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La otra 'cúpula de hierro': los misiles hipersónicos israelíes Arrow 3 entran en acción
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alcance de 2.500 kilómetros

La otra 'cúpula de hierro': los misiles hipersónicos israelíes Arrow 3 entran en acción

Israel ha interceptado ya con éxito hasta en dos ocasiones misiles enemigos mediante el sistema Arrow 3, misiles hipersónicos avanzados de una precisión difícil de igualar

Foto: Misil Arrow 3. (IAI)
Misil Arrow 3. (IAI)
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El sistema antiaéreo y antimisil israelí pasa por ser de los mejores del mundo. Todos hemos oído hablar del famoso Iron Dome, la "cúpula de hierro" que defiende su territorio de los cohetes de Hamás. Pero no es el único. Por encima de él y como primera línea, existe una pantalla defensiva a base de misiles con capacidades hipersónicas, cuya eficacia se ha visto probada por vez primera. Hablamos del Arrow.

El 9 de noviembre, los radares israelíes de alerta detectaron posibles objetivos que se dirigían hacia su territorio a través del mar Rojo. Se trataba, sin duda, de misiles lanzados por las milicias hutíes, que llevan utilizando contra ellos drones, así como ingenios balísticos y de crucero. Las defensas reaccionaron ante esta amenaza con el lanzamiento de un Arrow 3, que alcanzó con éxito su objetivo derribándolo. Era la primera vez que este tipo de ingenio se utilizaba en una acción real, aunque ya se encontraba en estado operativo desde 2017. Ha vuelto a ocurrir hace solo tres días.

No es la primera vez que se producen este tipo de ataques. Los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, son muy activos y están dotados de armas bastante más sofisticadas de lo que nos podamos creer, sobre todo si pensamos en unos grupos de milicianos que actúan en el desierto. Ese mismo día, cuando se estrenó el Arrow 3, las defensas israelíes también lanzaron un Patriot contra otro objetivo, también con éxito.

Días atrás, el 31 de octubre, esas mismas defensas habían actuado contra otro misil lanzado desde Yemen, en esa ocasión y de nuevo por vez primera, se utilizó un Arrow 2, una versión anterior de la misma familia. Fue una acción ofensiva de los hutíes enmarcada dentro de los ataques llevados a cabo contra intereses norteamericanos en la zona, como el del 19 de octubre, cuando el destructor USS Carney interceptó con sus misiles antiaéreos varios de los lanzados por los hutíes, o el del 27 de octubre, que motivó la respuesta de Washington mediante bombardeos aéreos.

Foto: El SIVE son los ojos en la frontera. (Guardia Civil)

Los misiles Arrow son una familia de sofisticadas armas con capacidad antimisil y forman parte de la capa exterior defensiva. En servicio desde 2017, este sistema emplea hoy en día los tipos Arrow 2 y Arrow 3, en conjunción con unos avanzados equipos de radar. Antes de entrar en detalle sobre esta verdadera muralla defensiva, quizás convenga explicar la complejidad de la defensa antiaérea israelí.

Capas defensivas

La maquinaria militar israelí siempre sorprende por su eficacia y sus soluciones a medida que acaban interesando a otros países. Con la defensa antiaérea no podía ser diferente y está planteada de una manera muy pragmática y, lo mejor de todo, con unos resultados probados en circunstancias reales. La clave de su éxito es el hecho de estar formada por tres capas, en función de la distancia a la que haya que enfrentar la amenaza y su tipo. Es una defensa que, además, está planificada para derribar misiles y preparada para responder ante ataques de saturación, funcionando toda ella de manera coordinada.

placeholder Lanzamiento de un Arrow 3. (IAI)
Lanzamiento de un Arrow 3. (IAI)

La capa exterior, lo que sería el largo alcance, lo integra el AWS o Arrow Weapons System, que luego más adelante trataremos con detalle. La capa intermedia consiste en un conjunto defensivo denominado David Sling (Honda de David) que cuenta con radar de detección AESA y de misiles de dos etapas denominados Stunner, con guiado radar y electroóptico. Ha sido desarrollado por la empresa israelí RAFAEL junto a la norteamericana Rytheon, ambas con enorme experiencia en este campo. El David Sling es el equivalente autóctono al norteamericano Patriot, a los que poco a poco van a ir reemplazando.

La capa de corto alcance es sin duda la más conocida de todas. Se trata del Iron Dome (Cúpula de Hierro), un sofisticado conjunto diseñado para interceptar desde cohetes a proyectiles de artillería, incluso de pequeño calibre. Su utilización se basa en actuar como ‘defensa de zona’, protegiendo áreas vulnerables o sensibles, que para Israel son sus núcleos urbanos, instalaciones clave y fuerzas militares.

El Iron Dome utiliza un radar para detección y seguimiento de objetivos desarrollado por la israelí ELTA (filial de IAI), conectado con un centro de control o BMC (Battle Management & Weapon Control) donde se analiza la información y se toman decisiones de tiro, que se envían a los lanzadores o MFU (Missile Firing Unit). Los misiles empleados son los denominados Tamir, con unos 3 m de longitud, 160 mm de diámetro y 90 kg de peso. Disponen de un guiado electroóptico, que capta tanto los focos de calor como cualquier radiación electromagnética, aunque reciben desde tierra actualizaciones de la posición del blanco. La eficacia del Iron Dome está más que probada y ha despertado gran interés a nivel mundial. Solo desde el día 7 de octubre se estima que ha interceptado más de 2.000 cohetes lanzados por Hamás.

Sofisticado, pero muy caro

Como decíamos, la capa de defensa superior, para el largo alcance, está encomendada al AWS, es decir, al Arrow. Se trata de un sistema de defensa antimisil que se comenzó a desarrollar en Israel en la década de los 80, a raíz de la amenaza que suponían los nuevos ingenios balísticos de largo alcance en manos de varios países árabes. Es un diseño de la empresa autóctona IAI (Israel Aerospace Industries), uno de los gigantes, junto con Rafael —fabricante del Iron Dome y del David Sling— de la industria de defensa de aquel país.

placeholder Lanzamiento de un misil Stunner del sistema David-Sling. (US Missile Defense Agency)
Lanzamiento de un misil Stunner del sistema David-Sling. (US Missile Defense Agency)

Pese a ser un producto propio, no deja de ser muy interesante que Estados Unidos haya estado financiando buena parte del proyecto. No es nada raro que haya colaboración y, por ejemplo, Rafael ya ha trabajado ampliamente con Rytheon. Pero en este caso, Estados Unidos ha puesto unas cantidades que se estiman entre el 50 y el 80% del coste de desarrollo, una cantidad que se podría aproximar a los 3.000 millones de dólares.

Esta ayuda financiera para un producto que va a ser competencia directa de otros norteamericanos, solo se explica por tres motivos. Uno es el compromiso de Washington de mantener ese QME o Qualitative Military Edge, que viene a ser el compromiso de facilitar una ventaja militar cualitativa que permita a Israel hacer frente a sus enemigos, aunque estos dispongan de fuerzas numéricamente superiores. Otro, no menos importante, es la experiencia que la industria norteamericana ha adquirido a raíz del producto de otro. Una experiencia que ya está aplicando a sus propios desarrollos. El tercero es más sutil, pero más lógico: el control sobre a quién se vende.

Una de las peculiaridades del AWS que conviene entender bien es que, a diferencia de los otros sistemas o equivalentes antiaéreos, solo funciona como barrera antimisil, es decir, no sirve para derribar aviones o cohetes de artillería, que serían objetivos para el Patriot, David Sling o Iron Dome.

La versión más moderna puede interceptar misiles balísticos fuera de la atmósfera

Se basa en una familia de misiles, los Arrow, junto a unos sofisticados radares, de los que en la actualidad ya se utiliza el Super Green Pine, una versión avanzada del EL/M-2080 Green Pine (aún en servicio), aunque ya están trabajando en otra versión mejorada. Son radares de tipo AESA (de estado sólido) que engloba capacidades de búsqueda, seguimiento de objetivos y guiado de misiles. Su alcance de detección (Super Green Pine) es de unos 900 km y son capaces de hacer un seguimiento de hasta a 30 objetivos —es probable que en realidad sean muchos más— que vuelen a velocidades superiores a los 3.000 m/s, unos 10.800 km/h.

Los misiles en activo son el Arrow 2 y el nuevo Arrow 3, en servicio desde 2017. Se trata de ingenios de dos etapas y muy corto tiempo de reacción. La versión más moderna tiene un alcance de unos 2.500 km y un techo de vuelo superior a los 100 km, por lo que es capaz de interceptar misiles balísticos fuera de la atmósfera. Dispone de un sistema de guiado inercial con cabeza buscadora electroóptica, lo que, unido a su alta maniobrabilidad mediante empuje vectorizado, le permite acercarse hasta su objetivo y derribarlo por impacto, en lugar de carga de fragmentación como sus predecesores.

Una flecha hipersónica

Otra de sus características importantes donde conviene detenerse es su elevada velocidad de vuelo, alcanzada en al Arrow 3 al haber sido capaces de reducir prácticamente a la mitad los casi 1.300 kg de los Arrow 2. Se estima que esta versión mejorada supera Mach 9, es decir, más de 11.100 km/h. Este rango de velocidades es algo muy importante para este tipo de defensas, pues permite que el objetivo sea interceptado mucho antes – y mucho más lejos - que con modelos más lentos. El factor tiempo, no lo duden, va a ser una clave en la guerra del futuro.

placeholder Prueba en verano de 2019 de un misil Arrow 3, realizada por Israel y Estados Unidos. (EFE)
Prueba en verano de 2019 de un misil Arrow 3, realizada por Israel y Estados Unidos. (EFE)

Que el AWS con los Arrow 3 es de lo mejor a nivel mundial existente hoy en día, lo prueba el hecho del interés suscitado en otros países. Alemania, sin ir más lejos, ha adquirido ya este sistema por unos 3.500 millones de dólares. La noticia saltó el pasado mes de agosto, cuando Estados Unidos —lo que les decíamos del control norteamericano— aprobó dicha venta.

Israel sabe que el producto es bueno, pero las amenazas también avanzan. Por ello ya está trabajando en el Arrow 4, un desarrollo del que se sabe muy poco, pero del que se intuye casi todo. Por descontado, tendrá mayores capacidades en cuanto a alcance y puede que velocidad, pero sobre todo, tendrá o deberá tener capacidad para interceptar misiles hipersónicos de crucero, una amenaza mayor que los del tipo balístico y, sobre todo, los vehículos de planeo hipersónico con capacidad de maniobra.

La geografía manda sobre la estrategia y no hay más que mirar un mapa y tirar de calculadora para ver que un ingenio hipersónico, lanzado desde Irán, podría alcanzar Israel en un tiempo de entre 3 y 6 minutos, dependiendo de la velocidad del misil y del lugar de lanzamiento. Por tanto, será crítico no solo la velocidad de vuelo del Arrow 4, sino la rapidez en la detección y la toma de decisiones del conjunto defensivo. El tiempo, ya se lo decimos, será la clave.

El sistema antiaéreo y antimisil israelí pasa por ser de los mejores del mundo. Todos hemos oído hablar del famoso Iron Dome, la "cúpula de hierro" que defiende su territorio de los cohetes de Hamás. Pero no es el único. Por encima de él y como primera línea, existe una pantalla defensiva a base de misiles con capacidades hipersónicas, cuya eficacia se ha visto probada por vez primera. Hablamos del Arrow.

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