Consumir drogas puede provocar sordera (y es difícil de curar)

El consumo de drogas en dosis altas puede provocar sordera. Esta es la conclusión principal de un estudio realizado por investigadores estadounidenses.

La investigación, publicada en la revista científica 'The Journal of Medical Toxicology', y desarrollada por científicos de la Universidad Rutgers (Estados Unidos) entre 1999 y 2018, ha determinado la asociación entre el uso de opiáceos y los grados de pérdida de audición.

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El Confidencial

Los investigadores identificaron a 41 personas consumidoras de opiáceos que experimentaron pérdida de audición total o parcial o tinnitus, probablemente causado por toxicidad en el oído.

Unicamente con un consumo

Más de la mitad había consumido heroína, y el resto se repartían entre oxicodona, metadona y tramadol; el 88 por ciento sólo había consumido en una ocasion.

De los 41 consumidores estudiados, la mayoría sufría afecciones en ambos oídos, con 12 personas que experimentaban sordera, 15 pérdida parcial o total de la agudeza auditiva, 10 tinnitus y cuatro una mezcla de síntomas.

Aunque algunas personas pueden recuperar su audición, la pérdida puede ser permanente en otras, el 21 por ciento de los que informaron de la afección no tenían una mejora de la audicióncuando fueron dados de alta del hospital.

"Las delicadas estructuras del oído interno son muy susceptibles de lesionarse si el suministro de oxígeno es insuficiente, además del efecto directo de toxinas como los opiáceos", explica a Neuroscience News el coautor Lewis Nelson, presidente del Departamento de Medicina de Emergencia de la universidad estadounidense.

Cualquier opiáceo es peligroso

"Aunque el estudio encontró una relación con la heroína, la toxicidad en el oído puede ocurrir con cualquier opiáceo", añade Diane Calello, directora ejecutiva y médica del Centro de Control de Envenenamientos de Nueva Jersey. "Este estudio respalda lo que se ha encontrado en estudios con animales, que es que cualquier opiáceo puede causar pérdida de audición",

Según Calello, "esto podría deberse a que ya tenemos receptores de opiáceos incorporados, o sitios de unión, en el oído interno. Activarlos puede desencadenar esta lesión en algunos pacientes".