Casi todos los usuarios de Windows 10 y 11 odian estos programas. Ahora ya los pueden borrar

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La entrada en vigor de la ley de mercados digitales de la Unión Europea (DMA, por sus siglas en inglés) ha marcado un antes y un después para las big tech consideradas como “guardianas” digitales. Es decir, para Amazon, Meta, ByteDance (TikTok), Apple, Google y Microsoft. Todas ellas, al contar con más de 45 millones de usuarios activos dentro del territorio comunitario, están obligadas a comportarse “de forma equitativa” y a “no utilizar ventajas indebidas frente a su competencia”.

Pues bien, los usuarios ya son plenamente conscientes de algunas de estas imposiciones, puesto que les afectan en su día a día. Por ejemplo, tras el despliegue de iOS 17.4, todos los propietarios de un teléfono iPhone tienen la posibilidad de descargar aplicaciones de tiendas de terceros, es decir, que no son la App Store. Asimismo, Google se ha visto obligada a desvincular prácticamente su navegador web de la aplicación Maps.

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Microsoft tampoco se ha librado de la quema. Como ha revelado en un artículo de blog, todos los usuarios de Windows 10 y Windows 11 ya pueden desinstalar dos aplicaciones que vienen integradas por defecto en ambos sistemas operativos y que, por qué no decirlo, son frecuentes dianas de las iras de los usuarios. Hablamos, cómo no, del navegador web Microsoft Edge, sustituto del ya extinto Microsoft Explorer, y de la función de búsqueda de Bing.

Otros cambios obligados por la DMA

Ambas aplicaciones vienen instaladas de forma nativa en Windows 10 y Windows 11 y no se podían eliminar. Lo mismo sucedía con OneDrive, el servicio de almacenamiento en la nube de Microsoft, que también se puede borrar desde este preciso instante. Eso sí, no se trata de una aplicación tan impopular como las citadas antes.

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Por su parte, ya tampoco hay ningún servicio de la compañía que para su ejecución exija el inicio de sesión automática. Es más, ni siquiera es necesario crear una cuenta en Microsoft a la hora de configurar Windows 10 o Windows 11. Un problema que recientemente trajo de cabeza al mismísimo Elon Musk, el cual acabó encontrando una solución después de pedir durante horas consejos a sus seguidores.