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Se acabarán las multas

Adiós a las multas gracias a los coches autónomos

Este divertido vídeo de unos policías intentando multar a un coche autónomo anticipa el cambio que sufrirán nuestras ciudades cuando ya no haya humanos al volante

Foto: La policía paró al coche autónomo de Cruise en San Francisco. (Cruise)
La policía paró al coche autónomo de Cruise en San Francisco. (Cruise)

La compañía de taxis autónomos Cruise lleva cerca de dos meses circulando por las calles de San Francisco. Aunque estos vehículos están diseñados para respetar al dedillo las reglas de tráfico, este fin de semana uno de sus coches tuvo que parar a instancias de la policía por no llevar las luces encendidas cuando ya era de noche. La interacción entre taxi autónomo y los agentes, además de provocar la carcajada general de las redes sociales, es un recordatorio de lo que nos espera cuando ya no haya conductores humanos circulando por nuestras calles.

Foto: Un meteorito quemándose en la atmósfera, visto desde el desierto de Néguev. (Reuters/Amir Cohen)

San Francisco es una de las ciudades pioneras en ofrecer para el público general un servicio de taxi con coches autónomos que circulan sin la supervisión de conductores humanos. Compañías como Cruise, una subsidiaria de General Motors, o Waymo, el brazo de Alphabet dedicado al desarrollo de los coches autónomos, llevan semanas circulando por sus calles y lidiando con su tráfico intenso, sus peatones y sus imprevistos. Así que era cuestión de tiempo que alguno de estos coches tuviera un encontronazo con la policía local.

Afortunadamente, un usuario de Instagram pudo grabar esa interacción entre los policías y el Chevy Bolt convertido en taxi autónomo de 'Cruise'. Las imágenes muestran como el agente se acerca al taxi, mira al interior y, al ver que no hay nadie al volante, intenta abrir la puerta delantera sin éxito. El policía regresa al coche patrulla, pero, en ese momento el taxi arranca y sale conduciendo hacia delante. Los policías le siguen a toda prisa en su coche hasta que el taxi se detiene unos metros más adelante y enciende las luces de emergencia. Entonces, bajan los dos policías del coche patrulla y comienzan a caminar rodeando el taxi y gesticulando como si no supieran qué hacer con él.

El portavoz de Cruise, Aaron Mclear, ha comentado a The Verge que el vehículo autónomo no intentaba escapar de la policía, sino que se adelantó para encontrar un lugar más seguro para detenerse. Mclear ha confirmado que la Policía de San Francisco paró el vehículo por no tener los faros encendidos, un problema del cual no se conoce el origen, pero que, según la compañía, ya está solucionado. Hay que recordar que este tipo de vehículos solo tiene permitido circular entre las 10 de la noche y las seis de la mañana, por lo que el funcionamiento de las luces es fundamental.

"El vehículo cedió el paso al coche de policía y luego se detuvo en el lugar seguro más cercano para la parada de tráfico", dijo Mclear. "Un agente se puso en contacto con el personal de Cruise y no se emitió ninguna citación. Trabajamos estrechamente con la SFPD [el depaetamento de policía de San Francisco] sobre cómo interactuar con nuestros vehículos y tenemos un número de teléfono dedicado para que llamen en situaciones como esta".

El fin de los conductores

Vehículos como los de Cruise son pioneros en una forma de conducción que, según dicen los expertos, acabará por eliminar a los conductores humanos de las carreteras. Si la tecnología sigue avanzando y los reguladores lo permiten, la presencia de estos coches y la de los Waymo en EEUU, o la de los de Baidu en China, son solo el primer paso.

Según un reciente informe de la consultora IDTechEx, en 2024 ya podremos ver vehículos autónomos que igualen o superen los niveles de seguridad de los humanos circulando habitualmente por las calles. Si el crecimiento de esta tecnología se mantiene, en 2046 los vehículos autónomos podrían copar la demanda total de movilidad en los Estados Unidos. Y, en 2050, según reza el informe, los vehículos autónomos podrían satisfacer teóricamente todas las necesidades de transporte del mundo y registrar menos de un accidente al año.

placeholder El I-pace de Jaguar que usa Waymo para sus pruebas en San Francisco. (Waymo)
El I-pace de Jaguar que usa Waymo para sus pruebas en San Francisco. (Waymo)

Una vez suceda esto, IDTechEx prevé que los gobiernos no tardarán demasiado en prohibir que los humanos conduzcan en las vías públicas con el fin de evitar los accidentes provocados por nuestros descuidos y falta de respeto a las reglas. La consecuencia, según las cuentas que ha echado el portal económico Investopedia, es 4,5 millones de taxistas, repartidores o camioneros se quedarán sin trabajo solo en Estados Unidos.

El fin de las multas y los policías de tráfico

Si los coches autónomos funcionan como se espera y se prohíbe que los humanos conduzcan, tampoco habrá necesidad de policías que vigilen que se cumplen las reglas. Estos coches están diseñados para respetar las reglas de tráfico y, a no ser que tengan una avería o sufran, por ejemplo, un ataque de los ‘hackers’, lo harán a rajatabla.

placeholder El coche autónomo de la tecnológica china Baidu. (Baidu)
El coche autónomo de la tecnológica china Baidu. (Baidu)

Sin infracciones, desaparecerán los radares, las patrullas o el personal administrativo. Según Investopedia, si sumamos todo el personal de supervisión, gestión y apoyo de estos puestos de trabajo de la conducción, la cifra de 4,5 millones se duplicaría, aunque, evidentemente, para esta nueva industria habrá otros puestos de trabajo que todavía no se han inventado. El número de esos nuevos empleos dependerá del nivel de autonomía que le queramos dar a las inteligencias artificiales que los sustituyan. Pero, desde luego, la cifra total será muchísimo más pequeña que la actual.

En el lado bueno está que dejaremos atrás las largas horas de conducción pendientes de la carretera, los enfados con otros conductores que no respetan las normas, las multas y, sobre todo, dejaremos de tener accidentes mortales que nos obliguen a despedirnos antes de tiempo de nuestros seres queridos.

La compañía de taxis autónomos Cruise lleva cerca de dos meses circulando por las calles de San Francisco. Aunque estos vehículos están diseñados para respetar al dedillo las reglas de tráfico, este fin de semana uno de sus coches tuvo que parar a instancias de la policía por no llevar las luces encendidas cuando ya era de noche. La interacción entre taxi autónomo y los agentes, además de provocar la carcajada general de las redes sociales, es un recordatorio de lo que nos espera cuando ya no haya conductores humanos circulando por nuestras calles.

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