Odio las tabletas, pero esta me ha convencido: un inventazo para los nostálgicos del papel

Huion es un fabricante de tabletas digitalizadoras. Ya sabes. Esas pantallas táctiles enormes, pesadas y muy caras que usan los profesionales del arte para dibujar. Normalmente, los productos de la casa suelen venir empaquetados en cajas acordes con el público al que van dirigidos. Coloridas muestras de arte y atrevidos diseños compiten por llamar la atención de dibujantes y artistas. Nada más ver la caja de la Huion Note X10 supe que esta tableta iba dirigida a un público muy diferente.

Sobria, minimalista y con acentos en marrón y dorado, la caja de la Huion Note grita "consejero delegado de una gran multinacional" por los cuatro costados. Cuando abres la caja, la sensación es aún más fuerte. Cubiertas en acabado tipo cuero, un pequeño bloc de notas A5 en tonos crema y un bolígrafo negro y dorado. Definitivamente, el dispositivo no parece encajar bien en manos de un pizpireto profesional de Internet o de un artista joven. Pega más verla sobre una mesa de roble junto a una lámpara Tiffany, un butacón Chesterfield y quizá una pluma Montblanc.

Y no es que la Huion Note sea cara. Todo lo contrario. Cuesta solo 119 euros, que es una cifra muy por debajo de la mayor parte de tabletas. Lo que pasa es que la Note X10, que es su nombre oficial, no reproduce vídeos de YouTube, ni puedes descargar apps en ella. Su función es única y exclusivamente la de tomar notas y digitalizarlas automáticamente en tu móvil o PC. La idea puede parecer peregrina en 2024, pero encaja muy bien con el perfil de profesionales veteranos que no quieren distracciones, sino un dispositivo que les permita ir al grano y tomar notas en reuniones o en su trabajo con el aliciente de poder tomarlas en papel y tener ese respaldo offline en caso necesario. En mi caso, es ideal para apuntar los diferentes proyectos de bricolaje o impresión 3D que se me van ocurriendo.

Una aplicación móvil para controlarlo todo

Técnicamente, la Huion Note X10 es una pieza de tecnología sencilla, pero ingeniosa. Lo que Huion ha hecho es simplemente integrar una de sus tabletas táctiles de dibujo en el interior de una elegante funda para cuaderno. Después, ha dotado de cartucho de tinta a uno de sus stylus de dibujo, de manera que cuando escribes sobre al papel, el dispositivo registra tus trazos y los envía a una aplicación en el móvil. Desde esa app puedes editar las notas, añadir texto, imágenes y notas de voz, cambiar el grosor del trazo o su color, y exportar las notas a los formatos de oficina más habituales como PDF o JPG.

Iniciar la Note X10 es tan sencillo como descargar la 'app' Huion Note, registrarnos (¿te acuerdas cuando las apps funcionaban sin pedirte que te registres?), y conectar el móvil a la tableta por Bluetooth. Para crear una nueva nota basta pulsar el único botón de la X10, en la esquina superior derecha, y desde la 'app' podemos navegar por diferentes notas.

El cuaderno proporcionado por Huion tiene solo 37 páginas, sin contar la que trae las instrucciones y una página de prueba. Es muy poco. Por fortuna, la X10 es compatible con cualquier cuaderno encuadernado con grapas en formato A5. Lo único que pierdes al no comprar el recambio de Huion es la cuadrícula de puntos que marca el área de la tableta, pero llega un momento que ya conoces esa área por pura memoria muscular.

Hablando de este área. Averiguar los márgenes de la zona sensible al lápiz requiere de cierta prueba y error, porque puede pasar que la tapa posterior del cuaderno no esté bien metida, dejando el área con soporte táctil un poco descuadrada. Tan solo asegúrate de que el cuaderno está insertado hasta el fondo y no habrá problema.
El stylus/bolígrafo es sensible a la presión hasta cierto punto, y permite tomar bocetos con bastante precisión, aunque no veo la Note X10 como herramienta de dibujo artístico. Quizá podría valer como cuaderno de campo de un naturalista. La necesidad de acudir a la 'app' constantemente para hacer cosas como cambiar el color del trazo la hacen engorrosa para dibujar más allá de los esbozos en blanco y negro. Eso sí, para bocetos sencillos es espectacular.

En la parte superior, la Note X10 trae un único puerto USB-C que le sirve para cargarse o conectarse a un PC. La falta de pantalla, de procesador, o de básicamente todos los componentes de una tableta normal hacen que la batería se extienda a unos generosos 30 días de uso. En esta prueba ha sido imposible comprobar esa autonomía porque no la hemos usado por tanto tiempo.

Conectada al PC mediante el puerto USB-C, la Huion Note X10 funciona como una tableta digitalizadora común y corriente con la salvedad de que el stylus es también un bolígrafo. Si no queremos enmarranar la superficie de puntos que trae la tableta y que sirve de guía, tenemos dos opciones. La primera es extraer el cartucho de tinta y poner una de las dos puntas de stylus que vienen en la caja. Para extraer las puntas hay una pequeña pinza. La segunda alternativa es mantener la punta de bolígrafo y poner encima un papel. El bolígrafo, por cierto, viene con cuatro recambios, todos ellos en color negro.

Notas a una sola cara

La experiencia de uso de la Huion Note X10 es tan fluida como usar un cuaderno común y corriente. Las notas quedan registradas de forma automática y no tenemos que preocuparnos por andar fotografiando nuestros bocetos para conservarlos. La app nos permite crear diferentes cuadernos y carpetas para organizar las notas incluso aunque estemos usando un solo cuaderno físico. La resolución de las notas al guardarlas en JPG es de 965x1280 píxeles (72 píxeles por pulgada).

Solo hay dos decisiones de diseño en la Huion Note X10 que considero discutibles. La primera es la funda del bolígrafo. Se trata de una funda completamente independiente que se sujeta a la cara exterior de la tableta mediante imanes disimulados bajo el cuero. No entiendo por qué simplemente no han habilitado un habitáculo en el interior del dispositivo, sobre todo cuando además hay espacio para ello.

El segundo punto que no me convence del todo es que la superficie táctil de la tableta está ubicada en la parte derecha. Esto significa que solo podemos registrar las notas que tomemos en las páginas pares. La cara que queda a la izquierda no es usable a menos que saquemos el cuaderno y lo pongamos sobre la superficie táctil. Otra posible alternativa es usar todas las páginas pares, y después darle la vuelta al cuaderno para usar las impares, pero es una solución chapucera. Lo ideal hubiera sido que Huion hubiese dotado a su Note X10 de superficies táctiles en ambas caras, pero supongo que eso hubiera encarecido mucho el precio. Quizá para una próxima versión. Lo que es indudable, es que la Huion Note X10 ofrece una alternativa poco común para los amantes del papel y los que quieren una forma de digitalizar notas con una batería interminable y sin distracciones.

Alternativas a la Huion Note X10

¿Existen otras tabletas que ofrezcan una experiencia similar a la Note X10? Sí, pero no son baratas. La mítica marca de cuadernos Moleskine ofrece el Moleskine Smart, un cuaderno digital con un bolígrafo que digitaliza nuestras notas y bocetos igual que lo hace la Note X10. Eso sí, su precio es bastante mayor: 242 euros. Una buena alternativa a mejor precio es la Wacom Bamboo Slate. Se trata de un bloc de notas en papel (de los que se pasa página hacia arriba) en cuya base hay una superficie táctil. Además, está disponible en A5 y A4 a un precio de 162 euros.

La referencia obligada en cuadernos digitales sigue siendo el Remarkable 2. Es, en esencia, una tableta dotada de una pantalla monocroma que simula papel. Los que la tienen aseguran que la experiencia es la misma que la de usar papel, pero con todas las ventajas de un dispositivo electrónico. Está agotada en la mayor parte de plataformas online, pero puede comprarse desde la web del fabricante a un precio de 349 euros. Además, cuenta con un extenso ecosistema de accesorios, desde fundas a teclados.

El éxito de Remarkable ha disparado el lanzamiento de cuadernos digitales entre otros fabricantes. Destacan en este segmento el Lenovo Smart Paper, con 4GB de RAM y 64GB de espacio para almacenamiento. Cuesta 449 euros. Una alternativa más asequible es la Kindle Scribe, un lector de ebooks con una enorme pantalla de tinta electrónica y un stylus para usarlo como bloc de notas digital. Cuesta 309 euros en Amazon

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