La mitad de la población mundial está expuesta a una contaminación creciente

La mitad de la población mundial está expuesta a una contaminación atmosférica creciente, a pesar de los esfuerzos por mejorar la calidad del aire, según demuestra un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido).

El estudio, llevado a cabo en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), sugiere que la contaminación atmosférica constituye una importante, y en muchas zonas cada vez mayor, amenaza para la salud pública. De hecho, el organismo internacional estima que más de cuatro millones de muertes anuales pueden atribuirse a la contaminación del aire exterior.

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EFE

"Si bien se ha demostrado que las políticas a largo plazo para reducir la contaminación atmosférica son eficaces en muchas regiones, en particular en Europa y los Estados Unidos, todavía hay regiones que tienen niveles peligrosamente altos de contaminación atmosférica, algunos hasta cinco veces superiores a las directrices de la Organización Mundial de la Salud, y en algunos países la contaminación atmosférica sigue aumentando", señala Gavin Shaddick, catedrático de Ciencia de los Datos y Estadística de la Universidad de Exeter y primer autor del estudio, que se publica en la revista científica 'Climate and Atmospheric Science'.

Países pobres, los más afectados

Entre las principales fuentes de contaminación atmosférica por partículas finas figuran el uso ineficiente de la energía por parte de los hogares, la industria, los sectores de la agricultura y el transporte y las centrales eléctricas de carbón. En algunas regiones, la arena y el polvo del desierto, la quema de desechos y la deforestación son fuentes adicionales de contaminación atmosférica. Aunque la contaminación atmosférica afecta por igual a los países de ingresos altos y a los de ingresos bajos, los países de ingresos bajos y medios son los que más sufren, y las mayores concentraciones se observan en el Asia central, oriental meridional y sudoriental.

"Hay regiones que tienen niveles peligrosamente altos de contaminación atmosférica, algunos hasta cinco veces superiores a las directrices de la OMS"

Para el estudio, el equipo de investigación examinó las tendencias de la calidad del aire mundial entre 2010 y 2016. Se usaron datos de vigilancia terrestre vía satélite, modelos de transporte químico y otras fuentes para proporcionar perfiles anuales de la calidad del aire de países y regiones y a nivel mundial.

"Aunque es difícil cuantificar con precisión los resultados de políticas específicas, el hecho de combinarlas con las tendencias mundiales, regionales y locales de la contaminación atmosférica puede proporcionar información esencial para políticas futuras", añade Shaddick en declaraciones citadas por Phys.org.