Es noticia
El impredecible volcán islandés: por qué erupciona por sorpresa y qué pasará ahora
  1. Tecnología
  2. Ciencia
"EN REALIDAD, NUNCA SABEMOS"

El impredecible volcán islandés: por qué erupciona por sorpresa y qué pasará ahora

Aunque a principios de noviembre la erupción parecía inminente y luego se descartaba, finalmente, Islandia tiene un nuevo volcán, más peligroso que los de los últimos años

Foto: Un helicóptero sobrevuela el lugar de la erupción. (EFE/EPA)
Un helicóptero sobrevuela el lugar de la erupción. (EFE/EPA)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Pocas veces hay señales tan claras y alarmantes. En los primeros días de noviembre, las grietas en el suelo de la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, eran impresionantes. Hasta el asfalto se rompía como si fuera papel. La erupción de un nuevo volcán parecía inminente y la ciudad de Grindavík, una localidad pesquera de apenas 3.000 habitantes, tuvo que ser evacuada. Esa deformación del terreno, unida a la intensa actividad sísmica que se vivía desde varias semanas antes, permitían a los vulcanólogos anticipar el lugar aproximado por donde el magma iba a salir a la superficie casi con toda seguridad, pero finalmente se detuvo y no continuó su camino. Hasta la noche de este lunes: al fin, tenemos un nuevo volcán islandés.

Las autoridades han declarado el estado de emergencia y han advertido del peligro, ya que esta vez "no es una erupción turística". Según la Oficina Meteorológica y Sismológica de Islandia (MET), la erupción comenzó a las 22:17 horas (23:17, hora peninsular española) del lunes, precedida por un enjambre de terremotos que tuvo lugar poco antes, sobre las 21.00. Finalmente, el punto exacto se sitúa tres kilómetros al noreste de Grindavík, que ha vuelto a ser evacuada, al igual que la conocida Laguna Azul (Blue Lagoon). Reikiavik, la capital islandesa, se encuentra está a solo 40 kilómetros y está sufriendo terremotos. El único aeropuerto internacional del país, Keflavík, está aún más cerca. ¿Por qué el proceso de erupción ha sido tan extraño esta vez? ¿Qué podemos esperar?

Las imágenes y los primeros datos de la MET eran impactantes: la lava está saliendo a la superficie a través de una grieta de cuatro kilómetros de largo y, en los primeros momentos, lo hacía a un ritmo de entre 100 y 200 metros cúbicos por segundo. Después, parece haber disminuido. No obstante, las autoridades han pedido a los habitantes de las poblaciones más cercanas que permanezcan en sus casas debido a la nube de cenizas que se ha generado. Bajo la superficie, según los datos de sismicidad y deformación del terreno que se van recopilando, el magma parece dirigirse más al sur, en dirección a Grindavík.

¿Qué está pasando?

“Es la erupción que todo el mundo esperaba que hubiera”, afirma en declaraciones a El Confidencial Rubén López, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Lo que ha ocurrido es una gran fisura en el terreno “con una lava muy líquida, basáltica, es decir, como las más comunes en Islandia”. No obstante, los expertos están muy atentos a la evolución de las coladas. Si llega a una central geotérmica cercana, a Grindavík o a la Laguna Azul, “ya estaríamos hablando de daños importantes”, advierte.

placeholder La erupción en la noche del lunes. (EFE)
La erupción en la noche del lunes. (EFE)

Técnicamente, “es un tipo de erupción efusiva, no explosiva, aunque al comienzo ha generado potentes fuentes de lava de decenas de metros de altura”, explica Itahiza Domínguez Cerdeña, sismólogo del IGN en el Centro Geofísico de Canarias, en declaraciones a Science Media Centre. Los expertos coinciden en que se trata de una erupción típica de esta ubicación, aunque con algunos matices importantes. Por una parte, la fisura, de unos cuatro kilómetros, “es mayor que las anteriores erupciones en la zona”. En 2021, 2022 y este mismo verano se han producido en el volcán de Fagradalsfjall, a muy pocos kilómetros, pero la fracturas sobre el terreno por las que salía la lava apenas tenían un kilómetro de longitud. Por otra parte, el estar ahora tan próxima a lugares poblados hace que el potencial desastre sea mucho mayor.

Esas recientes erupciones de los últimos años nos habían dejado asombrosas imágenes de turistas disfrutando del espectáculo desde lugares bastante próximos. Sin embargo, esta vez parece un poco más peligroso, tal y como han advertido las autoridades. Aun así, “ha habido imágenes en redes sociales que son preocupantes, en principio el perímetro de seguridad es más grande y, aunque parece que se está estabilizando, hay que esperar para ver si es posible visitarlo. En un principio, yo lo desaconsejaría, desde luego”, afirma López.

placeholder Colada cerca de Grindavík. (Reuters)
Colada cerca de Grindavík. (Reuters)

Según Domínguez, los mayores peligros de esta erupción “podrían ser las coladas de lava que pueden afectar a infraestructuras, edificios y casas”. No obstante, también hay que estar atentos a la emisión de dióxido de azufre (SO2), el gas que puede ser más peligroso en este tipo de situaciones, como ya ocurrió con el volcán de La Palma en 2021. “En función de los vientos, puede afectar a otras zonas habitadas, aunque todavía es pronto para decirlo y dependerá de la evolución de la erupción y de su duración, algo que es imposible de pronosticar ahora mismo”.

El "peculiar" proceso que despistó a los geólogos

De hecho, todo el proceso anterior a la erupción “ha sido algo peculiar”, admite Domínguez. El 11 de noviembre se detectó una deformación muy rápida y una sismicidad intensa. “En aquel momento se pensaba que la erupción podría ocurrir en horas, pero no fue así. Se produjo la intrusión de magma en forma de dique de 15 kilómetros de largo más al sur de donde ocurrieron las erupciones de los últimos años”, explica. Además, la zona se hundió un metro, algo “típico de las intrusiones en forma de dique”, como esta, que posteriormente se ha ido recuperando casi en su totalidad durante el último mes con una sismicidad decreciente. En cambio, este lunes, apenas una hora antes de la erupción, se produjo un enjambre sísmico y el magma salió a la superficie “de forma repentina”.

placeholder Grietas en la superficie en noviembre. (Reuters)
Grietas en la superficie en noviembre. (Reuters)

A pesar de todos estos vaivenes, “realmente, esto no es tan raro en los procesos volcánicos”, apunta López. “Por mucho que haya síntomas precursores, la realidad es que nunca sabemos exactamente el cuándo ni el cómo, ni siquiera si finalmente va a salir o no”, reconoce. A principios de noviembre, “teníamos claro que era inminente y ha tardado más de un mes”. De hecho, hay expertos que “ya descartaban la erupción, aunque la gran mayoría apostábamos porque en los próximos meses podría suceder”.

No es la primera vez que un proceso de este tipo se prolonga en el tiempo, como bien saben los expertos españoles. En la isla del Hierro, en 2011, “estuvimos tres meses con enjambres sísmicos muy importantes antes de que se produjera la erupción”, recuerda, que finalmente fue submarina. Por eso, tanto en Islandia como en Canarias y en cualquier otro proceso volcánico del mundo "nos queda mucho por saber", ya que "el magma está ahí, la intrusión produce la deformación en la superficie y terremotos, pero eso no significa que no pueda estabilizarse, que se vaya solidificando a medida que se enfría y ya no salga", comenta el investigador del IGN. “Eso también puede pasar, aunque lo más normal es lo que ha ocurrido ahora, que finalmente encuentre algún material más frágil y salga”, añade.

placeholder Avance de la lava. (EFE)
Avance de la lava. (EFE)

No, esta vez no paralizará los aeropuertos

En cualquier caso, más cerca del Fagradalsfjall, como en estos últimos años, o junto a Grindavík, como en esta ocasión, lo cierto es que “toda esta zona es susceptible de tener erupciones, como demuestra la existencia de numerosos volcanes”, comenta Domínguez. Lo que parece descartado es que el episodio pueda tener consecuencias fuera de Islandia, como ocurrió con el volcán Eyjafjallajökull en 2010, que paralizó el tráfico aéreo de media Europa.

En aquella ocasión, el desastre tenía una clara explicación: ese volcán “nació por debajo de un glaciar y, por eso, al salir la lava, las columnas de vapor y ceniza fueron gigantescas”, comenta López. Al entrar en contacto con el hielo, el magma se enfriaba rápidamente, convirtiéndose en los materiales sólidos que se conocen como piroclastos. En cambio, en este caso, la superficie no está cubierta por el hielo y “no va a haber proyectiles ni eyecciones desde un cono volcánico”.

placeholder El volcán Eyjafjallajökull en 2010. (EFE)
El volcán Eyjafjallajökull en 2010. (EFE)

Aunque los vuelos del aeropuerto internacional de Keflavík han sufrido algunos retrasos, en teoría solo estaría afectado el espacio aéreo que se sitúa justo sobre la península de Reykjanes. Por eso, el tránsito con Reikiavik, la capital, “está operativo y va a continuar así; por ahora, no se espera un gran caos aéreo”, asegura el geólogo del IGN.

¿Qué pasa con Islandia?

¿Por qué este país tiene tanta actividad volcánica? En primer lugar, porque se encuentra entre dos placas litosféricas, la placa Eurasiática y la Norteamericana, que se separan casi dos centímetros al año (en concreto, en la península de Reykjanes, 2,02). Así, esta isla es el único lugar del mundo en el que podemos ver una dorsal oceánica en superficie; es decir, una cadena montañosa submarina que emerge en este punto como resultado del movimiento de las placas, que van creando nuevas rocas en sus márgenes.

Foto: Defensas contra una erupción volcánica en la proyección presentada por Protección Civil Islandia. (Protección Civil islandesa)

En segundo lugar, debajo de Islandia hay un “punto caliente”, lo que significa que es un lugar en el que asciende material que se encuentra a más temperatura que el manto que lo rodea, lo que aporta más actividad geológica y volcánica. Según los geólogos, Islandia es un enclave único y sigue evolucionando de manera casi permanente, rejuveneciendo la superficie de nuestro planeta. A escala humana, el ritmo al que cambia es lento, pero, desde el punto de vista de la geología, es un proceso muy rápido.

En cualquier caso, desde España, los geólogos toman nota de todo lo que sucede. “Siempre estamos muy atentos a Islandia, es un punto caliente similar a Canarias en algunos aspectos”, afirma López desde el IGN. “Las erupciones son basálticas, como las canarias más habituales, así que es interesante ver, por ejemplo, cómo se desarrollan las coladas de lava o cómo se distribuyen por toda la orografía”, comenta. Acostumbrados a este tipo de situaciones, las autoridades islandesas ofrecen una gran cantidad de datos técnicos en tiempo real y, con ello, “aprendemos mucho”, asegura.

Pocas veces hay señales tan claras y alarmantes. En los primeros días de noviembre, las grietas en el suelo de la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, eran impresionantes. Hasta el asfalto se rompía como si fuera papel. La erupción de un nuevo volcán parecía inminente y la ciudad de Grindavík, una localidad pesquera de apenas 3.000 habitantes, tuvo que ser evacuada. Esa deformación del terreno, unida a la intensa actividad sísmica que se vivía desde varias semanas antes, permitían a los vulcanólogos anticipar el lugar aproximado por donde el magma iba a salir a la superficie casi con toda seguridad, pero finalmente se detuvo y no continuó su camino. Hasta la noche de este lunes: al fin, tenemos un nuevo volcán islandés.

Islandia
El redactor recomienda