La NASA deberá retrasar otra vez su viaje a la Luna

La semana pasada, la NASA retrasó oficialmente a 2025 la fecha en la que los humanos volveremos a pisar la Luna después de 50 años. Ahora, su propia oficina de auditoría les ha dado otro bofetón de realidad: volver a la Luna “no es realista” hasta, por lo menos, 2026.

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El anterior vicepresidente de los EEUU, Mike Pence, dio un discurso en 2019 en el que aseguró que la Administración Trump estaba comprometida a adelantar la vuelta a la Luna de 2028, como tenía previsto la NASA, a 2024. Y que su Gobierno cumpliría este objetivo "por cualquier medio necesario". Para ello pidió a la NASA que adoptara "una nueva mentalidad que empiece por establecer objetivos audaces y cumplir los plazos".

La semana pasada, y tras tener que lidiar con las consecuencias de la pandemia y con los abogados del avaricioso Jeff Bezos, el administrador de la NASA, Bill Nelson, no ha tenido más remedio que retrasar oficialmente ese objetivo un año más, a 2025.

Bezos se enzarzó con la NASA en una batalla judicial por el multimillonario contrato para la construcción del módulo de aterrizaje lunar que se ha acabado llevando SpaceX. Recientemente, los tribunales le han dado la razón a la NASA, pero la táctica legal de Bezos para volver a abrir ese concurso ha retrasado la misión. "Hemos perdido casi siete meses en litigios y eso ha hecho que el primer aterrizaje humano no sea antes de 2025", aseguró Nelson.

Ahora, la nueva auditoría de la Oficina del Inspector General de la NASA ha tachado las intenciones de la agencia espacial de poco realistas. “El objetivo de la NASA de hacer aterrizar a los astronautas en el Polo Sur de la Luna a finales de 2024 se enfrenta a múltiples e importantes riesgos técnicos, un calendario de desarrollo poco realista y unos niveles de financiación inferiores a los solicitados”, aseguran en su informe. Y, además, añaden: “Como resultado, la fecha de 2024 probablemente se desplazará a 2026 como mínimo”.

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Aunque los auditores avisan de que puede ser más y que el actual calendario para el aterrizaje en la Luna se superará en varios años. Esto se debe al tiempo que hace falta para desarrollar y probar completamente el módulo de aterrizaje lunar y los nuevos trajes espaciales.

La auditoría también culpa de los retrasos a los gestores de la agencia espacial, a la pandemia de covid-19 que interrumpió el trabajo en el cohete lunar de la NASA y a una financiación por parte del Estado "significativamente menor" de lo esperado. Si la NASA pedía 3.400 millones de dólares para la construcción del módulo de aterrizaje, el Congreso solo les asignó 850.

El informe recomienda que la NASA elabore un "calendario realista y con conocimiento de los riesgos" que incluya posibles retrasos para alinear mejor las expectativas con el calendario de desarrollo. Además, les pide transparencia y control del gasto, que a día de hoy está estimado en 93.000 millones de dólares. “Es importante que la Agencia no solo identifique formas de reducir los costes, sino que también adopte medidas coherentes con las mejores prácticas para que las estimaciones de costes actuales sean más fiables y transparentes”, apuntan.

La NASA ha reaccionado a este informe y en su contestación oficial ha asegurado que ya tiene en marcha políticas de estimaciones de costes y que Artemis es una campaña y no un programa definido por un conjunto específico de contenidos o un periodo de tiempo. En cuanto a los costes de la misión, la agencia espacial americana dice que ellos “no contabilizan, rastrean o informan de los costes por misión”, desglosar esos costes, según ellos: "Puede desincentivar a los proveedores a seguir innovando".

China, a la conquista de la hegemonía espacial

Mientras los retrasos se siguen sucediendo en el país americano, al otro lado del pacífico, China trabaja en silencio. La agencia espacial del país asiático no tiene un departamento de Comunicación y Relaciones Públicas tan activo como el de la NASA y posiblemente tampoco quiera tenerlo. Así que las informaciones sobre sus avances en el terreno aeroespacial nos llegan con cuentagotas.

Sí sabemos, sin embargo, que están acelerando su programa espacial. El septiembre pasado contamos aquí cómo Long Lehao —el legendario e influyente diseñador de los cohetes espaciales chinos Long March— había comentado que su país está pensando en modificar los actuales Long March 5 para poder poner a un humano en la Luna cuanto antes.

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El plan que esbozó Lehao consiste en lanzar dos de estos cohetes modificados, uno llevará un ‘lander’ a la órbita lunar y el otro transportará a la tripulación. Los ‘taikonautas’ pasarán de una nave a otra para montar en el ‘lander’ y aterrizarán con él en la superficie de la Luna donde pasarán unas seis horas. Para volver, ascenderán con el ‘lander’ a la órbita lunar donde les estará esperando la otra nave que les traerá de regreso a la Tierra.

Lehao todavía tiene mucha influencia en la política espacial china y, si lo que cuenta se confirma oficialmente, China podría adelantar a EEUU en su vuelta a la Luna y desafiar la hegemonía aeroespacial del país americano.