Por qué nunca deberías ducharte cuando hay una tormenta eléctrica

En estas épocas del año, las tormentas eléctricas son muy frecuentes. De hecho, está detrás de las causas de los numerosos incendios que han asolado España durante este verano. El lugar exacto en el que caerá el próximo rayo es muy difícil de predecir, por no decir imposible. Y aunque la probabilidad de que te caiga uno encima es baja, es importante saber cómo mantenerse a salvo hasta que pase la tormenta. Alrededor de 24.000 personas mueren cada año impactados por el rayo en todo el mundo, lo que quiere decir que tendrías que tener muy mala suerte para que realmente sucediera. Sin embargo, la probabilidad está ahí.

De manera general, entendemos que lo peor que puedes hacer es colocarte debajo de un árbol, pues este hará de antena. De igual modo, tampoco es buena idea colocarse cerca o debajo de una ventana o usar el teléfono móvil, ya que este atrae la actividad eléctrica. Pero más allá de estos consejos populares, ¿qué es lo que no hay que hacer en caso de que una tormenta eléctrica irrumpa y estemos en casa? Ante todo, ni te duches ni laves los platos.

El rayo buscará el camino que le ofrezca una menor resistencia hasta el suelo, es decir, por las tuberías y cables del edificio

Así lo aconseja un reciente artículo publicado en 'Science Alert', que ha explicado cómo funcionan estas tormentas. En primer lugar, hay que tener en cuenta dos variables: la humedad y lo muy caliente que está el aire (de ahí que sean más frecuentes durante la temporada estival). Las altas temperaturas y la humedad crean grandes cantidades de aire húmedo que asciende a la atmósfera, formando nubes inmensas cargadas de electricidad. Estas contienen millones de gotas de agua líquida y congelada que chocan entre sí para producir descargas.

¿Cómo se forma una tormenta?

En condiciones normales, existe un equilibrio entre las cargas positivas y negativas que contienen las gotas de agua en la atmósfera. Pero durante la tormenta eléctrica, la parte baja de las nubes se carga negativamente e induce una carga positiva en la tierra y los elementos situados sobre ella, como explican desde la web 'Aplicaciones Tecnológicas'. Es cuando, en cuestión de segundos, se produce el rayo, ya que el aire deja de funcionar de aislante y las nubes descargan electricidad sobre la tierra.

Además del metal, la ducha le ofrece agua, uno de los fluidos más conductivos

"Cuando las nubes de tormenta se mueven sobre la Tierra, generan una carga eléctrica opuesta al suelo, y esto es lo que hace que el rayo sea atraído", explican también desde el diario científico anteriormente citado. "La tormenta eléctrica quiere buscar un equilibrio entre sus cargas, por lo que descarga la energía entre sus regiones positivas y negativas". Entonces, la descarga irá hacia donde pueda alimentarse, es decir, a los materiales o elementos del suelo más conductivas de la electricidad, como por ejemplo el metal.

Ahora bien, ¿por qué nunca deberías darte una ducha si fuera está tronando una tormenta eléctrica? Básicamente por esta razón, ya que el rayo buscará el camino que le ofrezca una menor resistencia hasta el suelo, lo que implica que las tuberías y cables metálicos que hay instalados a lo largo de un edificio sean una de las mejores vías conductoras de la electricidad. Además, la ducha le ofrece agua, uno de los fluidos más conductivos, por lo que si de verdad el rayo tuviera la potestad para elegir dónde caer, el sitio en el que te duchas sería el mejor lugar para llegar hasta el suelo, ya que contiene tanto agua como metal. Esto no ocurriría si decidiéramos bañarnos en una piscina al aire libre, ya que no están hechas de metal.

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El Confidencial

A tal punto llega el caso que los famosos Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) han recomendado encarecidamente que los ciudadanos eviten todas las actividades con agua dentro del hogar durante una tormenta eléctrica, como lavar los platos, para reducir el riesgo de sufrir una descarga por los rayos.

Otros consejos que han lanzado es evitar estar cerca de los muros de hormigón. Aunque este no es un material tan conductivo como el agua o el metal, generalmente en su interior hay vigas que refuerzan su estructura, que sí son metálicas, por lo que es una vía de conducción muy útil para los rayos. Por supuesto, también se recomienda quitar los enchufes que no sean necesarios, ya que todos ellos pueden estar llamando a los rayos.