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Este es el tiempo exacto para una ducha reparadora y económica
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Este es el tiempo exacto para una ducha reparadora y económica

Para muchos, es su momento favorito del día, pues sirve para relajarse de la rutina y sentirse limpio. Sin embargo, hay que prestar atención a la duración y la frecuencia para no tener problemas

Foto: Foto: Pixabay.
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Es uno de los momentos clave del día. Aquellos que prefieren hacerlo por la noche, después de un día agotador, posiblemente cuenten los minutos para llegar a casa y reposar el cuerpo con una ducha de agua caliente. Los que son más matutinos y no pueden comenzar la rutina sin pasar por la ducha, será el instante que les hace despertarse y recomponerse física y mentalmente. No importa el cuándo. La clave está en el cómo.

Se ha publicado mucho sobre cómo aprovechar al máximo la ducha sin que repercuta en la salud de la piel o en el gasto económico de gas y agua. Por lo general, los dermatólogos no dejan de recomendar que cuanto más cortas, mejor. O, al menos, cortas pero lo suficientemente efectivas para eliminar los rastros de suciedad o sudor. Sobre todo deben durar poco si tienes algún problema dermatológico o eres propenso a sufrir eczemas o brotes de psoriasis. Además, en estos casos la ducha debe ser con agua templada y no caliente, ya que una alta temperatura favorecería la aparición de estas afecciones.

Si temes perder pelo, lo mejor es usar agua tibia, que no ardiendo, y una temperatura templada del aire del secador

Pero esto no quiere decir que baste con solo meterte debajo de la alcachofa, darte un poco de jabón y salir inmediatamente. Hay que apostar por una higiene eficaz y aprovechar el momento para lavarte bien. Más aún si también necesitas limpiarte el pelo, sobre todo si lo tienes largo. Esto te llevará más tiempo, ya que después hay que secarlo bien y peinarlo.

Algunos consejos

En lo referente al pelo, si te preocupa quedarte calvo o estás notando que tienes cierto problema de caída (ahora en primavera es muy común), los expertos no dejan de recomendar ducharte con agua tibia, que no ardiendo, al igual que escoger una temperatura reducida en el aire del secador. Esto evitará que se dañe el aceite natural del cuero cabelludo que le sirve de protección al pelo, a la par que el cabello se te quede demasiado reseco y con ello aumentar las posibilidades de perder una mayor cantidad.

Foto: Foto: iStock.

La frecuencia con la que te duchas y lavas el pelo también influye en tu salud capilar y dermatológica. A veces es inevitable que nos duchemos todos los días e, incluso, en algún caso más de una vez al día, sobre todo si somos deportistas. Pero aquí, como en la duración, es importante establecer un límite. Si no queremos que nuestra piel pierda los aceites naturales que le sirven de protección y con ello estar más expuestos a problemas dermatológicos, lo mejor será espaciar las duchas, tal vez una cada dos días. Y en lo referente al pelo más aún: a veces basta con lavárselo una vez a la semana si no hemos sudado mucho o no lo encontramos muy sucio, como asegura Beth Skwarecki, periodista de 'Life Hacker' en un reciente artículo.

Menos de ocho minutos

El tiempo ideal, según algunos dermatólogos consultados, es de entre cinco a diez minutos. "Ocho minutos es más o menos la duración promedio de una buena ducha", asegura la periodista, "lo que significa que si puedes apuntar a siete o incluso un poco menos, ya habrás hecho mucho" por tu salud dermatológica y por el ahorro de agua o energía.

Foto: ¿De verdad crees que lo estás haciendo correctamente? (iStock)

Ahora que llega el buen tiempo, es posible que necesites aumentar la frecuencia a la que pasas por la ducha. En ese sentido, si el ambiente exterior es seco, esto puede ser contraproducente, ya que la piel se reseca más. En cambio, si vives en un clima húmedo, a pesar de que el calor sea molesto, ducharse más veces no resulta tan peligroso para la salud de la piel o el cabello. Al final, como todo, tus necesidades de higiene dependen de tu rutina, tus hábitos y el entorno en el que estás. Tan solo hay que prestar atención a los posibles problemas que puedan surgir y aprovechar al máximo este rato del día de autocuidado.

Es uno de los momentos clave del día. Aquellos que prefieren hacerlo por la noche, después de un día agotador, posiblemente cuenten los minutos para llegar a casa y reposar el cuerpo con una ducha de agua caliente. Los que son más matutinos y no pueden comenzar la rutina sin pasar por la ducha, será el instante que les hace despertarse y recomponerse física y mentalmente. No importa el cuándo. La clave está en el cómo.

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