10 días con el móvil más vendido de Samsung y sigue con los aciertos (y errores) de siempre

Después del lanzamiento de su buque insignia, el Galaxy S24, la hoja de ruta de Samsung sigue los planes estipulados, así que la siguiente en salir en escena es la gama que más teléfonos vende. Hablamos de los Galaxy A, que junto a los nuevos Galaxy A55 5G y Galaxy A35 5G, ofrece a priori la opción con mejor relación calidad-precio de la marca. Tras una semana probándolos, esta es mi experiencia.

Partiendo de la idea que los Galaxy A se ofrecen para permitir a los usuarios conseguir un Samsung Galaxy con un precio mucho más bajo que los de la gama S, dentro de esta gama, el A55 y el A35 se presentan para ofrecer dos escalones adicionales con los que fragmentar precios.

Por un lado, el Galaxy A55 es el más completo de los dos, con cuerpo de aluminio, una pantalla más brillante y un procesador algo superior. No se trata de cambios muy importantes, por lo que quizá para muchos usuarios merezca la pena decantarse por el modelo más económico. Serán aquellos que busquen un perfil más jugón los que quizás opten por el A55, ya que su procesador incluye una GPU de AMD más potente que ha sabido dar la cara cuando he jugado a Call of Duty Warzone, uno de los juegos del momento para móviles.

El más capaz de los Galaxy A supo ofrecer mejor calidad de gráficos que su hermano menor (presentando también una diferencia importante con el anterior Galaxy A54), ofreciendo más texturas y más calidad de imagen en las partidas. Gracias a la calibración automática de los gráficos, el A33 movía el juego con soltura, pero claramente con gráficos de un nivel inferior.

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Mientras el A55 llega con un marco de aluminio, el A33 abarata costes con un marco de plástico de acabado mate que tiene un agradable tacto muy poco resbaladizo, y también con una tapa trasera que no es de cristal, como la del modelo superior. Ambos cuentan con un lateral perfilado con una terminación rebajada que invita a sostener el dispositivo con mayor comodidad, un detalle sin importancia que más bien busca insertar una clara diferencia frente a la generación del año pasado. Y es que la anterior generación es casi idéntica a estos modelos. No será la última vez que tengamos esa sensación.

En resumidas cuentas, a nivel estético, los dos teléfonos deslumbran con su perfecto acabado, buenos materiales y diseño elegante. El gran inconveniente es el excesivo bisel negro de la pantalla, un grosor difícil de encontrar en dispositivos de buen calibre, como podrían ser estos modelos de Samsung, por lo que es fácil verse más sorprendido con modelos de Xiaomi, por ejemplo.

Tres cámaras que dejan con ganas de más

Los nuevos modelos montan en la parte trasera un trío de cámaras protagonizado por un sensor de 50 megapíxeles. Este sensor ajusta de manera opcional la resolución a 12 megapíxeles para hacer funcionar cuatro píxeles como uno, de manera que se consiguen mejores resultados, aunque las fotografías obtenidas no llegan a sorprender en exceso. La calidad de imagen es correcta, estando a la altura de lo que podrías considerar como un teléfono de gama media. El problema, de nuevo, es que terminales de la competencia con precios más bajos ofrecen mejor calidad de imagen.

He notado efecto acuarela en zonas con dificultad en la iluminación o iluminadas de forma artificial, y no hay una especial calidad a destacar en los vídeos 4K a 30 imágenes por segundo. La cámara gran angular es como siempre la más débil, y el modo macro, resultón.

No son resultados que se acerquen a la calidad de un Galaxy S24, así que eso de comprar este modelo más barato para hacer las mismas fotos que el buque insignia no funciona en este caso. Por no hablar de que a la inteligencia artificial ni se la espera, claro.

La garantía de un fabricante como Samsung

Si esta gama es la más vendida de la marca es porque existe un importante vínculo entre Samsung y los usuarios. El fabricante lleva muchos años lanzando productos de muchísima calidad y, para reforzar todavía más la relación, está ofreciendo en ambos terminales cuatro años de actualizaciones de Android y cinco años de actualizaciones de seguridad. Esto es algo que es de especial interés para muchos usuarios, que podrán estar tranquilos de seguir recibiendo novedades en su teléfono durante una larga vida de uso.

¿Por qué tan caro?

El precio de lanzamiento del Galaxy A55 5G es de 479 euros, mientras que el del Galaxy A35 5G es de 379 euros. Son cifras elevadas si tenemos en cuenta las otras opciones que se pueden encontrar en el mercado con características similares. Tampoco hay que olvidar que en las próximas semanas ambos modelos estarán disfrutando de descuentos importantes, como ya ocurre en otros lanzamientos del fabricante.

Compra el Galaxy A55

Samsung sigue manteniendo esa estrategia de lanzar dispositivos con precios aparentemente inflados, hasta que, después de un par de meses del estreno, sorprende con grandes ofertas. Da rabia ver cómo un dispositivo bien construido y planteado se pasa de frenada en un punto tan importante como el precio, ya que la experiencia de uso con Samsung One UI es tan limpia y sencilla que recuerda a los Pixel y su Android puro.

En el mismo momento en que los teléfonos se vendan a un precio más bajo, tendrán mucho más sentido y no se verán tan amenazados por la competencia. El sello de Samsung es importantísimo, pero más importante es el desembolso del usuario. Y ahí no hay negociación posible.

Su principal problema es la competencia

Ambos teléfonos son terminales fantásticos, pero la realidad llega cuando comparas las especificaciones y el precio con las otras opciones que ofrece el resto de fabricantes. Detalles como el tipo de procesador elegido, la velocidad de carga, la calidad de las cámaras, los bordes de la pantalla o, directamente, su precio, brillan más en otras propuestas como las de Xiaomi o Nothing. Algunas alternativas serían estas:

Xiaomi Redmi Note 13 Pro+

Puedes comprar el Redmi Note 13 Pro+ por 330 euros, y con él disfrutarás de una pantalla OLED de 6,67 pulgadas, carga rápida de 120 W, cámara de 200 megapíxeles, 256 GB de almacenamiento y un diseño muy fresco y atractivo.

Nothing Phone 2a

Este modelo puede competir sin problema con el Galaxy A35 5G, ya que se asemeja en muchas características, aunque propone una carta de presentación todavía mucho más llamativa con una cámara de gran calidad, un diseño único y un procesador fabricado en 4 nanómetros.

Galaxy S23 FE 5G

Imagina tener al enemigo en casa. Ya puestos a gastar los 479 euros del Galaxy A55 5G, puedes encontrar al genial Galaxy S23 FE por 486 euros en Amazon, un modelo perteneciente a una gama superior y que te ofrece un Snapdragon 8 Gen 1. Bastante difícil de rechazar.

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