Es noticia
Estos científicos españoles han dado con las neuronas del mareo y ya saben cómo evitarlo
  1. Tecnología
  2. Ciencia
¿TE MAREAS EN EL COCHE?

Estos científicos españoles han dado con las neuronas del mareo y ya saben cómo evitarlo

Un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, basado en experimentos con ratones, revela cómo nos mareamos y explica que la solución está en un fármaco que ya existe

Foto: Albert Quintana (arriba, en el centro) y su grupo de investigación. (UAB)
Albert Quintana (arriba, en el centro) y su grupo de investigación. (UAB)

Marearse en el coche y en otros medios de transporte es un problema muy común. En mayor o menor medida y en función de las circunstancias, afecta a la mitad de las personas que se suben a un automóvil y a la mayoría de quienes montan en barco; mientras que la incidencia es casi nula en trenes y aviones. ¿Qué sucede exactamente en nuestro cerebro para que se nos vaya la cabeza en estas situaciones? Una investigación que acaba de publicar la revista PNAS ha dado con la respuesta exacta, ya que identifica cuáles son las neuronas responsables y abre la puerta a la solución del problema.

El trabajo, firmado por científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Washington (EEUU), señala que las neuronas VGLUT2 tienen un papel fundamental en el mareo. Estas células se encuentran en el sistema vestibular, en el oído interno, y están implicadas en el mantenimiento del equilibrio y la postura. Los experimentos realizados con ratones demuestran que nos mareamos cuando se ven alteradas o inhibidas. Además, "hemos identificado a través de qué receptor ocurre este efecto y hemos propuesto un fármaco que lo bloquea, así que se puede prevenir", explica a El Confidencial el investigador de la UAB Albert Quintana.

Foto: Imagen de un placozoo. (Sebastian R. Najle/Centro de Regulación Genómica)

La teoría clásica explica que el mareo se produce durante un viaje cuando no coincide el estímulo visual con nuestras acciones corporales. "Tus ojos ven el movimiento, pero tú estás quieto; y se cree que ese conflicto es el que hace que nos mareemos", comenta el experto. Sin embargo, hasta ahora no se conocían los mecanismos exactos del proceso. Las neuronas que han identificado los científicos catalanes están implicadas en el circuito cerebral que controla nuestra posición y que la ajusta en el espacio y en el tiempo. Ante la falta de coherencia con las señales que reciben de los sentidos, su actividad se modifica, desencadenando la desagradable situación.

Si vamos más al detalle, los investigadores se centran en un subtipo concreto de estas neuronas vestibulares. Son las que expresan una hormona llamada colecistoquinina (CCK), que tiene un destacado papel como neurotransmisor dentro del sistema nervioso. Curiosamente, también tiene unas funciones importantes en el sistema gastrointestinal, ya que interviene en la digestión y en el apetito, generando la sensación de saciedad que nos indica que no debemos comer más. Esta conexión no es casual, ya que una de las consecuencias del mareo suele ser el vómito.

placeholder Neuronas activadas por el mareo. (Albert Quintana)
Neuronas activadas por el mareo. (Albert Quintana)

¿Mareo? No, un mecanismo evolutivo que te salva la vida

De hecho, se trata de un mecanismo de la evolución, según algunas teorías, una forma de supervivencia si ingerimos algo poco recomendable. "En la naturaleza, ese conflicto entre el sistema visual y el sistema de equilibrio que acaba en mareo se produce si tomas un alimento tóxico. En esa situación, se activa un mecanismo de prevención: en primer lugar, consiste en que no te muevas mucho, para que no gastes más energía ni sigas consumiendo lo que te ha hecho daño; en segundo lugar, hace que tengas náuseas para vomitar lo que has tragado y lo elimines", explica Quintana.

El problema es que, en nuestra sociedad, ese proceso de mareo se activa debido a los medios de transporte u otros motivos, como la realidad virtual. Es decir, que somos nosotros los que inducimos el conflicto que pone en marcha un sistema que ya existía anteriormente como mecanismo evolutivo. Las neuronas identificadas, que en condiciones normales no hacen más que dar luz verde al funcionamiento normal del cerebro, indicando que todo va bien, se ven alteradas en estas circunstancias y comienzan a activar el mareo.

placeholder Mareos en el coche. (EFE)
Mareos en el coche. (EFE)

Cuando lo hacen, proyectan una señal que conecta con otras neuronas, las del núcleo parabraquial, implicado en respuestas negativas y de aversión. "Cuando el equilibrio ve que algo está fallando, se pone en contacto con esta otra zona del cerebro y activa todas las respuestas de aversión: dejar de comer, náuseas hasta el vómito, paralización de movimientos y bajar la temperatura para que baje el metabolismo", relata el investigador de la UAB.

Un fármaco que ya existe

En el artículo publicado en PNAS, los autores identifican también la manera de evitar todo este proceso. El fármaco que proponen se denomina devacepida y fue aprobado para problemas gástricos como la dispepsia (dolor en la parte alta del abdomen). Esto quiere decir que, como medicamento, ya pasó todos los controles de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU (FDA). En este caso, es un antagonista de CCK —la hormona expresada por el subtipo de neuronas vestibulares identificado—, es decir, que bloquea el receptor de esta sustancia, evitando así su acción. De esta manera, "aunque trates de marear a los ratones, si les administras este fármaco, evitas todos los síntomas".

placeholder Mareo. (iStock)
Mareo. (iStock)

Lo cierto es que ya existen en el mercado otros medicamentos contra el mareo, pero funcionan a través de otras vías, probablemente menos eficaces por no ser tan específicas, y tienen efectos secundarios importantes, principalmente la somnolencia. El dimenhidrinato (principio activo de la Biodramina, la marca más conocida) es un antihistamínico, es decir, que actúa sobre el sistema nervioso central bloqueando la molécula histamina, de manera que baja la actividad de todo el cerebro y, por lo tanto, nos provoca sueño.

En cambio, la devacepida ofrece una vía totalmente nueva y el hecho de que esté aprobada para otro uso supone una ventaja enorme frente a las sustancias recién salidas del laboratorio. "El camino hacia el mercado tiene que ser mucho más rápido", confía Quintana, a pesar de que hasta ahora solo se ha probado en ratones. Tras publicar los resultados, los investigadores intentan ahora conseguir financiación para seguir adelante. "Lo primero será analizar qué información sobre este fármaco podemos reutilizar. A partir de ahí, nos plantearemos si hay que realizar más ensayos preclínicos o ya con personas", comenta.

placeholder Curvas. (EFE)
Curvas. (EFE)

¿Por qué yo me mareo y tú no?

Aparte de esta posible aplicación práctica, el trabajo de la UAB podría dar paso a nuevas líneas de investigación sobre el funcionamiento del cerebro, ciencia básica que aclare aún más procesos complejos como la activación del mareo. En concreto, hay una pregunta que sigue en el aire: ¿por qué unas personas se marean con frecuencia y otras no? A pesar de que el artículo de Quintana y su equipo revela detalles inéditos sobre el circuito cerebral implicado, queda mucho por saber, pero los neurocientíficos están en un buen punto de partida para analizar hipótesis.

"Puede ser que, por genética, en algunas personas estas neuronas sean más resistentes a las alteraciones o que necesiten un estímulo mucho más fuerte del habitual para que cambien su actividad, de manera que se marean menos", especula el científico. La clave también podría estar en los receptores de CCK: si son más numerosos en unos individuos que en otros, es probable que los primeros tengan una mayor predisposición al mareo. Aunque influyan otros factores, como las características psicológicas o las experiencias personales, los expertos creen que existe una base genética, puesto que en los animales también se producen esas diferencias.

Foto: Para Max Verstappen, la de Qatar fue "una de las cinco carreras más duras de mi vida". (EFE/Ali Haider)

Por otra parte, esta investigación no agota todas las posibles explicaciones a los mareos, ya que se centra específicamente en el mareo por movimiento. Esto quiere decir que las neuronas identificadas y todo el proceso que desencadenan son determinantes cuando el sistema vestibular del oído interno y el sistema visual entran en conflicto, pero no necesariamente en otro tipo de situaciones. Por ejemplo, "en el caso del mareo provocado por la realidad virtual solo participa el sistema visual", apunta el científico, así que es posible que funcione de otra manera. No obstante, "estamos bastante seguros de que, aunque haya otras vías, los diferentes circuitos del mareo convergerán en el núcleo parabraquial", es decir, la zona del cerebro que activa mecanismos de aversión como el vómito.

Marearse en el coche y en otros medios de transporte es un problema muy común. En mayor o menor medida y en función de las circunstancias, afecta a la mitad de las personas que se suben a un automóvil y a la mayoría de quienes montan en barco; mientras que la incidencia es casi nula en trenes y aviones. ¿Qué sucede exactamente en nuestro cerebro para que se nos vaya la cabeza en estas situaciones? Una investigación que acaba de publicar la revista PNAS ha dado con la respuesta exacta, ya que identifica cuáles son las neuronas responsables y abre la puerta a la solución del problema.

Neurociencia
El redactor recomienda