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Las arañas tienen un truco para compensar la falta de gravedad
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SE ESCAPARON DE LOS INVESTIGADORES

Las arañas tienen un truco para compensar la falta de gravedad

Una serie de catastróficos experimentos de la NASA consigue "arrojar luz en un experimento": las arañas no necesitan gravedad para tejer sus redes en el espacio

Foto: En el primer experimento se escaparon las arañas (Foto: YouTube)
En el primer experimento se escaparon las arañas (Foto: YouTube)

En 2008, la NASA realizó un acto en institutos de Estados Unidos. Querían que los estudiantes se preguntaran cómo las arañas construirían sus redes en un ambiente sin gravedad, para después comenzar los experimentos en la Estación Especial Internacional. Según explicaban, en la Tierra, las telarañas son asimétricas, con el centro ligeramente desplazado sobre el borde superior. Una vez tejidas, estos animales se sitúan en la parte de arriba, cabeza abajo, la mejor posición para ir a por las presas que caigan. Irán más rápido porque la gravedad juega a su favor. Pero… ¿qué pasaría en el espacio?

La respuesta fue inesperada: en el espacio todo fue un desastre. Hubo fallos en el experimento y las arañas acabaron en el mismo tanque, peleándose entre ellas y enredando las telarañas. Por motivos de seguridad no se podía abrir la estructura y separarlas. Por si fuera poco, las moscas que se habían introducido como alimento crecieron más rápido de lo esperado y las larvas impidieron ver qué pasaba dentro de las cajas.

Este experimento fallido parecía apuntar que las arañas construían telarañas más simétricas. Además, no siempre se situaban boca abajo. Creían que los animales se habían desorientado por completo por la falta de gravedad.

Un segundo intento

Los resultados de ese primer estudio estaban claramente contaminados, pero los científicos no paraban de preguntarse el porqué de la simetría de las telarañas espaciales. Era una espinita clavada en pleno corazón de la NASA. Tenían que volverlo a estudiar.

Foto: Avispas parasitoide (Acrotaphus). Foto: Universidad de Turku

Según un comunicado de la Universidad de Basilea, la Estación Espacial Internacional lleva desde 2011 analizando el comportamiento de arañas denominadas "tejedoras de orbes de seda dorada", que científicamente se denominan "Trichonephila clavipes".

En esta ocasión, para que no hubiera problemas, habían construido una cámara de pruebas para dos arañas, mientras que otras dos arañas se quedaron en tierra en hábitats idénticos para servir como grupo de control. También modificaron el sistema de alimentación con las larvas de la mosca de la fruta, para evitar el descontrol vivido en el experimento de 2008.

Un golpe de suerte

Parecía que todo estaba controlado. Sin embargo, un acontecimiento imprevisto modificó las conclusiones del estudio, pero esta vez de manera positiva. Descubrieron que las arañas trabajaban de distinta manera si había o no luz. Solo necesitaban un punto de luz para que las telas fueran idénticas a las de la Tierra y, además, ellas se orientaban perfectamente hacia abajo a la espera de las presas.

No lo habían contemplado, porque las arañas también tejen telarañas por la noche

Curiosamente la luz no estaba contemplada como una de las variantes de estudio. Dado que las arañas también construyen sus telarañas en la oscuridad y pueden atrapar presas de noche, se había asumido previamente que este factor no jugaba ningún papel en su orientación.

"No habríamos adivinado que la luz jugaría un papel en la orientación de las arañas en el espacio. Tuvimos mucha suerte de que las lámparas estuvieran unidas en la parte superior de la cámara y no en varios lados. De lo contrario, no hubiéramos podido descubrir el efecto de la luz en la simetría de las redes en gravedad cero", ha explicado uno de los autores, el investigador Samuel Zschokke de la Universidad de Basilea.

La luz era la clave

En total, "evaluamos la orientación de la araña en 100 telas en base a 14.528 imágenes, de las cuales 14.021 mostraban a la araña en su posición de reposo y, por tanto, podrían usarse para el análisis", ha indicado.

Foto: Una araña posada sobre una telaraña cubierta de rocío

En ausencia de gravedad y de la consecuente sensación de arriba y abajo, la luz proporciona un marco de referencia para las arañas. Se comportan igual que en la tierra y tejen telarañas asimétricas. Cuando no hay luz ni gravedad, las redes son simétricas y las arañas no saben muy bien dónde situarse.

Algunas redes exhibieron un grado sorprendente de asimetría, especialmente para aquellas “cuya construcción había comenzado cuando las luces estaban encendidas, lo que sugiere que la luz reemplazó a la gravedad como guía de orientación durante la construcción de la red”, ha explicado. Además, la luz también proporcionó una referencia para la araña en términos de posicionarse sobre la telaraña en el espacio.

En 2008, la NASA realizó un acto en institutos de Estados Unidos. Querían que los estudiantes se preguntaran cómo las arañas construirían sus redes en un ambiente sin gravedad, para después comenzar los experimentos en la Estación Especial Internacional. Según explicaban, en la Tierra, las telarañas son asimétricas, con el centro ligeramente desplazado sobre el borde superior. Una vez tejidas, estos animales se sitúan en la parte de arriba, cabeza abajo, la mejor posición para ir a por las presas que caigan. Irán más rápido porque la gravedad juega a su favor. Pero… ¿qué pasaría en el espacio?

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