico teórico, señaló que el evento Carrington palidece en comparación con los eventos Miyake como el que ocurrió en el año 774 o 775, que fue más de 10 veces más poderoso que el evento Carrington. Ahora, este evento recién descubierto casi dobla la potencia de ese.

Seguimos necesitando prevención

Lo sorprendente de esta situación de peligro cierto, de algo que sucederá de forma inequívoca tarde o temprano, tiene solución. Siegel sugirió que hay que reorganizar la infraestructura eléctrica para que sea más resiliente, mientras que Kappenman propone proteger los transformadores con dispositivos específicos para evitar que el circuito a tierra dañe irremediablemente la infraestructura de distribución de energía. Gilbert aboga además por un sistema de alerta temprana efectivo, respaldado por modelos de inteligencia artificial.

Pasarán décadas antes de poder llegar a fabricar y reemplazar todos los transformadores dañados en todo el globo. El tiempo de fabricación y entrega de uno de alta tensión en tiempos normales es de dos años.

Pero, a pesar de la gravedad de la situación y la disponibilidad de soluciones técnicas que se pueden poner en marcha con un esfuerzo económico ridículo cuando lo comparas con el coste vital y económico de un evento que nos sumiría en las tinieblas, el poder político no hace nada mientras se pierde en conflictos inútiles y entra en guerras absurdas por todas partes. Quizá, como concluye Siegel, la responsabilidad en que se haga algo útil por todos recae precisamente en todos nosotros, en los ciudadanos. Es esencial actuar ahora para evitar un desastre en el futuro.

La Tierra fue golpeada hace 14.300 años por un fenómeno natural de una capacidad destructiva sin precedentes en el registro geológico. Según una investigación liderada por Edouard Bard, profesor de Evolución del Clima y del Océano en el Collège de France y CEREGE, este evento fue casi el doble de potente que el famoso evento Miyake.

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