El "momento eureka" que explica el envejecimiento humano y cómo ralentizarlo

Envejecer se ha considerado tradicionalmente una enfermedad crónica y degenerativa que nos hace ir perdiendo facultades con el paso de los años. Pero ahora, un grupo de Investigadores de la Universidad de Colonia, en Alemania, cree que esto no tiene por qué ser así, o por lo menos, no tiene por qué ir tan rápido. Los investigadores no solo aseguran haber descubierto un mecanismo de envejecimiento desconocido hasta ahora, sino que también proponen un método para ralentizar el proceso.

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Los recientes avances científicos y los miles de millones invertidos por magnates como Jeff Bezos están provocando un boom de la investigación antienvejecimiento en los últimos años. Los estudios realizados hasta ahora enfocan sus esfuerzos en descubrir qué genes se activan y se desactivan cuando envejeces o los efectos de este proceso en las células.

Sin embargo, el nuevo trabajo realizado por los científicos alemanes abre otra vía de investigación que se centra en observar los cambios en el proceso de reproducción celular a medida que envejecemos. Si los investigadores alemanes están en lo cierto, su descubrimiento nos puede ayudar no solo a ralentizar nuestro declive, sino a invertir o incluso detener el envejecimiento de nuestro cuerpo.

El equipo ha condensado los resultados de 10 años de investigación en un artículo publicado recientemente en la revista Nature. "Este es, hasta ahora, el único momento eureka de mi vida. Es un tipo de descubrimiento que no se hace un día sí y otro también", explica el profesor Andreas Beyer, investigador principal del Instituto de Genética de la universidad colonesa, que calificó el hallazgo de "gran descubrimiento".

El ‘teléfono escacharrado’ genético

Nuestro cuerpo tiene distintos tipos de células que se especializan en una función determinada dependiendo de la información genética que reciban. "Cada célula es diferente y lo que las hace diferentes son los distintos genes que se activan en ella", explica Beyer en declaraciones recogidas por Euronews. "Esta activación se llama transcripción".

La transcripción genética es el proceso por el cual una célula hace una copia de ARN de una pieza de ADN. En ese momento, el ARN pasa a llamarse ARN mensajero (ARNm) y transporta las instrucciones genéticas necesarias para crear nuevas proteínas en la célula. Estas proteínas son las que determinan la salud y el funcionamiento de las células que componen la estructura de todos los seres vivos.

Las células se regeneran constantemente a lo largo de nuestra vida, pero las transcripciones de su código genético no siempre son literales y se producen pequeños errores que acaban modificando su propósito final. "Hay que crear la cantidad adecuada de transcripciones para cada gen y tener una copia exacta de la secuencia genética, pero también hay que activar los genes exactos que la célula necesita para funcionar como debe", continúa Beyer.

Lo que han descubierto los investigadores alemanes es que el proceso de transcripción se realiza más rápidamente según envejecemos, pero lo hace cometiendo cada vez más fallos que lo hacen alejarse de la copia original. Esto acaba provocando muchas enfermedades que relacionamos con la edad, como el cáncer o el alzhéimer. "Las consecuencias son similares a las que se producen cuando hay mutaciones en el propio genoma", afirma Beyer.

Cómo se para este proceso

El equipo además ha estudiado qué hacer para prevenir esos errores en la copia. Investigaciones anteriores han señalado que bloquear la señal de respuesta de las células a la presencia de insulina y una dieta baja en calorías pueden retrasar el envejecimiento y aumentar la esperanza de vida. Los investigadores alemanes han querido observar el impacto que tienen estas circunstancias en el número de transcripciones defectuosas.

Con la ayuda de investigadores de hasta seis laboratorios distintos, el equipo ha modificado los genes de animales, como gusanos, moscas de la fruta o ratones, para bloquear la respuesta celular a la insulina. Por otra parte, han sometido a otro grupo de animales a una dieta baja en calorías para observar el comportamiento de las transcripciones en las células. El resultado en ambos casos ha sido la ralentización del proceso de transcripción genética y una mayor precisión en las copias.

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Además, realizaron una modificación genética en gusanos y moscas para revertir las modificaciones provocadas por las copias defectuosas y observaron que este tratamiento prolongaba la vida de los animales.

En cuanto a las pruebas con humanos, los investigadores aplicaron estas mismas técnicas con muestras de sangre de individuos jóvenes y mayores. "Cuando comparamos las células jóvenes con las muy viejas, in vitro, obtuvimos exactamente los mismos resultados", explica a Euronews Argyris Papantonis, profesor de Epigenética Traslacional en el Hospital Universitario de Gotinga, Alemania, y otro de los investigadores que han participado en el descubrimiento.