De tormenta tropical a huracán de categoría 5 en solo 24 horas: la ciencia explica el caso 'Otis'

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El National Hurricane Center (Centro Nacional de Huracanes) ha tratado de explicar la transformación experimentada por Otis, que pasó de ser una 'simple' tormenta tropical a convertirse en un devastador huracán de categoría 5 en menos de 24 horas y que rompió todos los pronósticos meteorológicos previos. Un evento que solo se había producido una vez en la historia. Sucedió en 2015 y se le dio el nombre de Patricia.

La intensificación de la tormenta fue explosiva. Basta con decir que sus vientos se aceleraron 185 km/h en solo un día para darse cuenta de ello. Cuando tocó tierra en Acapulco (México) el miércoles 25 de octubre por la mañana, Otis registró rachas de hasta 265 km/h. Los daños todavía se están cuantificando, pero solo hace falta dar un paseo por las calles de la ciudad para observar tejados y cornisas arrancadas de raíz, árboles tumbados en el suelo y carreteras inundadas.

Otis se ha convertido, además, en el huracán más fuerte de la historia de México desde que hay registros. De hecho, 24 horas después de haber llegado al país, seguía siendo un huracán de categoría 2 que dejaba inundaciones y destrucción a su paso. Especialmente, en Guerrero y en la costa occidental de Oaxaca. La explicación de este fenómeno preocupa mucho a los científicos, ya que creen que cada vez sucederá con mayor frecuencia.

La culpa es de la temperatura del agua

Según Brian McNoldy, investigador de la University of Miami Rosenstiel School of Marine, Atmospheric and Earth Science (en español, Escuela de Ciencias Marinas, Atmosféricas y Terrestres de la Universidad de Miami), la responsable de este fenómeno meteorológico es la elevada temperatura del agua de la costa mexicana. En concreto, el martes 24 de octubre por la noche alcanzó los 31 grados centígrados en las inmediaciones de Acapulco.

El agua caliente de la costa proporciona una dosis extra de energía a la tormenta, lo que hace que toque tierra con mayor fuerza. Este fenómeno no es extraño en sí mismo. Sin embargo, sí que no es habitual que provoque una intensificación tan potente. La mayoría de las veces, supone un incremento en la velocidad de las rachas de viento de unos 50 km/h. Pero, como se dijo antes, en Otis ha supuesto un ascenso de 185 km/h.

Conviene recordar que la temperatura del agua de los océanos ha registrado máximos históricos en 2023, lo que según McNoldy ha hecho posible un incremento tan importante de la fuerza del huracán Otis. Además, añade que eventos de este tipo se registran cada vez con mayor frecuencia. Cita como ejemplos los huracanes Harvey (2017), Dorian (2019) Laura (2020) e Ida (2021).

En este sentido, un estudio publicado en la revista Nature reveló que la intensificación explosiva de las tormentas tropicales formadas en el Atlántico fueron casi un 30 % más frecuentes entre 2001 y 2020 que entre 1971 y 1990. Además, hubo el doble de huracanes que pasaron de categoría 1 a categoría 3 en menos de 36 horas al acercarse a la costa. También se trata de un evento meteorológico que, a pesar de los avances en tecnología satelital, sigue siendo muy difícil de predecir.