Nostalgia a raudales: cómo recuperé todos los juegos de juventud sin gastarme un duro

Tarde o temprano llega a una época en la vida en la que nos preguntamos qué diablos pasó con todo ese tiempo libre que teníamos cuando éramos estudiantes. Las responsabilidades se acumulan, y los amigos se dispersan por el mundo hasta el punto de que quedar para echar una partida pasa por cuadrar agendas con tres meses de antelación y pagar unos cuantos vuelos. Esta es la historia de como recuperé una parte fantástica de mi juventud: la de juntarme con los amigos del colegio para jugar al rol o a juegos de mesa.

Todo empezó con una llamada de Discord de un buen amigo de la infancia. Estaban terminando una aventura a Dungeons & Dragons y quería saber si me interesaba entrar. Por supuesto que me interesaba, pero mi pregunta inmediata fue cómo demonios estaban jugando. Para empezar, estábamos en plena pandemia. Pero es que además, tres de los jugadores viven en Santander, dos en Reino unido, uno en Barcelona y otro en Alemania. En aquel entonces yo también vivía en Alemania, pero en una ciudad diferente. Quedar físicamente era de todo punto imposible.

Ahí fue donde descubrí (o más bien me descubrieron) que existen dos grandes plataformas para jugar al rol por internet. No, no me refiero a Baldur's Gate 3. Me refiero a servicios que permiten jugar al rol de lápiz y papel del de toda la vida, pero en digital. Se pueden crear hojas de personaje, tomar notas, chatear con otros jugadores durante la partida y hasta cargar mapas con iconos para escenificar combates. Gran parte de la mecánica de los juegos está ya implementada de forma que los cálculos de daño o el éxito en las tiradas es automático. La plataforma de juego se encarga de calcular por losjugadores cosas como el alcance de visión o las áreas de efecto de conjuros. Es casi como un videojuego, solo que con todo el sabor de una partida de rol tradicional. La única pega es que no todos los contenidos de estas plataformas están traducidos al español, por lo que en muchos casos tendrás que recurrir al inglés.

Estos servicios hasta tienen herramientas específicas para hacerle la vida más fácil a los sufridos master o directores de juego de manera que solo tengan que preparar la historia. A veces ni eso, porque también hay módulos y aventuras disponibles y ya listas para jugar. La partida en la que me colé como druida era precisamente una de estas aventuras ya creadas: La mina perdida de Phandelver, una campaña de inicio para cinco jugadores enmarcada en Reinos Olvidados, uno de los mundos más populares de Dungeons & Dragons. Por si te lo preguntas, es el mismo mundo de juego de la película Honor entre Ladrones.

Dos grandes alternativas

El servicio que usamos para aquella partida fue Roll20, que probablemente es el más famoso que existe a día de hoy. Roll20 está disponible en dos versiones: gratuito y de pago. La primera tiene anuncios y sus funciones son básicas, pero está muye bien para conocer el sistema. Las versiones de pago son dos, de 50 o 100 dólares al año (también admite pago mensual) y con más o menos funciones. La licencia es única. En otras palabras, solo el master o director de juego tiene que pagarla. Los jugadores entran por invitación del director de juego, y el costo de la suscripción siempre se puede resolver amigablemente entre el grupo.

Roll20 cuenta con decenas de sistemas de juego entre los que destaca, cómo no, la quinta edición de Dungeons & Dragons y Pathfinder. Sin embargo, también cuenta con otros sistemas menos populares pero también muy interesantes como La llamada de Cthulhu, Paranoia, Cyberpunk, o Shadowrun. Como probablemente sepas si estás leyendo esto, para jugar al rol hacen falta manuales de juego, y ahí es donde está el modelo de negocio de Roll20. La plataforma ofrece muchos contenidos creados por la comunidad, pero los manuales oficiales son de pago, y no siempre son especialmente baratos. El paquete de inicio para jugadores de Dungeons & Dragons, por ejemplo, cuesta 76 dólares e incluye tres manuales. El precio es solo un poco más barato que si compras los manuales por tu cuenta en formato digital y tiene la ventaja de que están integrados en el sistema de juego de Roll20, pero no deja de ser un buen pellizco. El paquete de manuales de D&D para masters sale por 98 dólares.

Cuando terminamos La Mina perdida de Phandelver dimos el salto a la otra gran plataforma de juegos de rol en línea: Foundry Virtual Tabletop. Las razones fueron varias, pero la principal es que comenzamos una campaña a Darksun, un mundo de juego de Dungeons & Dragons que a día de hoy está descatalogado, y por tanto no tenía contenidos oficiales en Roll20. Una segunda razón es que la licencia de Foundry solo requiere un pago único de 50 dólares que proporciona acceso permanente a la plataforma. Esa licencia también permite invitar a los jugadores a las partidas. En caso de que quieras probar Foundry, se puede abrir una cuenta de prueba por 14 días.

Aunque la interfaz es diferente y quizá no tan bonita como la de Roll20, Foundry funciona igual de bien, y cuenta con cerca de 200 juegos. Muchos de ellos han sido creados por la comunidad o son minoritarios, pero los grandes (D&D, Pathfinder) están presentes junto a otros como Alien, Doctor Who, Shadowrun, Paranoia y hasta una versión no oficial de GURPS. El hecho de que se pueda usar la plataforma para jugar a una adaptación a quinta edición de un mundo de juego descatalogado ya demuestra su versatilidad.

El hecho de que se pueda usar la plataforma para jugar a una adaptación de un mundo de juego descatalogado ya demuestra su versatilidad

Imprescindible mencionar que, si lo que buscas es solo jugar a Dungeons & Dragons, la editorial Wizards of the Coast tiene su propia plataforma online: D&D Beyond. La plataforma tiene una interfaz realmente completa y tan vistosa como la de un videojuego de alto presupuesto. Por tener, tiene hasta app móvil, y además da acceso a todos los manuales existentes en este legendario sistema de juego que este año cumple medio siglo de vida.

D&D Beyond se ofrece en dos versiones de suscripción: master (4,58 dólares al mes) o jugador (2,17 dólares), aunque esta última no es necesaria para jugar a una partida a la que te ha invitado alguien con cuenta de master. Simplemente te da más funciones. Ambas suscripciones cuentan con prueba gratuita.

Juegos de mesa

Pero quizá no hayas entrado aquí por los juegos de rol, sino por lo de mesa. Si eras de los que pasaba horas jugando al Carcassone, al Catán, al Risk, al Ticket to Ride, o a cosas más serias como Mage Knight o Twilight Imperium te alegrará saber que puedes recuperar aquellas timbas con muy poco esfuerzo. La primera parada para ello es un juego de Steam llamado Tabletop Simulator (TTS). De nuevo, no está disponible en Español, pero no es que haga falta mucho inglés para jugar al ajedrez, al póker, a un solitario o a un Mahjong. El fuerte de TTS no es, sin embargo, los 15 juegos que trae, sino que permite programar cualquier otro juego de mesa e importar contenido creado por otros, aunque no sea oficial.

Huelga decir que la comunidad aprovechó esta función para implementar dentro de Tabletop Simulator prácticamente cualquier juego de mesa imaginable desde Endless Winter a Colonos de Catán o Uno. Para descargar esos juegos solo hay que entrar en la sección de contenidos creados por la comunidad que el juego tiene en Steam,una sección llamada Workshop. Entre esos contenidos no solo hay juegos completos, sino también módulos, expansiones y hasta fichas de juego para hacer las partidas más visuales. Tiene sentido teniendo en cuenta que la interfaz de Tabletop Simulator imita la de una mesa en 3D tal y como la verías en el mundo real. TTS no es gratis. Cuesta 20 dólares.

¿Todo esto de instalar mods en Steam es demasiado friki para ti? Lo que buscas se llama Board Game Arena. A diferencia de Tabletop Simulator, Board Game Arena funciona desde el navegador y no requiere de ninguna instalación. La interfaz es 2D, pero extremadamente intuitiva y fácil de usar. La mejor parte es que permite jugar en línea con tus amigos en el extranjero y es completamente grátis. Su selección de títulos también es excelente, con 822 juegos de mesa que incluyen desde el parchís al 7 Wonders, el Catán, Terra Mystica, Aventureros al tren, Agrícola o Uno.

Board Game Arena no es la única plataforma para jugar juegos de mesa online. Tabletopia es una opción muy buena a considerar. Vassal es otra. Dispone de su propio cliente de escritrio para el PC, y además cuenta con el aliciente de ser una de las más abundantes en juegos de guerra de tablero serios. VirtualTabletop.io y PlayingCards.io son otras dos buenas opciones a considerar.

Finalmente, y si lo tuyo es un juego específico, conviene recordar que muchas editoriales de juegos ofrecen versiones digitales de sus juegos para jugar en línea. Es el caso de Colonos de Catán, que tiene su propia plataforma en CatanUniverse. En otros casos hay iniciativas de terceros que permiten jugar a un juego de mesa concreto aunque no sean oficiales. Es el caso de Twilight Wars, una página gratuita que permite jugar a Twilight Imperium 4. El único requisito es disponer de un código de compra que desmuestre que tienes el juego en formato físico.

Nada te impide, en definitiva, recuperar tu faceta de jugador de juegos de mesa más viciosa. Lo peor que puede pasar, y hablo desde la experiencia, es que tengas una discusión conyugal por pasar demasiadas noches pegado a la computadora. La solución es evidente: invita a tu pareja a las partidas.

___________________

El Confidencial elabora estas reviews, comparativas y guías siguiendo un criterio estrictamente editorial. El equipo detrás de ¿Me Lo Compro? tiene en cuenta tendencias, actualidad del sector, interés de la audiencia, así como criterios de calidad y precio para la elección de los productos y servicios que analiza. Las muestras han sido facilitadas por las compañías de manera temporal, sin ningún tipo de contrapartida, compromiso de publicación o beneficio de cualquier otra naturaleza. El texto incluye una selección de botones/enlaces para comprar el producto al menor precio posible. El Confidencial puede generar ingresos por las ventas de estos productos, pero la inclusión de estos enlaces cumple una mera función de servicio al lector dentro de un contenido periodístico. El sistema de afiliación y la publicidad programática son las únicas vías de monetización de la sección ¿Me Lo Compro?, además de las suscripciones al periódico que generan estos contenidos. En ningún caso se publican contenidos o análisis patrocinados.