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Tranquilo, Internet Explorer no muere hoy, pero la Administración tiene un problema
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Microsoft deja de darle soporte

Tranquilo, Internet Explorer no muere hoy, pero la Administración tiene un problema

Este miércoles, Microsoft da un empujón más a un navegador que sigue utilizando buena parte de los sistemas de la Administración electrónica española

Foto: Ilustración: EC Diseño.
Ilustración: EC Diseño.

Es muy probable que haya leído esta misma frase cientos de veces en los últimos años: Internet Explorer dice adiós. Microsoft, su creadora, lleva más de un lustro avisando de su muerte. Una despedida que este miércoles da un paso más, ya que el navegador dejará de tener el soporte de la empresa. Pese a todo, la Administración pública española parece dispuesta a seguir utilizándolo. ¿Cómo seguirá enganchada a este 'software'? Y un asunto aún más importante, ¿por qué? Bienvenidos a una larga historia de amor y odio.

Este 15 de junio es la fecha marcada por Microsoft para dar la puntilla final a Explorer tras 25 años de servicio. ¿Es la definitiva? No. Desde hoy, su matriz la deja en un estado zombi. El 'software' seguirá existiendo y funcionando, pero sin actualizaciones, mejoras, parches, ni presencia entre los consumidores con sistemas nuevos. Mantendrá, eso sí, un 'modo IE' en su nuevo navegador, Edge, y algunos servicios para empresas como Long-Term Servicing Channel (LTSC) de Windows 10. El objetivo de estos programas no es otro que sostener a instituciones como nuestra Administración electrónica. ¿Es suficiente para que los sistemas informáticos del Estado español funcionen sin problemas durante algún tiempo? La respuesta corta es que no.

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Que la Administración electrónica española dependa tanto de un 'software' casi abandonado da una idea de la profundidad del problema. No hay una lista de todos los sistemas que siguen funcionando solo con Explorer (hay webs que hablan de que cerca del 70% de los trámites no se podría hacer sin Explorer), pero hay ejemplos, como el registro del Congreso de los Diputados, algunos programas de firmas o entrega de documentos oficiales. "Es un asunto estructural y no únicamente de nuestra Administración. Cuando se digitalizó todo esto, se tiró desde un inicio con los sistemas de Windows porque era el estándar del momento y todo apuntaba a que seguiría así décadas. La historia ha demostrado que no era cierto, y ahora hay que mover todo a un nuevo entorno sin saber cuánto durará su hegemonía", explica el informático Marc Almeida.

Antes de la pelea actual entre varias empresas con navegadores competitivos, Microsoft fue capaz de colocarse como el estándar global de la red. "Nadie imaginaba internet separado de Windows, es más, todo lo que ha venido después ha nacido desde la base gráfica de Microsoft", señala Almeida. Eso, claro, se ha traducido en unas estructuras construidas con unos sistemas que se han quedado viejos demasiado rápido. Ahora, para rehacerlos, necesitan de inversión, tiempo, y todo eso sin saber si lo que colocas en su lugar servirá muchos más años. "Todo el mundo creyó que el estándar de Microsoft nunca pasaría y ahora a ver quién se arriesga con otros sistemas".

Otros expertos, como Jorge Coronado, perito informático e investigador digital, son más tajantes. "Es una chapuza que aún se sigan utilizando estos sistemas en muchas instituciones, pero ocurre. En muchas ocasiones se deja por no creer que sea algo prioritario, otras por presupuesto y otras directamente porque no saben por dónde empezar. Y es que en muchas ocasiones para transformar un sistema de este tipo tienes que rehacerlo entero de nuevo y eso tiene grandes costes que no se quieren asumir. Al menos hasta el último momento".

En un mundo en el que incluso el propio Microsoft se ha pasado a otros motores y el estándar lo maneja Google con su Chormium (Chrome, Opera, Brave, Edge... Todos estos productos funcionan con el motor de la firma de Mountain View), lo lógico es que todos los programas y sistemas se movieran hacia esos entornos y los lenguajes que utilizan, pero el mover una Administración de un país no es demasiado sencillo. "Piensa solo en lo difícil que es para una persona cambiar su navegador, porque es la forma en la que entendemos internet. Pues ahora amplíalo a todo el Estado. No me gustaría estar en la piel de quien tenga que hacerlo", añade Almeida.

Todo el uso de un programa anticuado e incluso poco eficiente como Internet Explorer supone un problema, pero expertos como Coronado señalan un aspecto en concreto que marca la tardanza en el cambio de los sistemas y que también tiene cerca de 25 años: Java. Este lenguaje de programación es clave para el funcionamiento de la Administración pública y no, no funciona con otros navegadores.

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La clave se llama Java

"Java es un lenguaje de programación que la mayoría de navegadores ya ha abandonado, que ha demostrado ser vulnerable y que prácticamente solo funciona con Internet Explorer. Sin embargo, sigue siendo necesario para hacer muchos de los trámites de la Administración pública", señala Coronado. Este lenguaje, creado por Oracle, fue el que lanzó a la fama a Explorer a finales de los noventa y tuvo un papel esencial para la digitalización de las administraciones de medio mundo. El problema llegó hace años, cuando se descubrió como vector clave de ataques y un sistema poco eficiente para la navegación por la red.

En España se sigue viendo en una herramienta clave: la firma digital. Desde principios del siglo XXI, la firma electrónica se desarrolló con las llamadas 'applets' de Java y hasta hace pocos años no había alternativa posible a esta opción. Es por ello que para mandar muchos documentos oficiales necesitases o aún necesites un navegador Explorer que interactúe con la firma electrónica de Java. "Son todo parches que además son peligrosos, porque sin un soporte detrás todos estos programas dejan más espacio a vulnerabilidades", añade Coronado.

Desde 2010, Java no ha dejado de aglutinar fallos, alertas de seguridad y portazos por parte de muchos navegadores, como ya se hizo con otros programas como Flash. "Ahora, los estándares los marca Google, y el resto de navegadores y desarrolladores siguen lo que Chrome dice. Se puede ver en el caso de Flash o del HTTP, pero quién te dice que en unos años esto no vaya a cambiar. Todos estos competidores no dejan de ser actores privados que compiten y que tienen unos u otros intereses", añade Almeida.

Lo cierto es que la Administración española inició ya hace algunos años procesos para ir dejando atrás la dependencia de sistemas ya obsoletos, pero aún queda mucho por hacer. En el caso de Java, se impulsaron los sistemas Cl@ve y, sobre todo, Autofirm@, que sustituyen el desarrollo de Java, pero aún no se han implementado en todos los procesos de entidades tanto nacionales como autonómicas. Por no hablar de procesos internos. "Hay que pensar que aún hay muchos funcionarios que trabajan con Explorer, al igual que aún se pueden ver muchas máquinas que trabajan con XP", comenta Coronado.

La relación de Microsoft y los entes públicos

Para apostar por esos grandes cambios, Almeida señala otro punto a tener en cuenta, el control de Microsoft sobre los poderes públicos. Más concretamente, su poder sobre su gestión digital. "El primer acuerdo de España con Microsoft data de 1995, y es sobre Office. Sirve para hacerse una idea de toda la historia que hay detrás", añade. Los de Bill Gates lo vieron claro y se lanzaron pronto a construir las bases de las administraciones digitales de medio mundo, y aún a día de hoy las mantienen y ofrecen sus soluciones para actualizarse. "El tiempo les acabó dando la razón. El 'software' de licencia era el futuro, y hay que decir que internet no habría evolucionado igual sin su idea para extender su uso", comenta.

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La relación entre Microsoft y los entes públicos ha estado durante años en debate continuo. Muchas ciudades y regiones han pasado años pensando en opciones para salirse del control de los de Washington e incluso hay quien ha probado con el 'software' de código abierto, pero a día de hoy nada ha podido igualar su hegemonía. "Se adelantaron a todos y eso marca. Y también es verdad que aunque se ha intentado ir hacia el 'open source', nadie ha sido capaz de igualar la sencillez de Microsoft, sus capas que han permitido que mucha gente se iniciara en la informática, a cambio de entender menos sus entresijos. Vamos, todavía hay mucha gente que te recuerda que para ellos el mejor sistema operativo ha sido Windows XP, y es porque fue el primero", comenta.

En casos concretos, tenemos el ejemplo de Múnich, una ciudad que en 2003, y tras aguantar las presiones del gigante estadounidense, decidió salirse de su 'software' de licencia y apostar por el código abierto. 11 años después, en 2014, su regidor optó por volver a Windows, asegurando que había muchas quejas de los funcionarios por problemas para utilizar los programas del entorno 'Open'. Justo en los últimos dos años se ha reabierto el debate y su Gobierno está buscando la mejor forma para romper de nuevo con Microsoft.

placeholder El Gobierno de Ada Colau en Barcelona es el que más ha apostado por el 'opensource' en España. (EFE)
El Gobierno de Ada Colau en Barcelona es el que más ha apostado por el 'opensource' en España. (EFE)

En España, el caso más parecido es el de Barcelona, que en 2018 empezó su andadura 'liberadora' con el objetivo de convertirse en una ciudad referencia en este movimiento. Se comprometió a invertir un 70% del presupuesto de informática en 'software no propietario' y apostó por incluir 65 nuevos funcionarios en la plantilla para transformar toda la Administración en un proceso lento pero constante. Cambiar Internet Explorer por Mozilla Firefox o Windows por Ubuntu (un sistema operativo basado en Linux) fue una de las promesas del consistorio catalán.

A día de hoy, el proyecto ha quedado en un segundo plano y Francesca Bria, la persona encargada de liderar el cambio, hace tiempo que dejó el puesto. Eso sí, la ciudad sigue apostando por estas tecnologías, organizando eventos como el celebrado este mes de mayo en la ciudad y que buscaba trabajar en la idea de la independencia tecnología de los entes públicos. Aún no ha quedado claro si es esa una posibilidad para terminar de depender de un zombi como Internet Explorer.

Es muy probable que haya leído esta misma frase cientos de veces en los últimos años: Internet Explorer dice adiós. Microsoft, su creadora, lleva más de un lustro avisando de su muerte. Una despedida que este miércoles da un paso más, ya que el navegador dejará de tener el soporte de la empresa. Pese a todo, la Administración pública española parece dispuesta a seguir utilizándolo. ¿Cómo seguirá enganchada a este 'software'? Y un asunto aún más importante, ¿por qué? Bienvenidos a una larga historia de amor y odio.

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