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Todo lo que puede fallar en un vuelo a la Luna: por qué la NASA se juega hoy su futuro
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Todo lo que puede fallar en un vuelo a la Luna: por qué la NASA se juega hoy su futuro

Tras la cancelación del pasado lunes, la agencia volverá a intentarlo hoy sábado. Sin embargo, el cohete más potente de la historia se enfrenta a algo más que a la propia fuerza de la gravedad

Foto: El cohete SLS, con la cápsula Orion en lo alto, a la espera del segundo intento de lanzamiento, en Cabo Cañaveral (Florida). (Reuters)
El cohete SLS, con la cápsula Orion en lo alto, a la espera del segundo intento de lanzamiento, en Cabo Cañaveral (Florida). (Reuters)

La NASA tendrá hoy una segunda oportunidad a las 14:17 horas local en Florida (20:17 hora española) para lanzar la histórica misión no tripulada de Artemis I con destino a la Luna. El pasado lunes 29 de agosto, la agencia espacial norteamericana anunció la suspensión del primer intento de lanzamiento, que cientos de miles de personas seguían en directo y que acabó en una serie de fallos técnicos en el cohete Space Launch System (SLS). Hoy lo volverá a intentar y no es solo cuestión de llegar o no a la Luna en 2025. La NASA se juega buena parte de su futuro y prestigio en la Artemis I.

El programa Artemis, cuyo coste de inversión superará los 90.000 millones de dólares de aquí a 2025, abre un nuevo horizonte para la exploración espacial desde que el último ser humano pisara la Luna en 1972. De la resolución satisfactoria de esta primera misión de prueba depende la segunda, Artemis II, para 2024, que pretende poner en órbita en la Luna una cápsula Orion tripulada. Artemis III, prevista para 2025, será la que consiga finalmente el alunizaje de los astronautas, entre ellos, la primera mujer y el primer hombre de color en pisar nuestro satélite.

Foto: Nueva imagen del telescopio espacial James Webb del sistema WR 140. (JWST/MIRI/Judy Schmidt)

Tras deliberaciones interminables, la NASA hizo pública a mitad de esta semana la fecha del nuevo lanzamiento este sábado. Durante la rueda de prensa, los técnicos anunciaron que cambiarán los procedimientos de abastecimiento de combustible para solucionar el problema que causó la primera suspensión. Sin embargo, pese a ser una misión planificada al milímetro, pueden surgir infinidad de imprevistos. Lo que ocurrió el lunes fue precisamente uno de ellos.

¿Por qué se abortó el lanzamiento?

Desde un primer momento, la posibilidad de una tormenta eléctrica había retrasado el llenado de los propios tanques. Posteriormente, cuando los de la etapa central estaban llenos, apareció el segundo problema. "Se encontró una grieta en una de las zonas de protección térmica entre los tanques de combustible, pero este problema no era crítico al no afectar a ningún componente esencial ni a la estructura", explica a El Confidencial Pedro José Herráiz, ingeniero de la Agencia Espacial Europea (ESA).

placeholder El Artemis I se muestra sobre el reloj de cuenta regresiva del sitio de prensa después de que se retrasara el lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy. (Thom Baur/Reuters)
El Artemis I se muestra sobre el reloj de cuenta regresiva del sitio de prensa después de que se retrasara el lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy. (Thom Baur/Reuters)

"El principal problema fue la imposibilidad de enfriar uno de los 4 motores RS-25 hasta su temperatura adecuada", afirma Herráiz. Este ingeniero explica cómo se decidió "incrementar la presión en la línea de 'sangrado' de hidrógeno", con el fatal final de encontrar un nuevo problema en una válvula de ventilación.

Ante la atenta mirada de millones de personas, la NASA detalló en tiempo real cómo estaban trabajando para solucionar el problema del motor, aunque aseguró que el cohete estaba en condiciones estables y seguras. Finalmente, los peores pronósticos se confirmaron y los controladores se quedaron sin tiempo dentro de la ventana de despegue de dos horas. No fue el único contratiempo, ya que las condiciones climatológicas también cambiaron y habrían imposibilitado el lanzamiento.

La NASA quiso pasar página lo más rápido posible y apuntó a la siguiente ventana de lanzamiento: hoy sábado, dos de septiembre. Así lo explicaron en un comunicado el mes pasado, donde especificaban que se prepararían para un total de tres intentos: uno el pasado lunes y los otros el 2 y 5 de septiembre.

Todo lo que puede ir mal

Herráiz explica que "muchas cosas pueden fallar" en cualquier lanzamiento espacial y más, en este caso, siendo "la primera vez que el SLS va a volar". Miles de componentes y sistemas están involucrados en misiones como estas, que tienen que funcionar perfectamente para que todo vaya bien. Al menos, durante los primeros 8 minutos y los más críticos de todo el lanzamiento.

placeholder (NASA/Reuters)
(NASA/Reuters)

Este ingeniero de la ESA comenta cuáles son los tres los momentos más arriesgados en esta situación. Primero, hay que tener en cuenta el "llenado de los tanques por el riesgo que implica", afirma. De hecho, durante el primer intento, la posibilidad de impacto de rayos a causa de una tormenta eléctrica hizo retrasar este proceso. La ignición de los motores es otra de las fases arriesgadas en todo lanzamiento, ya que es "necesario que todos los parámetros se encuentren dentro de sus rangos de operación". Precisamente, el problema fue que el motor número 3 presentaba una temperatura fuera de los rangos, que finalmente no se pudo solucionar.

Imaginemos que todo va bien y el cohete consigue despegar de la plataforma de lanzamiento gracias a los dos propulsores o 'boosters' situados a ambos lados del cohete y a los cuatro motores RS-25. "Otro momento crítico es el punto de máxima carga aerodinámica o Max Q, que ocurre aproximadamente a los 60-90 segundos tras el lanzamiento cuando se alcanza la velocidad del sonido o "Mach 1". Se trata del momento donde se maximiza el estrés aerodinámico en una nave espacial durante el vuelo atmosférico y, a continuación, se reduce el empuje de los motores para reducir las cargas. Dos minutos después de la cuenta atrás, los dos propulsores habrán vaciado su depósito y se separarán de la estructura.

placeholder Los momentos más críticos tras el lanzamiento de la misión Artemis I. (NASA)
Los momentos más críticos tras el lanzamiento de la misión Artemis I. (NASA)

"Finalmente, el 'priming', o acondicionamiento del sistema de propulsión de la cápsula Orion, es otro de los momentos críticos ya que, si falla, habría que abortar la misión con el sistema de aborto de lanzamiento (LAS)", añade. Cumplidos los 8 minutos y medio de misión, la etapa central equipada por los motores RS-25, los recubrimientos del módulo de servicio y el LAS ya se habrán separado del módulo. A partir de este momento, el encendido de la etapa intermedia de propulsión criogénica (ICPS, en sus en inglés) será la encargada del último tramo propulsado hacia la Luna.

Herráiz explica que el "software, los problemas con el llenado y las fugas de propulsante criogénico" son los problemas típicos que llevan a abortar la mayoría de misiones, por lo que el Artemis I no es una excepción. "El transbordador espacial Shuttle tuvo 121 intentos de lanzamiento abortados (scrubs) estando en la plataforma de lanzamiento", afirma el ingeniero. Un proyecto espacial que acabó encontrando apoyo en los 70 y que, en palabras del expresidente Nixon, "revolucionaría el transporte hacia el espacio cercano" mediante numerosos experimentos científicos y trabajos de mantenimiento. La NASA está ahora ante una situación tan crucial e histórica como lo fue el programa Apolo.

¿Por qué es una misión clave para la NASA?

La meta de Artemis I, nombrado así en honor de la hermana gemela de Apolo, será probar la fiabilidad del cohete SLS de casi 100 metros de altura y la cápsula Orion, en la que caben hasta cuatro tripulantes con unas reservas de agua y oxígeno para 20 días de viaje independiente. "La misión es crítica al ser la primera vez que todos los sistemas que la integran van a funcionar conjuntamente, además de probar el escudo térmico que tiene que proteger la cápsula durante la reentrada en la Tierra", señala Herráiz.

El objetivo de la misión es realizar un viaje a nuestro satélite vecino de ida y vuelta. Por el momento, los únicos afortunados que vivirán en primera 'persona' la experiencia son unos maniquíes equipados con sensores para registrar la aceleración, vibración y niveles de radiación, pero se espera que para 2024 sean los propios astronautas los que viajen a la Luna.

placeholder Fotografía donde se muestra una sección de la exhibición inmersiva Space Adventure, celebrando la llegada del ser humano a la Luna. (EFE)
Fotografía donde se muestra una sección de la exhibición inmersiva Space Adventure, celebrando la llegada del ser humano a la Luna. (EFE)

La NASA, además, se juega su prestigio y futuro en el camino. El cohete SLS debería haber volado por primera vez en 2016 y el presupuesto inicial para esta primera misión Artemis I era de 18.000 millones de dólares. La misión sufre, por tanto, un retraso ya de más de seis años y se han gastado más de 23.000 millones. Si ahora la agencia espacial no logra llevar a buen puerto semejante esfuerzo, sería probablemente el mayor golpe de toda su historia.

Para David Barrado, investigador del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), esta misión además es fundamental porque plantea la cuestión de si la sociedad es capaz de unirse para explorar otros mundos. "En estos tiempos en los que parece que los problemas crecen, las sociedades sienten que no se están respondiendo a sus necesidades. En mitad de una crisis económica y medioambiental como la que vivimos, un programa como este puede ayudar a crear un objetivo común", explica.

La ambición de la NASA a largo plazo es establecer una presencia humana duradera en la Luna junto a una estación espacial en órbita. Bautizada como 'Gateway', esta estación espacial serviría como punto de parada y reabastecimiento para un futuro viaje al Marte. Sin embargo, científicos como Barrado recuerdan que aún no existe una conciencia colectiva sobre la importancia de este tipo de misiones. "Debería fomentarse, por encima de todo, un debate más abierto y profundo sobre la exploración espacial", señala. Si todo sale bien, la Artemis I tal vez logre algo impensable: hacernos soñar a todos más allá de la Tierra.

La NASA tendrá hoy una segunda oportunidad a las 14:17 horas local en Florida (20:17 hora española) para lanzar la histórica misión no tripulada de Artemis I con destino a la Luna. El pasado lunes 29 de agosto, la agencia espacial norteamericana anunció la suspensión del primer intento de lanzamiento, que cientos de miles de personas seguían en directo y que acabó en una serie de fallos técnicos en el cohete Space Launch System (SLS). Hoy lo volverá a intentar y no es solo cuestión de llegar o no a la Luna en 2025. La NASA se juega buena parte de su futuro y prestigio en la Artemis I.

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